domingo, 9 de mayo de 2021

En Ibagué el pueblo no come cuento, el Paro Nacional sigue


 Por Nelson Lombana Silva

El narco gobierno uribista de Iván Duque Márquez, hace esfuerzos desesperados por apagar la resistencia e indignación del pueblo colombiano. Al ver que no pudo con la matanza de jóvenes, ahora pretende utilizar dizque “el diálogo social”. Primero asesina el militarismo y la policía a más de 37 jóvenes en Colombia con sus escuadrones de la muerte del Esmad y ahora, cínicamente llama a “dialogar”.

Esta estrategia es una trampa más del Centro Democrático, porque en realidad es una falacia, pues el diálogo que propone el desprestigiado gobierno narcoparamilitar, es una especie de “diálogo de yo con yo”. ¿A quién cita a conversar? A los gremios económicos, a las multinacionales, a los partidos del establecimiento y a los “tibios”, o sea, a los que cuando les conviene decir que son de derecha, lo dicen y cuando les conviene decir que son de “izquierda” lo dicen.

De entrada, se nota la perversidad del uribismo en cabeza del monigote Iván Duque Márquez. No hay que ser politólogo para entender el interés de la gran burguesía y el sistema capitalista con su nefasto modelo neoliberal.

Al lado de esta perversidad, la burguesía lucha por todos los medios para proscribir el derecho constitucional que tiene el pueblo a la rebelión. Sus asesores neofascistas al parecer chilenos, vienen acuñando el término: “Vándalos”. ¿Cuál es el propósito? Imponer su pérfido criterio que todo el que proteste en este país, sea considerado así. O sea, delincuente sin derecho ha acogerse a la figura constitucional de la Rebelión. Por lo tanto, el pueblo no puede acoger este terminacho, lo debe rechazar contundentemente.

De otra parte, hay que rechazar el embeleco de “dialogar por dialogar”. ¿Qué quiere con esto el desprestigiado gobierno nacional? Simplemente ponernos a “botar corriente” con el único propósito de apagar la justa rebeldía del pueblo colombiano. Tampoco hay que caer en esta celada. La comunicación directa debe ser entre las partes en conflicto. Es decir, entre el pueblo representado en el Comando Nacional de Paro y el Gobierno Nacional, ojalá con veeduría internacional.

Este gobierno uribista es más falso que una moneda de cuero. Todos los pactos que ha suscrito con los trabajadores, los ha incumplido. Incluyendo, el acuerdo de paz suscrito en la Habana entre la entonces Farc – Ep y el Estado. Eso no lo puede perder de vista la masa colombiana y sus cuadros dirigentes.

El gobierno debe hacer gestos reales. Algunos: Desmilitarizar las ciudades, castigar ejemplarmente a los militares y policías responsables de los crímenes de los jóvenes colombianos, entre ellos, Santiago Andrés Murillo Meneses, en Ibagué el primero de mayo. No solo a los autores materiales, sino también los intelectuales, reconocer públicamente que esta es una protesta legal del pueblo, legítima y no simple acciones de “vándalos” como lo viene presentando en sus medios masivos de comunicación. Además, permitir en igualdad de condiciones a los miembros del Comando Nacional de Paro, tener informado al pueblo del desarrollo de la negociación, usando estos medios masivos de comunicación.


 Pueblo tolimense no come cuento

En esas condiciones, el pueblo tolimense no ha comido cuento, ha rechazado vehementemente esos cantos de sirena. Por el contrario. El Paro Nacional en esta sección del país ha continuado y con fuerza.

Ayer, muy temprano, se realizó una movilización por la carrera quinta de la ciudad de Ibagué, orientada por cristianos, concentrándose en el parque Manuel Murillo Toro. Hacia el mediodía, cientos de estudiantes de la universidad de Ibagué (universidad privada), se movilizaron por las principales avenidas y calles de esta ciudad musical, rechazando el paquetazo y el terrorismo de estado, abogando por cambios estructurales y democráticos.

En horas de la tarde, ya cayendo la noche, miles de jóvenes, se congregaron en la calle 60 con carrera 5ª, en el sitio donde la policía asesinó al joven Santiago Andrés Murillo Meses, ofreciendo un hermoso concierto musical en su memoria y en la de todos los caídos en este paro nacional. Fue un evento emocionante que arrancó muchas lágrimas de los presentes.

“Protestantes, estudiantes, trabajadores, hombres, mujeres, niños, niñas, gracias por escucharnos. Somos un colectivo que le hemos hecho un homenaje a nuestra ciudad de Ibagué, nuestro departamento de Tolima; un homenaje a todos los que han luchado, a los que han caído muertos, a los vivos. Esto es para usted: Santiago Andrés Murillo Meneses. Esto es para él. Gracias Ibagué, sigan apoyando el arte”, terminó diciendo una de las orquestas que se presentó en este concierto – protesta. La lucha sigue…

 

 

 

 

 

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