domingo, 30 de mayo de 2021

Cajamarca, Tolima, en Paro Nacional, no para


 Por Nelson Lombana Silva

El hermoso, agrícola, ambiental y turístico municipio de Cajamarca (Tolima), se encuentra a 31 kilómetros de distancia de la ciudad de Ibagué, hacia el occidente. Tierra ubérrima de campesinos y campesinas trabajadores que con su estoico esfuerzo han convertido a este territorio “en la despensa agrícola de Colombia”.

Su historia se remonta a 1.886, cuando la cabecera municipal se encontraba ubicada en donde hoy es el imponente corregimiento de Anaime, donde llegaron colonizadores antioqueños en busca de una oportunidad de vivir con sus familias. En ella, desarrollaron dos actividades muy importantes: La agrícola y la arriería.

En 1913, el obispo del Tolima, Ismael Perdomo Borrero, fundaría la nueva población con el nombre de San Miguel de Perdomo, en la dehesa de la hacienda Cajamarca. En 1916, la asamblea departamental, dispuso que la cabecera municipal pasara de Anaime al nuevo poblado con el nombre de Cajamarca. Era el sitio en donde se fundó inicialmente Ibagué, en 1550.

Cajamarca, se encuentra localizada en el cañón de Anaime, entre los sonoros ríos de Anaime y Bermellón, cerca del volcán Machín y el Nevado del Tolima.

El 10 de abril de 2004, este municipio fue noticia nacional e internacional, por la masacre que perpetuó el ejército nacional en el marco de la terrorífica “Seguridad Democrática”, del entonces, presidente matarife y narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez.

Una familia integrada por cinco miembros, entre ellos un niño de seis meses, cayó abatida por las armas del Estado. El propio presidente visitó la zona y de una manera cruel e infamia “justificó” la masacre. Afortunadamente, la acción de los Derechos Humanos y la denuncia contundente, algunos mandos medios fueron castigados, pero el principal responsable sigue orondo en la más grande impunidad.

Otro hecho trascendental fue el anuncio de que la región escondía enormes yacimientos de oro y demás metales preciosos. “La fiebre amarilla”, transformó el municipio y la presencia imperialista de la transnacional minera “Anglo Gold Ashanti”, clavó sus tentáculos con el aval del gobierno nacional.

Afortunadamente, la resistencia popular y campesina detuvo con decisión el zarpazo de dicha transnacional. La consulta popular se llevó a cabo, el 26 de marzo de 2017, con resultado claro y contundente. Mientras el 1.21 por ciento estuvo de acuerdo con convertir la región en un desierto, el 97.92 por ciento respaldó la iniciativa de que Cajamarca siga siendo la despensa agrícola de Colombia.

Resistencia y dignidad

La lucha ambiental, a pesar de la dura represión oficial y la traición de muchos mandatarios, ha forjado un grado de conciencia social y política muy importante. El campesino ha comprendido que el estado no representa sus intereses y que para exigirlos es necesario la unidad, la organización y la movilización.

La lucha que libró contra esa monstruosa transnacional minera es digna de admirar. No se doblegó y se sobrepuso a la traición, saliendo victorioso. Así pues, hay un gran acumulado de lucha, que en la actualidad se refleja en el Paro Nacional que se viene desarrollando.

Es decir, no es fortuito o accidental la manera heroica como la comunidad de este municipio ha venido participando del Gran Paro Nacional. A pesar de la dura represión del criminal Esmad, la comunidad ha estado en primera línea, especialmente la juventud.

Ayer, la página web: www.pacocol.org recorrió sus calles, visitó el imponente parque Santander y conversó animadamente con los habitantes. Un ambiente tenso. Rastro de duras agresiones de la policía y el Esmad. Militarización, no solo en el poblado sino en toda la vía panamericana. No obstante, el interés de la comunidad por seguir luchando.

Jairo Hernández, presidente municipal del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol), señala la virulencia con que actúa el Esmad contra los jóvenes. “Dispara de frente y a corta distancia sus mortíferas armas”, dice. Agrega: “Por momentos parecen locos disparando. Han golpeado niños de trece y catorce años sin piedad alguna”.

Expresa su frustración con la actual administración municipal, en cabeza de Julio Roberto Vargas Malagón, al decir: “El alcalde tomó la alcaldía y se olvidó del pueblo”.

Explica que la juventud se ha destacado en la protesta haciendo cosas increíbles, como bloquear la panamericana a pesar de la cruda represión. “Anoche (antier) – dice – pincharon cuatro mulas y bloquearon la vía hasta después de la una de la mañana cuando llegó con todo su terror el Esmad y la policía de la estación”.

Destaca un elemento importante, según su criterio: “Ya la comunidad no le tiene miedo a la represión. Los jóvenes ya no le corren al Esmad, lo confrontan con lo que puedan”.

Sostiene que la policía ha cometido desmanes con las comunidades, pero el ejército hasta ahora no. “El ejército vio a los jóvenes pinchando las llantas de las mulas y no dijo nada”.

También habló la página con Carmenza Fajardo Ocampo, ella maneja un pequeño negocio de frutas sobre la vía panamericana en un extremo del parque principal de esta localidad. Hace quince años lo maneja.

De una manera sencilla y espontánea comenta lo que es para ella, el sustento de su familia, el negocio al aire libre de las frutas: “La experiencia del negocio ha sido muy buena, la gente nos ha colaborado harto y se vende la frutica, bendito sea Dios. Ese es nuestro sustento. De ahí depende el sustento de nosotros”.

Ubicada a la vera de la vía principal, donde precisamente se ha concentrado la lucha de resistencia, quiso saber la página su grado de afectación y su parecer: “A nosotros nos ha afectado hartísimo. Ha sido muy duro, porque prácticamente nosotros dependemos del turista, de los camioneros, de los buses y ahora en el paro siempre ha sido duro”.

“A eso se le adjunta lo de la pandemia. La gente no sale. Eso ha sido siempre durito. Nos ha tocado es ir a ofrecer el producto de casa en casa, para hacer domicilios. Así estamos”.

Sobre la apreciación del paro en Cajamarca, dijo: “El Paro en Cajamarca también ha sido duro, pues porque aquí por estar sobre la panamericana, se nos ha obstaculizado mucho el paso para ir hasta Ibagué a llevar lo que es la verdura, todos los productos que salen de aquí del municipio. Este municipio es muy rico en agricultura. Sí se ha sentido el Paro”.

“El Paro en Cajamarca siempre ha sido violento. Por lo menos ahora ocho días, hubo disturbios. Estuvo feo. Los muchachos siempre han hecho Paro y han puesto barricadas en la central. Hasta a la gente del pueblo los tiene afectados porque no dejan pasar hacia la parte de arriba, que hay barrios. Y si va a pasar dizque tienen que pagarles a ellos, entonces eso siempre ha sido afectado”.

“Las dificultades se han presentado de noche. El gobierno nacional no le ha importado mucho la parte de los pueblos, de los municipios. Veo que no tenemos un respaldo del gobierno. Estamos solos. No ha habido una ayuda. Las medidas que toma afectan a la comunidad. Solo vino el Esmad hace ocho días y anoche creo que vino, no estoy segura porque no los vi, pero dicen que anoche estuvo acá, porque pincharon unas mulas, atravesaron otras en el pueblo. Creo que vinieron y en horas de la mañana abrieron vía”.

¿Qué le pediría al gobierno nacional? “Que mire la parte campesina, que mire la parte de los municipios que están muy afectados. En Cajamarca nos está afectando el paro, la pandemia, el invierno. El invierno ha estado muy duro y no hemos tenido respaldo ni del alcalde siquiera. El alcalde sinceramente no se ha preocupado por el pueblo. Tenemos las vías vueltas nada para el lado del cañón de Anaime y maquinaria no se ve para nada.

Había mucha expectativa de la comunidad cajamarcuna con el nombramiento de este alcalde. Eso le preguntó a la expendedora de frutas y esto contestó: “Se dice que es campesino entonces uno esperaba más de él, pero la verdad no ha sido así. No ha cumplido. Tenemos el problema del acueducto. Hay una falla grandísima. Hay unos derrumbes, está acabado. Él no se ha preocupado por mirar esa parte. Pero, sí se preocupó por colocarnos unos contadores. En estos momentos tenemos contadores, dicen que en diciembre comienzan a funcionar, pero el agua aquí no es tratada. Duramos días sin agua, porque en invierno se daña el acueducto y ahí quedamos parados. Hay mucho inconformismo por eso. Es como muy arbitrario”.

Dice que la mujer ha sido afectada por la falta de empleo. “Aquí, toca hacer lo que resulte para hacer, porque no tenemos ese apoyo de la alcaldía”. Dijo también que el paro ha dejado varios muchachos heridos.

Pero, a pesar de todas esas vicisitudes, hay el interés de continuar en la lucha y en la resistencia callejera, por conquistas reales para todos y todas. Ese ambiente se registra sobre todo en la juventud de esta hermosa población.

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