domingo, 27 de junio de 2021

¿Quiénes están tras el atentado del subpresidente colombiano?


Iván Duque, presidente de Colombia en Sardinata. Foto: Captura de video.Hora Cero

 Por Nelson Lombana Silva

La ruidosa noticia sobre el atentado contra el helicóptero en el cual se desplazaban el subpresidente colombiano Iván Duque Márquez, el lenguaraz ministro de defensa, entre otros, genera interrogantes y desde luego, suspicacias. Sobre todo, si se aplica el dicho popular que dice: “En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.

Eso que suceda cerca de la frontera con la hermana república bolivariana de Venezuela, que los supuestos primeros fusiles decomisados en el teatro de los acontecimientos sean de origen venezolano, generan cierta malicia. No es raro que se diga que el atentado provenga de ese país.

El gobierno y los sabuesos deben mirar hacia la derecha e incluso, hacia la extrema derecha. Experiencias hay a granel. Pedro Juan Moreno, gran mancorna del matarife y narcotraficante número 82, según la CIA, Álvaro Uribe Vélez, murió en un “aparatoso accidente aéreo”. Durante su campaña este criminal expresidente era artista en hacer explotar bombas, para luego aparecer él entre la cortina de humo y polvareda, rescatando víctimas, presentándose ante el país como el gran paladín, el gran salvador.

¿Quién podría atentar contra la cinematográfica seguridad del súper desprestigiado mandatario colombiano? Solo personas que saben cómo es la seguridad por dentro. Seguramente una investigación sería dejaría perplejo a más de uno. Ya los medios de comunicación están diciendo que los elenos. Sin una investigación siquiera preliminar ya se está estableciendo responsabilidades.

En un ataque de pánico el “ministrico” de defensa, ofreció tres mil millones de pesos a quien suministre información. Como la plata no sale de su bolsillo, qué afán. ¿Y qué tal que sala salga ganando don Álvaro Uribe Vélez?

El atentado es un hecho terrorista, que no se puede aprobar, naturalmente. ¿Qué buscan sus autores intelectuales? Podría ser enrarecer el ambiente en tiempos electorales. El uribismo se siente perdido, patalea y hace hasta lo imposible para no perder el ilegal e ilegítimo poder que ostenta el Centro Democrático.

Lo más probable es que el terrorismo de estado se exacerbe. También que se utilice como sofisma de distracción para el congreso aprobar más criminales medidas contra el pueblo. De igual manera, neutralizar la continuidad del Paro Nacional. La burguesía astuta y taimada hace hasta lo absurdo con tal de no perder el poder.

El pueblo debe radicalizar la protesta, profundizar la unidad y la movilización. No puede caer en galimatías de ninguna naturaleza. Debe transformar toda la indignación en votos, como arma suprema de la democracia. El destino de la patria debe estar fundamentado en la paz y no en la violencia como lo propone el Centro Democrático.

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