A la edad de 75 años, murió en la clínica Tolima de la ciudad de Ibagué, el camarada con mayúscula, Guillermo Peña Rativa. La Leucemia puso fin a la vida de un dirigente popular extraordinario desde muy joven, cuando abrazó la lucha del pueblo con donaire y decisión recorriendo día y noche las ariscas montañas y llanuras del Tolima. Murió el 17 de septiembre y fue cremado el 19, en el parque cementerio los Olivos de esta ciudad.
Se mantuvo firme de principio a fin. Son muchas las cualidades que se pueden destacar del camarada Peña Rativa, “peñita” como le solían decir sus amigos y amigas. Algunas son: Lealtad, constancia, prudencia, reciedumbre y carácter. Fue comunista hormonal, más práctico que teórico.
Durante la dictadura del hitleriano Álvaro Uribe Vélez, fue puesto preso y torturado por los esbirros del régimen. Fue calificado de miliciano de las Farc – Ep, de chusmero y de mamerto. Sin embargo, esto no fue impedimento para continuar con su labor orgánica y política por amplias zonas de este departamento.
El veterano dirigente comunista, Evelio Villarreal Herrán, lo describe como una persona valiente comprometida con los cambios estructurales que necesita con suma urgencia el país. “El compañero Guillermo Peña lo conocí hace 50 años en la vereda de Tapias. Fue una persona emblemática que libró una lucha agraria con decisión. Luchó por la unidad de los campesinos, por la recuperación de la tierra al lado de la reforma agraria”.
Agregó: “Fue víctima del sistema, especialmente del señor Álvaro Uribe Vélez, siendo apresado presuntamente por ser guerrillero o miliciano. Fue torturado. En buena parte esa enfermedad se la debemos al sistema de derecha que hay en Colombia, en el penal adquirió enfermedades. Fue un gran camarada, un gran compañero, muy estimado en Ibagué. Era un hombre de confianza. Era músico campesino. Era un hombre muy interesante”.
Por su parte, su sobrino Over Olaya Peña, dijo: “Mi tío fue un hombre excepcional, un luchador incansable por la defensa de los campesinos y los más humildes. Toda su vida la dedicó a luchar por un cambio, por tener un país humano para todos. Me siento orgulloso de ser su sobrino y el compromiso es seguir luchando por sus ideales. Recibí tantos consejos, tantas enseñanzas y tanto compromiso. Fue ejemplo de unidad en la vereda de Cajamarca donde nació y en todos los pueblos del Tolima”.
También se manifestó Gilberto Contreras Peña, sobrino que estuvo muy pendiente de él en su recta final. Dijo: “Fue conocido cariñosamente como peñita en la región que estuvo como China Alta, Tapias, Riomanso, Playarrica. Fue un señor muy voluntarioso, trabajaba con los campesinos así no hubiera jornal, le servía a la comunidad, evitaba problemas en la región, mediaba en problemas para que se resolvieran pacíficamente”.
La vida y obra del camarada Guillermo Peña Rativa es un ejemplo que hay que dimensionar por su carácter y compromiso revolucionario. No se arrugó, ni escondió sus convicciones ni en los momentos más duros después del 9 de abril de 1948, con la muerte de Gaitán. ¡Honor y gloria eterna a este eximio camarada!
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