Por Nelson Lombana Silva
La intransigencia del gobierno nacional a buscar salidas plausibles al histórico Paro Nacional que arriba a los 38 días, ha llevado al Comando Nacional de Paro a convocar la “Toma a Bogotá” a partir del 9 de junio.
La orientación es la movilización desde el municipio y la vereda más distante de Colombia hacia la capital de la república, Bogotá. Por eso se puede afirmar categóricamente que todos los caminos conducen a Bogotá, en este gigantesco y vigoroso paro nacional.
Por carreteras, caminos, desechos y montes, hay que avanzar de una manera organizada y decidida hacia la capital. No se puede hacer pausa; desde ya hay que organizar de la mejor manera la movilización, la cual tiene que ser apoteósica, contundente y multitudinaria.
La iniciativa del comando nacional de paro ha generado entusiasmo entre los miles y miles de manifestantes que hoy luchan heroicamente en distintas regiones del país.
El paro no para, a pesar de la criminalidad de la fuerza militar y paramilitar. Dos personas más fueron asesinadas ayer en la Sultana del Valle, Cali e innumerable cantidad de heridos y detenidos. Se está masacrando a los habitantes de esta capital, mientras los medios masivos guardan cobarde silencio y tratan de embobar a la opinión pública con partidos de fútbol.
El deporte merece respeto. El gobierno no puede seguirlo utilizando como simple sofisma de distracción. Los aficionados en las distintas disciplinas deben romper el silencio y asumir una postura crítica y consecuente.
El inconformismo debe manifestarse participando de la movilización en la toma de Bogotá este 9 de junio, día del estudiante caído. Por la memoria de los caídos, por los heridos, los desaparecidos y los presos, todos a la capital de la república. Allí, está el poder en manos de la mafia, hay que rescatarlo y entregarlo a su dueño natural: El Pueblo. Pase la VOZ…
La orientación es la movilización desde el municipio y la vereda más distante de Colombia hacia la capital de la república, Bogotá. Por eso se puede afirmar categóricamente que todos los caminos conducen a Bogotá, en este gigantesco y vigoroso paro nacional.
Por carreteras, caminos, desechos y montes, hay que avanzar de una manera organizada y decidida hacia la capital. No se puede hacer pausa; desde ya hay que organizar de la mejor manera la movilización, la cual tiene que ser apoteósica, contundente y multitudinaria.
La iniciativa del comando nacional de paro ha generado entusiasmo entre los miles y miles de manifestantes que hoy luchan heroicamente en distintas regiones del país.
El paro no para, a pesar de la criminalidad de la fuerza militar y paramilitar. Dos personas más fueron asesinadas ayer en la Sultana del Valle, Cali e innumerable cantidad de heridos y detenidos. Se está masacrando a los habitantes de esta capital, mientras los medios masivos guardan cobarde silencio y tratan de embobar a la opinión pública con partidos de fútbol.
El deporte merece respeto. El gobierno no puede seguirlo utilizando como simple sofisma de distracción. Los aficionados en las distintas disciplinas deben romper el silencio y asumir una postura crítica y consecuente.
El inconformismo debe manifestarse participando de la movilización en la toma de Bogotá este 9 de junio, día del estudiante caído. Por la memoria de los caídos, por los heridos, los desaparecidos y los presos, todos a la capital de la república. Allí, está el poder en manos de la mafia, hay que rescatarlo y entregarlo a su dueño natural: El Pueblo. Pase la VOZ…
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