Escrutado el 99.8 por ciento de las tarjetas electorales en la república del Perú, el candidato de izquierda, José Pedro Castillo Terrones, aventaja a la ultraderechista, Kiko Fujimori, por algo más de 70 mil votos, lo que virtualmente lo consagra como nuevo presidente de esta martirizada república por el neoliberalismo, el fondo monetario internacional y la banca mundial.
El electo presidente peruano es un profesor de escuela, dirigente sindical y político, que nació el 19 de octubre de 1969, en el distrito Tacabamba. Se presentó al debate electoral por el partido: “Perú Libre”. En sus primeras declaraciones al declararse presidente electo, dijo que sería respetuoso de la Constitución y de la Democracia. Llamó al pueblo a la tranquilidad y a trabajar duro durante su mandato. “Seremos un gobierno respetuoso de la Democracia, de la Constitución actual, haremos un gobierno con estabilidad financiera y económica”, subrayó.
Estas elecciones realizadas el domingo anterior, constituyen una esperanza para Latinoamérica que lucha por independizarse del imperio de Estados Unidos y el monstruoso capitalismo neoliberal. Es un gran revés de la gran burguesía y el fujimorismo dominante en Perú. Su gran imperio criminal y corrupto no le alcanzó.
Las expectativas que genera el profesor José Pedro Castillo Terrones son grandes, sobre todo en el pueblo marginado y siempre engañado por esta sucia oligarquía con el directo apoyo de Estados Unidos. Se abre una esperanza muy importante para todo el continente. La izquierda avanza. Es la dinámica inexorable de la historia.
Es hora de reivindicar la obra de Juan Velasco Alvarado, quien se preocupó por la nacionalización y expropiación de yacimientos petrolíferos en manos de la gran burguesía y consorcios internacionales. De igual manera, la reforma agraria que llevó a cabo en 1969, colocando en calzas prietas a los grandes latifundistas de la época. Es decir, el pueblo peruano tiene su gran historia de lucha y resistencia. Ojalá, que el presidente electo esté a la altura y se cuide al máximo de golpe de estado.
El electo presidente peruano es un profesor de escuela, dirigente sindical y político, que nació el 19 de octubre de 1969, en el distrito Tacabamba. Se presentó al debate electoral por el partido: “Perú Libre”. En sus primeras declaraciones al declararse presidente electo, dijo que sería respetuoso de la Constitución y de la Democracia. Llamó al pueblo a la tranquilidad y a trabajar duro durante su mandato. “Seremos un gobierno respetuoso de la Democracia, de la Constitución actual, haremos un gobierno con estabilidad financiera y económica”, subrayó.
Estas elecciones realizadas el domingo anterior, constituyen una esperanza para Latinoamérica que lucha por independizarse del imperio de Estados Unidos y el monstruoso capitalismo neoliberal. Es un gran revés de la gran burguesía y el fujimorismo dominante en Perú. Su gran imperio criminal y corrupto no le alcanzó.
Las expectativas que genera el profesor José Pedro Castillo Terrones son grandes, sobre todo en el pueblo marginado y siempre engañado por esta sucia oligarquía con el directo apoyo de Estados Unidos. Se abre una esperanza muy importante para todo el continente. La izquierda avanza. Es la dinámica inexorable de la historia.
Es hora de reivindicar la obra de Juan Velasco Alvarado, quien se preocupó por la nacionalización y expropiación de yacimientos petrolíferos en manos de la gran burguesía y consorcios internacionales. De igual manera, la reforma agraria que llevó a cabo en 1969, colocando en calzas prietas a los grandes latifundistas de la época. Es decir, el pueblo peruano tiene su gran historia de lucha y resistencia. Ojalá, que el presidente electo esté a la altura y se cuide al máximo de golpe de estado.
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