lunes, 16 de septiembre de 2013

“Están listas las maletas, al fin decidí partir”



Por Nelson Lombana Silva

Esta bella página musical del pentagrama colombiano titula “Volveré por mis pasos”, muchos artistas la interpretan, entre ellos, un hijo de Chaparral, Tolima, Juan Carlos Zarabanda y es letra del maestro José Faxir Sánchez, unos dicen que es de Aipe, Huila y otros de Planadas, Tolima.


Lo cierto es que el poeta o compositor relata la partida de su patria chica con un dramatismo romántico impresionante. Dicha ranchera, comienza así, precisamente: “Están listas las maletas, al fin decidí partir, hay algo que me detiene que no me dejar partir, siento un nudo en la garganta de dejar todo sin mí”.

Es cierto. No me sé toda la melodía de saberla la copiaría. Pido una disculpa a los ateos, claro yo también soy ateo por algunos argumentos que serían un poco extenso enumerar, pero hay un verso que dice: “Le voy a pedir a dios que si muero en lejanía, mi cuerpo entierren aquí y estar por siempre en la tierra mía”.

“La música – dijo alguien – es el idioma universal de los pueblos”. Expresa los distintos momentos, los sueños, las frustraciones, las aspiraciones, los desengaños, los engaños, las traiciones, los amores imposibles o prohibidos. Es de admirar el poeta.

Alguien fue mucho más atrevido y soñador: “La música es arma revolucionaria”. Es protesta. Muchos recordarán el vallenato cuyo verso dice: “Óyeme diosito santo en cual colegio era que tu estudiabas, que unos les diste tanto y en cambio a otros no nos distes nada”. Más adelante, dice: “Cómo sé que es imposible que al santo cielo te llegue una carta, pero sé que me estás escuchando cantando una plegaria vallenata”.

La música nos traslada de un país a otro con increíble rapidez. Vamos a Chile, la patria de Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Salvador Allende y Víctor Jara, el canta – autor asesinado en el estadio nacional de fútbol.

Esta canción se la escuché a Eliana, que a propósito no sé dónde andará y en qué condiciones socio – económicas. Tenía una voz femenina impresionante, sencillamente maravillosa.

Decía: “A empollones y a patadas, y a mordiscos de culata, te mataron Víctor Jara, cantor del pueblo en batalla. Fue en un estadio de Chile, la patria que hoy se desangra, la patria que tú llevas al cinto de tu guitarra”.

Claro, la música expresa también coraje y decisión. Me gusta la versión de Julio Iglesias cuando canta el folclor mejicano. Esa canción que dice: “No me amenaces, no me amenaces, si ya estás decida a seguir tu camino, pues agarra tu rumbe y vete, pero no me amenaces, no amenaces, ya juegas tu suerte ahí trae las barajas pero tengo los ases…”.

Del mismo cantante hay otra que dice: “Yo seguiré mi camino, tu seguirás tu camino, estaba escrito que el tuyo y el mío tenían distintos destinos. Llegamos tarde los dos a nuestro encuentro en la vida, sabemos que es el final y simulemos la pena, llegamos tarde los dos para salvar los fracasos, de nada vale llorar tu volverás a tus brazos”.

Es más, esta otra canción del mismo cantante español: “Así nacemos, así nacemos, así nacemos yo, tú, ese y aquel…bis… amarrados a un cuerpo, amarrados a un cuerpo como presintiendo que el hombre a su antojo no puede crecer, arañando y buscando leche de un pecho ansia, con hambre y con sed”.

Todas esas canciones me fascinan, pero de todas, todas, la que dice: “Están listas las maletas al fin decidí partir”. Me impresiona, me desgarra las entrañas.




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