Con la complicidad de las autoridades civiles, policiales y militares, el paramilitarismo viene patrullando tranquilamente, las calles de la ciudad de Quibdó (Chocó). Es el que gobierna e impone el toque de queda. Durante lo que va corrido del presente año, han sido asesinados 83 jóvenes de esta ciudad portuaria del pacífico, sin que las autoridades hayan tomado cartas en el asunto. Todos estos crímenes reposan en la más absoluta impunidad.
La denuncia es presentada en el noticiero del mediodía del tercer canal, que dirige el periodista Hollman Morris. Según información periodística, el dominio absoluto de la capital chocoana está en manos del paramilitarismo y los grandes traficantes del narcotráfico. Son los que ponen y quitan y deciden quién vive y quién no.
Las autoridades saben perfectamente que dicha capital es ruta obligada de los narcotraficantes. Sin embargo, no hacen absolutamente nada y por el contrario, al parecer son cómplices en el tráfico de estupefacientes. Ni oyen, ni ven, ni sienten.
Luis Olave, vocero internacional del comité cívico del Chocó, hace un dramático y conmovedor relato de lo que viene sucediendo en esta región del país, tan olvidada de los gobiernos centrales. “Están haciendo toque de queda, es impresionante y las autoridades sabían, todo el pueblo sabíamos, todo Quibdó sabíamos que iba a empezar el toque de queda. Desde antes habían colocado los panfletos y durante el día habían enviado mensajes. Incluso, vuelvo y digo, ellos dijeron en qué barrios iban a estar y, precisamente, en esos barrios la policía no apareció, y ellos sí cumplieron, ellos sí llegaron cumplidamente”, señala Luis Olave.
Agrega: “Ahora van ochenta homicidios en plena luz del día y de jóvenes, todos ligados con este grupo. Ellos están haciendo en su momento lo que se conocía como la “limpieza social”. En el transcurso de este año, ahora en cuarentena van 83 jóvenes asesinados por estos grupos en las calles de Quibdó (Chocó). Se le salió de control esto a la alcaldía, a la gobernación, a la policía, a la Fiscalía…Nadie investiga y las denuncias las hemos hecho y muchas veces solamente se quedan en redes sociales. Por eso es muy importante esto que estamos haciendo acá, para que todo el país conozca lo que está pasando en el Chocó. No hay institucionalidad, no hay presencia del Estado; estamos abandonados y los paramilitares están aprovechando todo ese espacio”.
También trascendió que en el departamento del Cesar, grupos paramilitares desarrollan intensa campaña publicitaria, amenazando a las personas de bien, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto. Todos los días los campesinos y campesinas, líderes populares y de izquierda vienen siendo amenazados de muerte. Muchos incluso, han tenido que salir desplazados y muchos otros han sido asesinados. Tal como se ha venido denunciando, el paramilitarismo se robustece a lo largo y ancho del país, en el deplorable gobierno de Iván Duque Márquez. Bien lo ha venido denunciando Gustavo Petro: Colombia está tomada por la mafia. La comunidad internacional debe tomar atenta nota y el pueblo colombiano organizarse y movilizarse. No hay otra salida posible.
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