El desfile de “milicos” dispuestos a defender la corrupta oligarquía colombiana, nada tiene que ver con la histórica efeméride del 20 de julio de 1810. Es una burda tergiversación encaminada a ocultar la verdadera historia de este continente americano.
Lo que ocurrió en esta fecha, fue el levantamiento popular del pueblo santafereño y en otras regiones del país, contra las alcabaleras medidas impuestas por el virrey Don Antonio Amar y Borbón, en cumplimiento a lo dispuesto por España.
El pueblo explotó. Se rebasó la copa. Tanta infamia contra el pueblo, tanta explotación y vilipendio, llevó al pueblo a rebotar en ese viernes de mercado en la plaza mayor de Santa Fe de Bogotá.
También se engaña cuando se dice que todo se debió a que el español José González Llorente, no quiso prestar el florero para ornamentar la mesa del ilustre visitante Antonio Villavicencio.
Es una manera de tergiversar la historia. El grito de independencia no se sucede por eso tan vacuo y elemental, se da por la manera infame como se venía explotando al pueblo con impuestos onerosos y malos tratos a los nacidos en esta parte del mundo, desde la llegada del ibérico.
Se oculta deliberadamente el poder que tiene el pueblo cuando se junta y decide defender sus derechos. Así, el aniversario sería para dimensionar el heroísmo del pueblo de ese entonces de rebelarse contra la hegemonía imperialista de España, dimensionar su gesta y su ejemplo brillante a este pueblo del siglo XXI que lucha por una segunda y definitiva independencia, ya no de España sino de Estados Unidos. Ese ejemplo que dice que el pueblo unido y organizado sí es capaz de transformar su realidad, es lo que trata de tapar la descompuesta oligarquía colombiana publicitando tan soso desfile militar.
Sobre todo un militarismo sin independencia, pues se encuentra a merced de los militares gringos con nueve bases militares y un millar de matarifes que hace poco arribaron al país. ¿Cuál dignidad de las fuerzas militares? No hay hecho más obsceno de esta burguesía de pretender borrar la verdadera historia de este país y de este continente
En esas condiciones, hoy rendimos culto de admiración a ese pueblo que se sublevó y comenzó una larga lucha de independencia con aciertos y desaciertos. A sus líderes, ¡honor y gloria!, entre otros: Camilo Torres, Luis Caicedo y Flórez, Joaquín Gutiérrez, José Miguel Pey, Frutus Joaquín Gutiérrez, Sinforoso Mutis, Miguel Pombo, Luis Fernando Azuola, Pedro Groot, Andrés Rosillo, Antonio y Francisco Morales, Antonio Baraya y el considerado Tribuno del Pueblo: José Acevedo y Gómez, entre otros.
Con este puñado de valientes se conformó el Cabildo que depuso al Virrey, el cual tuvo que salir deportado primero para Cartagena y después para España, el 15 de julio de 1810. El 21 de julio se redactó el Acta de Independencia. Bien dice nuestro nobel de literatura, Gabriel García Márquez: “Nos han escrito y oficializado una versión complaciente de la historia, echa más para esconder que para clarificar…”
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