El domingo anterior, tuvimos la feliz oportunidad de recorrer las polvorientas tierras de los municipios de Coyaima y Natagaima (Tolima). Durante varias horas compartimos con avezados dirigentes del Partido Comunista, entre ellos, Ricardo Aroca Aguja, Armando Aguja, Reinerio Herrada, María Isabel Aroca, Jesús María Lis, José Jacinto Yate. Estuvimos acompañados por el camarada Danilo López Carrero.
Lo primero que hay que destacar en estos veteranos dirigentes es, sin lugar a dudas, la mística revolucionaria y su lealtad a toda prueba a los principios ideológicos y políticos que encarga el Partido Comunista. Adicionalmente, el valor del semanario VOZ La verdad del pueblo. Para este puñado de comunistas indígenas, este periódico constituye el faro luminoso que orienta en la oscuridad en la que tiene sumergía al país, los medios de comunicación de la gran oligarquía. “VOZ dice la verdad”, afirman sin ambages.
No estaba haciendo sol. Fue un día fresco y apacible. A pesar de las fuertes restricciones que hay en la región por la pandemia del Covid – 19, los comunistas de la región se mueven observando algunas medidas de bioseguridad como el tapabocas. En el municipio de Guamo había toque de queda, por lo tanto, no pudimos entrar a saludar a los comunistas que hay allí. Tampoco pudimos entrar al perímetro urbano de Natagaima, donde un grupo importante de militantes, amigos y simpatizantes del Partido, nos esperaba con el interés de fortalecer la circulación del periódico en esta municipalidad.
Estuvimos reunidos en el cabildo la Nueva Esperanza, donde habita el veterano camarada Ricardo Aroca Aguja. Este dirigente nació el 22 de octubre de 1948. Su esposa perdió la vida el 4 de diciembre 2009, hacia las seis de la mañana, frente a su casa, cuando un bus de turismo la arroyó. Se llamaba: Floralba Galeano, natural del municipio de Rioblanco. La recuerda como una mujer trabajadora, emprendedora y revolucionaria. La muerte la sorprendió a los 55 años de edad. Hacía vida matrimonial cuando ella solo tenía catorce años, indica.
El 26 de marzo de 2009, fue asesinado su hijo que cursaba el primer semestre de Administración de Empresas en la ciudad de Ibagué (Tolima). Guillermo Aroca Galeano, recibió tres puñaladas al parecer por paramilitares cuando salía de la universidad del Tolima, después de las nueve de la noche. “Fueron tres puñaladas en el corazón”, afirma con nostalgia Ricardo Aroca Aguja.
Reconoce ampliamente la solidaridad del Partido Comunista. “Yo le agradezco mucho al Partido – dice – porque gracias a su apoyo pude con mi núcleo familiar armar una empresa que nos ha permitido vivir dignamente”.
Evoca con nostalgia los numerosos cuadros comunistas que han nacido en este municipio, ubicado al sur del departamento de Tolima. Entre ellos: Teófilo Forero, Luis Felipe González y el mismo Jacobo Prías Alape, más conocido como el comandante guerrillero Charro Negro.
El camarada Ricardo Aroca Aguja recuerda su liderazgo en la década de 1980 – 1985, cuando surgen las organizaciones indígenas en la zona como el CRIT, la ACIT, la FICAT, entre otras. “Fue una lucha dura porque en todas estas organizaciones los gamonales querían borrar a los comunistas. Dimos la batalla”, afirma.
Reconoce la crisis que vive el país en los actuales momentos. Sin embargo, es claro al decir que la lucha continúa, que la organización y la unidad del pueblo es fundamental y que las posibilidades de que Colombia sea Socialista, se mantienen inmodificables. “Hay que continuar la lucha. Para ello, necesitamos un Partido fuerte y organizado”, termina diciendo.
Por su parte, el compañero Jesús María Lis, se lamenta de la pérdida de liderazgo en los actuales momentos al interior de las comunidades indígenas del sur del Tolima. “Muchos compañeros y compañeras, han perdido el norte y se dejan comprar por cualquier cosa”, señala. “No hay ética y verdadero compromiso revolucionario”, agrega preocupado. En ese sentido, señala la necesidad de levantar de nuevo las banderas unitarias que encarna el Partido Comunista. “La violencia y el miedo no nos puede amilanar”, subraya.
El veterano dirigente comunista Armando Aguja, incansable distribuidor del semanario VOZ La verdad del pueblo, dice que el Estado viene utilizando la mendicidad como medio eficaz para tener al pueblo dividido y sumiso a sus órdenes. “Romper con esa mendicidad para hacer posible la rebeldía y la firmeza de los indígenas y el pueblo en general, es tarea que debe abocar el Partido Comunista con decisión y coraje. Mientras esto no suceda el indígena se seguirá vendiendo por un mercadito o veinte mil pesos el día de las elecciones”.
María Isabel Aroca, dice que hay toda una campaña encaminada a sacarla de su lote en el cual vive con cinco hijos, pero que ella hasta ahora, se ha mantenido firme y no se ha dejado sacar. Al parecer el gobernador indígena de este resguardo, Jorge Enrique Sáenz García, ha hecho hasta lo imposible por despojarla. En ese sentido, pide la solidaridad del Partido Comunista.
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