Por Nelson Lombana Silva
El Rap es un género musical revolucionario que expresa los sentimientos, las expectativas, las frustraciones y la esperanza del pueblo que aún no ha roto sus cadenas, pero que en medio de las dificultades se abre camino y a través de este género musical manifiesta todos sus sueños con amor y espíritu libertario.
Cristian Fernando Guzmán Rodríguez, cuyo nombre artístico es “Crís Máster”, lleva este género en sus venas. A los ocho años de edad ya memorizaba canciones y se preocupaba por difundir esta música entre sus compañeros de escuela, después en el colegio, después en la universidad y ahora con más fuerza en calles y veredas del Tolima y de Colombia.
“La música Rap pone la gente a pensar”, dice. “El Rap no está hecho para toda la gente, el Rap está hecho para gente que piensa y propone”, agrega.
Nace en los Estados Unidos, al interior de la comunidad negra sacudida por el apartheid, la miseria y la burda explotación del hombre por el hombre. Como no tenía esta comunidad ni dinero, ni poder político para ir a los grandes clubes de la burguesía, inventaba sus holgorios en sus propios barrios, en sus propios guetos. “Así nació el Rap”, afirma Cristian Fernando.
Pasó a Puerto Rico y de allí por Centroamérica llegó a Colombia entrando principalmente por Bogotá y el puerto de Buenaventura. Según Crís Máster en Ibagué hay actualmente 68 grupos de Rap, 20 grafiteros, 20 bailarines de Break – Dance, improvisadores, escritores, más de trece escuelas de Rap, 5 productores de Beat Maker. “Se está formando una industria”, afirma.
Ha participado en campeonatos del orden local, regional y nacional. Hasta la presente ha ganado tres campeonatos de Batalla de Gallos o Freestyle del orden departamental.
“Yo mando un mensaje de esperanza, de revolución, de cambio de pensamiento; un mensaje encaminado a despertar la conciencia, a mirar con otros ojos, a ponernos en el lugar de las personas menos favorecidas”, señala y subraya: “Mi música es popular, es para que la gente piense, mi Rap es contestario”.
La página web: www.pacocol.org entrevistó al artista popular, quien además es bibliotecario y licenciado en lengua castellana, egresado de la universidad del Tolima. La entrevista es la siguiente:
- ¿Cómo y por qué aparece el género musical conocido como el Rap?
El Rap surge a finales de los 80s cuando están terminando la época de las segregaciones raciales en Estados Unidos.
Estamos hablando de la época del funk, del blues, del jazz, de la salsa, esta está en un auge tremendo; nace en Brooklyn en Nueva York por comunidades latinas y afroamericanos.
Nace como una respuesta a la problemática social que están viviendo latinos, neoyorquinos negros que están viviendo en los suburbios, en los guetos. Ellos no tenían para hacer sus fiestas en la gran manzana, en los clubes de los ricos, entonces hacían sus fiestas en sus barrios y de manera muy improvisada sacaban sus equipos de sonido, rayaban con sus vinilos que tenían. Así surge el Rap originalmente.
- ¿Cómo ha sido el desarrollo de este género musical?
Cuando se desarrolla primeramente en Nueva York tiene un auge tremendo, de ahí en Brooklyn un señor llamado Vico C, quien llega a vivir a Puerto Rico, llevando el Rap a este país, de allí se extiende por Centroamérica llegando a Colombia.
En Colombia llega por Bogotá y por Buenaventura a mediados de los 90s. La gente que vivía en Estados Unidos traía Rap a Colombia y por Buenaventura entró a Cali.
El Rap que se hace en Colombia es muy distinto al de Estados Unidos, porque nuestra política social, nuestros conflictos, nuestra cultura, nuestra música es distinta.
El Rap latino y sobre todo el Rap colombiano, es muy diverso; encontramos el Rap de Cali que va a tener unas connotaciones más del pacífico con Marimba, con más swing, pero vamos a encontrar un Rap de Bogotá contestatario, en el sur, en Engativá, otra corriente de Rap encontramos en Medellín, otro estilo de Rap, encontramos en Ibagué otro estilo de Rap, pero siempre, siempre con la intención de hacer un Rap conciencia, un Rap libertario, rap contestario.
Hay muchas corrientes de Rap. En Colombia ha sido la lírica y el ritmo.
- En el caso particular de Ibagué (Tolima), ¿Cómo se ha venido desarrollando este género musical?
En esta ciudad, a mediados de los 90s, habían algunas personas que bailaban break – dance. Es decir, llega primero el break – dance, es el baile callejero urbano.
Se forma la primera escuela de Rap que se llamó Qutroka (Casa de ceremonia o casa de jóvenes en lengua Inca), terminando los 90s y comenzando el 2000, comienza los primeros grupos de Rap como Enigma Ganster, Tormenta Rap, Posición Adversa, Revolución Callejera, que fueron los primeros grupos que hacían sus Rap en casete, en sus pistas caseras, que se subían a los buses a cantar.
Terminando los 90s al 2000 al día de hoy, tenemos más de 68 grupos de Rap, tenemos más de 20 grafiteros, tenemos más de 20 bailarines de break – dance, improvisadores, escritores, más de trece escuelas de Rap, tenemos de cinco productores de Beat Maker, que son los productores del Rap, los que hacen las pistas, los que graban y los que hacen la producción.
Digamos que se está formando una industria, estamos en el momento en que ya en los colegios, en los barrios, ya todo el mundo sabe que es el Rap.
Cuando nosotros comenzamos teníamos que llegar al colegio y decirle al profesor: Mire, esta no es música satánica, lo que queremos expresar es un mensaje.
- ¿Cómo llegó usted a conocer este género musical y por qué se enamoró de él?
Yo soy del sur de la ciudad de Ibagué, nací y me he criado allí. A mediados de 1994, un joven de Cali, Rubén Darío Ceballos, quien tomaría el nombre artístico de Judío, le trajo un casete con esta música a su primo Andrés Ceballos, vecino mío. Por intermedio de él pude degustar este género musical.
Eran los casetes que llegaban al puerto de Buenaventura para mediados de los 90s, esos casetes fueron de Vico C, de Tempo, de Mejicano, que eran los primeros raperos puertorriqueños que estaban sacando casetes.
Así un casete de esos llegó a mis manos, me enamoré desde un principio, sentí que algo vibró dentro de mí, sentí que me identificaba con eso, luego cuando llega B. Boy a Colombia, fue otro auge tremendo.
Me aprendí esas canciones cuando solo tenía ocho años de edad; en la escuela, en el salón rapeaba, luego en el colegio rapeaba para el colegio, luego en la universidad, tuve diferentes grupos: Posición Adversa, Atalayas Hip Hop, actualmente trabajo en la escuela Trilogía.
Toda mi vida la he dedicado a esto. He ganado tres campeonatos de Batalla de Gallos o de Freestyle a nivel departamental. He podido representar al departamento de Tolima a nivel nacional en diferentes eventos importantes.
- ¿Qué trata de decir esta manifestación musical?
En mi caso concreto: Yo mando un mensaje primero de esperanza, de revolución, de cambio de pensamiento, un mensaje encaminado a despertar la conciencia, a mirar con otros ojos, a ponernos en el lugar de las personas menos favorecidas.
Mi música es popular, pero también es música para gente que piensa. Hago música para todos los estratos sociales, pero mayormente para la gente popular, porque vengo de un barrio popular.
- ¿Hay dificultades para desarrollar este género musical en Colombia?
Sí. Esta también es una respuesta contestaría, mi Rap es contestario, pero también hago música social, pero también hago música espiritual.
Hay un conflicto a nivel nacional, porque nosotros también encabezamos la lista de las personas que persiguen, dado el caso de Sombras, el rapero de Girardot (Cundinamarca), que mataron; era rapero. Somos perseguidos, somos ignorados. Nuestra música no es la música que quieren poner en la radio, porque es la música que pone a la gente a pensar y actualmente nuestro sociedad lo que más quiere es entretenimiento.
Sin embargo, ellos ofrecen entretenimiento pero nosotros ofrecemos escuelas, nosotros ofrecemos procesos, nosotros enseñamos a pintar, enseñamos a escribir, enseñamos a pensar, enseñamos a hacer música. Estamos rescatando los valores del colombiano, estamos diciéndole a través de la música que no somos paracos, no somos guerrilleros, que no somos mafiosos, que somos gentes jóvenes con ideales de expresar lo que los medios de comunicación masivos no expresan. Nosotros lo hacemos a través de nuestra música, de nuestras pinturas, de nuestro arte.
- Géneros musicales como el Rap son generalmente estigmatizados afirmándose que son satánicos, que es música de consumidores de alucinógenos, violentos, etc. ¿Cómo le sale usted al paso a todas estas estigmatizaciones?
Hay que tener en cuenta que el Rap es un género más de música. En los 90s escuchamos la canción de la Juma de Ayer ya se me pasó o quítate tú pa ponerme yo.
En todos los géneros de música ha habido corrientes que han promovido las drogas, que han promovido el sexo y el Rap no es ajeno a eso, hay un porcentaje de raperos que se dedican a hacer ese tipo de música, pero no podemos decir que son todos, hay personas que están adelantando procesos sociales fuertes, están sacando gente de la droga, que están enseñando a trabajar, a pintar, a ocupar el espacio libre en cosas productivas, en cosas de refuerzan la educación.
Particularmente mi campo es el lenguaje. He podido comprobar cómo las personas que hacen Rap improvisan, desarrollan en su cerebro (parte), está demostrado científicamente que una persona del común no desarrolla el lenguaje.
Una persona normal no maneja más de 3000 palabras, un rapero puede manejar 6000, 7000, 8000 palabras, porque es una persona que está dedicada al pensamiento, a escribir.
El Rap no está hecho para toda la gente. Está hecho para gente que piensa, que propone, gente que no está de acuerdo con lo que hay y quiere proponer algo a su sociedad, desde el talento y desde la música.
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