sábado, 26 de junio de 2021
La importancia del cine
Por Nelson Lombana Silva
“¿Ha existido siempre la cinematografía?”, preguntó Luchito a su padre, un profesor de literatura, muy amigo de los libros y de visitar con frecuencia las bibliotecas públicas. “Por supuesto que no”, contestó su padre acomodándose a su lado. “Usted – por ejemplo – no ha existido desde siempre, solamente tiene diez años de existencia”. Luchito, lo miró asombrado. “¿Solo llevo de existencia diez años?” “Así es”, contestó su padre, acariciando con amor filial la cabellera del pequeño.
Era una tarde soleada. Habían terminado de almorzar y Luchito se disponía a hacer la siesta para posteriormente hacer las tareas. El tema lo inquietó, decidiendo suspenderla y conversar animadamente con su padre que lo consideraba más que su padre, su gran amigo y confidente. Había entre ellos una comunicación directa, un diálogo fluido, gracias a que su padre nunca lo regañaba ni lo señalaba cuando se equivocaba o hacía alguna pilatuna. De igual manera, él entendía que su padre era humano y tenía errores.
“Si la cinematografía tiene un pasado, es decir, una historia, padre: ¿Cuál es?” El papá alto y obeso, sonrió levemente. “Digamos de primero que la palabra cinematografía es una palabra larga, entonces en lo sucesivo vamos a decir simplemente: Cine. En ese sentido, podríamos decir dos cosas: El cine es el establecimiento destinado a la proyección de películas cinematográficas. Ahora, ¿Qué es una película? En una película cinematográfica se narra una historia real o imaginaria”.
Luchito, muy concentrado en el tema, quería saberlo todo de un solo golpe. Su padre se veía a ratos acorralado ante tantas preguntas y dudas, por eso, aprovechó el momento para hacerle una propuesta. “Hijo, usted tiene en su cabeza muchas preguntas e inquietudes y yo no soy un sabelotodo, como ya le he explicado. Le propongo que ordene todas esas inquietudes y trate de buscarles respuestas yendo con más frecuencia a la biblioteca pública. Ahí, está la respuesta a todas sus inquietudes. Además, se puede divertir y compartir con más niños de su edad. ¿Qué opina de mi propuesta?” “Es una excelente idea, la estudiaré y seguramente desde hoy mismo la pondré en práctica”. “Qué bien hijo, en la biblioteca está el conocimiento en todas las áreas del conocimiento. Allá, aprendí, por ejemplo, que la cinematografía, era un neologismo creado a finales del siglo XIX, de origen griego, que se parte en dos palabras, así: Kine, que significa movimiento y Grafos, que traduce imagen en movimiento. También aprendí allí, que el cine comenzó con los egipcios, los griegos y los romanos”.
“Qué historia tan linda, padre. Una propuesta, una propuesta”, dijo alborozado Luchito poniéndose en pie y agitando sus dos manitos. “¿Qué?”, dijo el padre sonriente. “Veamos una película, veamos una película”. “Para qué”, preguntó. “Para alegrar el espíritu, la conciencia”. “Muy bien”, contestó el padre.
El cine, alegra el espíritu, estimula la creación, el compartir en comunidad y abre caminos a la felicidad y al conocimiento. Bienvenido el séptimo arte….
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