Por Nelson Lombana Silva
No hay cansancio en los participantes del Paro Nacional, hay miedo a la brutalidad del Esmad, el ejército y el gobierno nacional, señala Jonathan Barón Posada, miembro de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT, seccional Tolima).
Según el dirigente sindical, el gobierno nacional viene utilizando la estrategia de la dilatación del acuerdo para conversar. Al parecer está empecinado en colocar todo tipo de trabas para que no haya una solución pronta en favor del pueblo colombiano.
Dice también que en este paro han surgido nuevas formas de organización y de lucha, como la que viene desarrollando la juventud colombiana. En ese sentido, llamó a ampliar el espacio para estas expresiones en el comando nacional y departamental de paro. Destacó las asambleas populares, afirmando que se están uniendo en Cali con un espectro político importante, teniendo ya reconocimiento de la institucionalidad.
Las declaraciones fueron concedidas a la página web: www.pacocol.org:
- ¿Cómo analiza usted la dinámica del Paro Nacional a 37 días de haber comenzado?
El paro se mantiene y persiste ante la táctica del gobierno de hacerle esquivas al proceso de negociación con el comité nacional de paro, y al negar la posibilidad de brindar unas garantías mínimas para la protesta social, que es el primer espacio que se está tratando de concertar con el gobierno, después de 37 días de dilación.
Solo se ha logrado concertar 16 puntos del escenario de protocolo para comenzar a conversar. Eso demuestra que el gobierno nacional, no le interesa darle viabilidad a la dinámica del diálogo. Por el contrario. El partido de gobierno, en cabeza de sus senadores y el expresidiario Uribe, lo han hecho es minar el preacuerdo que se construyó con tres ministros, con altos funcionarios del gobierno. Lo ocurrió el 24 de mayo, cuando se construyó fue negar por completo la construcción que se había hecho entre las partes negociadoras, con la excusa de levantar los “bloqueos”, pero que en realidad se trataba de golpear el preacuerdo. Hay una disposición abierta por parte del comité nacional de paro, pero no la hay por parte del gobierno.
Esperamos que la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que viene para el ocho de junio, le haga ver al gobierno la necesidad de garantizar los derechos humanos, el derecho internacional humanitario (DIH), y el derecho a la vida. Que se respete los espacios del pueblo protestar como las Asambleas Populares, como expresión directa de la más genuina democracia.
- ¿Hay cansancio en los manifestantes? ¿Qué estrategias se vienen implementando para resistir y continuar con el paro nacional?
Más que el cansancio, es la brutalidad y el asesinato sistemático de los que estamos en la calle. Una veeduría procedente de Argentina señala que se acerca las 70 personas asesinadas por parte de la fuerza pública desde el 28 de abril. Es decir, más que el cansancio, lo que hay es un hostigamiento permanente. Eso origina cierta prevención de la gente para salir a la calle.
Sin embargo, a pesar de la muerte, las desapariciones, las acciones violentas de la fuerza pública, la resistencia y la lucha, sobre todo, la juventud colombiana, persiste en la lucha en el país y en el departamento. Se han venido reuniendo en las asambleas populares, escenario de articulación que se viene desarrollando en las ciudades, en los barrios y en las veredas.
Si el comando nacional o departamental de paro, no amplía la posibilidad de que las expresiones juveniles, barriales y populares, fortalezcan el comité de paro, nacional y departamental, va a ser muy difícil que, a la hora de sentarse con el gobierno, que, a la hora de conjurar el paro, esas expresiones no se sientan representadas.
- Es evidente que hay un gran grupo de jóvenes, sobre todo, que no se siente representado en el comando de paro. El Partido Comunista ha plateado ampliar esos espacios para que nuevos sectores entren a participar y decidir también. ¿Qué receptividad ha tenido esta iniciativa en el Tolima?
Hay que decir que este estallido social, trajo consigo nuevas formas de organización. En esa lógica, vemos a los jóvenes que están en la primera línea, vemos la gente que está alrededor de la olla comunitaria. Son expresiones que surgen de la dinámica de la movilización. No son expresiones organizativas consolidadas, pero importantes en el proceso de formación orgánica y política.
Por eso, los comunistas hemos estado acompañando en la primera línea también de la lucha estos procesos y hemos dicho que hay que tenerlos en cuenta, máxime que se vienen agrupando y uniendo. En Cali, por ejemplo, se conformó la unión de resistencias de Cali. Ya fueron reconocidas por la institucionalidad como interlocutor válido para la negociación y el diálogo. Estas expresiones deben ser recogidas en el comando nacional y departamental de paro.
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