Por Nelson Lombana Silva
El gobierno uribista persiste en los imposibles para evitar así una salida política a la grave situación que viene viviendo Colombia. Mientras dice una cosa, hace otra bien diferente y en contravía de lo planteado.
Causa indignación la forma falaz como habla de derechos humanos ante las cámaras de televisión, es una cascada de mentiras, unas tras de otras, que hasta el más tonto sabe de entrada que no es cierto lo que el débil y mafioso presidente viene planteando.
Gracias a los medios alternativos de comunicación y a la valentía del pueblo, especialmente, la juventud, los indígenas, los camioneros, los campesinos, los estudiantes, los sindicalistas, etc., se ha evidenciado públicamente, una vez más, la unidad militar-paramilitar, actuando violentamente en las calles, a las anchas contra los manifestantes. Los vídeos son claros y contundentes.
Diríase que, de una manera abierta y descarada, por cierto, el gobierno nacional, está utilizando todo el terrorismo de Estado para tratar de apagar la indignación nacional que hoy sacude al pueblo colombiano.
Venga, pero a manera de paseo
El gobierno accede a la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero lo único que le faltó decir a la canciller, Martha Lucía Ramírez, es que venga únicamente a pasear.
En actitud grosera y miserable, amarra la gira de esta comisión de una manera burda y descarada, quiere es que se reúna exclusivamente con la oficialidad e ignore al pueblo y a las víctimas.
Eso demuestra el pánico a la verdad que afortunadamente el pueblo sabe porque lo viene viviendo en carne propia y la comunidad internacional gracias al heroísmo de los medios alternativos de comunicación y las denuncias bien argumentadas.
Lo único que se le ha ocurrido al desprestigiado presidente es exacerbar el terrorismo de estado, dilatar y responsabilizar al Comando Nacional de Paro de negarse a negociar. Las mismas mentiras de siempre.
El pueblo no puede caer en esa celada. Hay que redoblar la organización y la lucha. El sector bancario debe parar, lo mismo que el sector financiero. La pelea no se puede quedar a mitad de camino. En eso, resulta vital la unidad del Comando Nacional de Paro, ampliándolo, oxigenándolo, para que todos los sectores que están en combate, tengan su representación, sobre todos sus anhelos reivindicativos en el pliego petitorio.
Este miércoles hay que estar nuevamente en la calle avanzando, forjando la unidad al calor de la lucha. Hay que cerrarles el paso a los infiltrados y seguir denunciando, porque el Paro Nacional sigue su marcha.
Causa indignación la forma falaz como habla de derechos humanos ante las cámaras de televisión, es una cascada de mentiras, unas tras de otras, que hasta el más tonto sabe de entrada que no es cierto lo que el débil y mafioso presidente viene planteando.
Gracias a los medios alternativos de comunicación y a la valentía del pueblo, especialmente, la juventud, los indígenas, los camioneros, los campesinos, los estudiantes, los sindicalistas, etc., se ha evidenciado públicamente, una vez más, la unidad militar-paramilitar, actuando violentamente en las calles, a las anchas contra los manifestantes. Los vídeos son claros y contundentes.
Diríase que, de una manera abierta y descarada, por cierto, el gobierno nacional, está utilizando todo el terrorismo de Estado para tratar de apagar la indignación nacional que hoy sacude al pueblo colombiano.
Venga, pero a manera de paseo
El gobierno accede a la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero lo único que le faltó decir a la canciller, Martha Lucía Ramírez, es que venga únicamente a pasear.
En actitud grosera y miserable, amarra la gira de esta comisión de una manera burda y descarada, quiere es que se reúna exclusivamente con la oficialidad e ignore al pueblo y a las víctimas.
Eso demuestra el pánico a la verdad que afortunadamente el pueblo sabe porque lo viene viviendo en carne propia y la comunidad internacional gracias al heroísmo de los medios alternativos de comunicación y las denuncias bien argumentadas.
Lo único que se le ha ocurrido al desprestigiado presidente es exacerbar el terrorismo de estado, dilatar y responsabilizar al Comando Nacional de Paro de negarse a negociar. Las mismas mentiras de siempre.
El pueblo no puede caer en esa celada. Hay que redoblar la organización y la lucha. El sector bancario debe parar, lo mismo que el sector financiero. La pelea no se puede quedar a mitad de camino. En eso, resulta vital la unidad del Comando Nacional de Paro, ampliándolo, oxigenándolo, para que todos los sectores que están en combate, tengan su representación, sobre todos sus anhelos reivindicativos en el pliego petitorio.
Este miércoles hay que estar nuevamente en la calle avanzando, forjando la unidad al calor de la lucha. Hay que cerrarles el paso a los infiltrados y seguir denunciando, porque el Paro Nacional sigue su marcha.
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