lunes, 2 de septiembre de 2013

¿Quiénes hacen verdaderamente vandalismo en Colombia?

¿Quemar la comida y las maletas de los campesinos no es vandalismo?) Foto archivo Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

De acuerdo al diccionario, se le dio el nombre de vándalo a un singular personaje de pueblo antiguo germánico que se destacó por dedicarse a destruir monumentos. En consecuencia, el vandalismo – agrega – es la “devastación propia de los antiguos vándalos. Espíritu de destrucción”.


El término está muy en boga por estos días a raíz del histórico paro nacional agropecuario y popular, sobre todo en labios del gobierno y su fuerza pública, que ante la incapacidad de satisfacer las necesidades del pueblo y el respeto de los derechos humanos, tras de ladrón bufón, salen a desvirtuar la justa protesta de los campesinos y los trabajadores de la salud, señalándolos de vándalos y perturbadores del orden público. Es como el ladrón gritando: ¡Alto, ahí va el ladrón!

No hay causa sin efecto, ni efecto sin causa. Nadie reacciona porque sí, reacciona ante un estímulo. Para decirlo en forma clara: Quien genera el vandalismo es el gobierno nacional y su fuerza pública. Incluso, se puede ir más allá para ser más concreto: El Estado Capitalista.

Las leyes y decisiones políticas que toma la burguesía a través de su Estado Capitalista, obviamente son medidas vandálicas para el pueblo y poderoso sustento para sus intereses económicos.

No es accidental o gratuito la afirmación hecha por el doctor Manuel Murillo Toro, al decir: “El código penal es un perro que no muerde sino a los de ruana”.[i] ¿Qué hay de mentira o exageración en esta afirmación?

No hay términos para rechazar las afirmaciones del gobierno Santos de inculcar responsabilidades vandálicas a la Marcha Patriótica y a los estudiantes universitarios que están en las calles defendiendo el proyecto alternativo de ley sobre la educación superior. ¡Qué falta de talento y ética para definir autocríticamente quienes son los verdaderos saboteadores y vándalos de cuello blanco que sin sonrojarse entregan la soberanía nacional, permiten la instalación de nueve bases norteamericanas, apoyan la IV flota norteamericana y piden a gritos la intervención en la zona latinoamericana de la OTAN. Esos son los vándalos que nos vienen a hablar de moralismo y dizque de patriotismo. Santos debe saber que este histórico paro será apenas el primero de muchos, mientras persista los Tratados de Libre Comercio, la locomotora minero – energética abriéndole espacios a las multinacionales y transnacionales. Predominará cada vez con más fuerza orgánica y política la lucha de clases, por cuanto el Estado Capitalista, obsoleto, cruel, corrupto e inhumano es cada vez más incapaz de resolver las justas solicitudes del pueblo colombiano, tanto del campo como de la ciudad.

El Estado Capitalista será cada vez más agresivo, más violento. Pero eso no parará, ni abortará los sueños de libertad de los pueblos. Bien afirmaba, Balwin, en su discurso pronunciado el 25 de octubre de 1925, en el Parlamento Inglés: “Un hombre sin empleo es un hombre sin esperanza y sin fe, y sin fe y sin esperanza será un hombre sin amor, sin amor a los hombres, sin amor al hogar y a la patria. El amor es el único poder que impulsa al hombre hacia la perfección”.[ii]  

Es el régimen capitalista el que diariamente castra las posibilidades del pueblo a ser feliz, lleva a la destrucción y al desamor. ¿No son entonces, estos gobernantes de pacotilla y su completo aparataje los verdaderos vándalos?

¿No es vandalismo de la policía Esmad coger los alimentos de los campesinos del norte del Tolima, su ropita e incluso, los documentos de identidad y quemarlos? ¿No es vandalismo coger dos motos y una cicla de los campesinos de esta parte del departamento de Tolima y prenderle candela? ¿No es vandalismo coger a jóvenes campesinos, golpearlos en distintas partes del cuerpo y tildarlos de hijueputas, guerrilleros gonorreas y malparidos? ¿No es vandalismo lanzar gas lacrimógeno a niños de meses, a enfermos y lisiados como ocurrió en el corregimiento Castilla municipio de Coyaima? ¿No es vandalismo dispararle prácticamente a quemarropa a campesino y asesinarlo como ocurrió en este corregimiento del sur del Tolima?

Si eso no es vandalismo, entonces: ¿Qué es vandalismo? ¿Acaso, es vandalismo pedir justicia social? ¿Exigir los Derechos Constitucionales? ¿Paz con justicia social? ¿Soberanía nacional, soberanía alimentaria? ¿Exigir salud y la no privatización de la educación superior? ¿Exigir el arreglo de vías, créditos blandos, condonaciones deudas pendientes de los labriegos?

El gobierno nacional, con toda su parafernalia y aparataje represivo, podrá engañar a muchos, pero jamás borrar la realidad objetiva y real. Los procesos de lucha y resistencia campesina y popular, continuarán desarrollándose mientras existan causas estructurales, reales y verídicas.  La historia no se detiene, sigue su curso normal.

[i] VALENCIA, Luis Emiro. Gaitán. Antología de su pensamiento social y económico. Persistente memoria. Ediciones desde Abajo. Abril de 2012. Página consultada 139.

[ii] Ibíd. Página consultada 139.



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