El cura de la parroquia del corregimiento de Villa Restrepo, municipio de Ibagué (Tolima), Fredy Martínez, al parecer se vendría negando sistemáticamente a resolver agudo problema ambiental en esta vasta región turística del Cañón del Combeima. Al parecer se vendría negando a hablar con las personas directamente afectadas y sus representantes se declaran ser abogados.
La denuncia la ha hecho habitante que tiene su vivienda detrás del templo. Se trata de Allan Triana Salinas, músico egresado del conservatorio de música del Tolima; pianista y cantante lírico. Ha integrado el coro del conservatorio del Tolima, la ópera de Colombia, el coro de la universidad del Tolima y el coro polifónico nuevo del Tolima. Es barítono, nacido en la ciudad musical de Colombia, el 17 de enero de 1982.
La página web: www.pacocol.org lo visitó a su residencia para conocer de cerca su denuncia e inconformidad con el religioso Fredy Martínez. Según relata su problema lo viene padeciendo hace seis años y a pesar que ha hecho ingentes esfuerzos por dialogar con el cura para buscar a través del diálogo una salida loable, no ha sido posible y por el contrario, se considera agredido por el religioso y su séquito que lo acompaña.
Pero, ¿Cuál es el problema? Cerca de su residencia el cura tiene una planta eléctrica, la cual arroja sonido estridente y humo en cantidad, el cual invade su casa. La planta permanece prendida durante sus misas, especialmente la llamada “misa de sanación”, la que dura varias horas.
Adicionalmente, la calle aledaña y el parque quedan convertidos en un verdadero basurero cada que el cura oficia esta misa y no se preocupa por corregir el daño ambiental. Vende productos como lechona, reliquias religiosas, quedando los desperdicios sobre el gramado originando la proliferación de moscas.
Según, el músico Allan Triana Salinas, prácticamente ha sido investido por el vehículo en el cual se moviliza este sacerdote. Incluso, al parecer lo acompaña un perro de raza sin bozal. El barítono se siente amenazado y estigmatizado por el cura Fredy Martínez, quien al parecer ha dicho en sus homilías que detrás del templo habita persona endemoniada, al parecer refiriéndose a él.
Este religioso siendo propietario de Villa Restrepo no habita allí. Escasamente asiste en el horario de las misas. Poco dialoga con la feligresía. Su misa de “sanación” que es masiva no cuenta con plan de emergencia al parecer, no hay ambulancia disponible y la única vía generalmente se encuentra colapsada. Según el profesional del piano y cantante de música lírica, el cura tendría engañado a los comerciantes con el cuento de que el turismo se debe a él. Allan es categórico al decir que con cura o sin cura el cañón del Combeima ha sido históricamente turístico. “Con cura o sin cura, la gente viene a la región”, señala.
El cantante de música lírica es respetuoso de las creencias y de la fe de la feligresía que asiste a misa. Siempre se ha inclinado por el diálogo, pero al parecer no ha tenido reciprocidad. Por eso se ve precisado a acudir a las vías legales que le da la constitución nacional, seis años después de buscar un diálogo directo y consecuente con el grave daño ambiental y auditivo que viene generando este religioso en esta vasta región ibaguereña. “El medio ambiente es el que más se reciente”, señala.
El reportaje exclusivo de la página web: www.pacocol.org es el siguiente:
- Es usted víctima de una contaminación por humo que se origina en el templo de Villa Restrepo, municipio de Ibagué (Tolima) ¿Cómo es la situación y cuánto tiempo lleva padeciéndola?
Hace siete años que terminamos de construir la casa y yo me vine a residir a Villa Restrepo, vivo exactamente detrás de la iglesia y desde hace seis años, he intentado conciliar con el padre Fredy Martínez con respecto a la situación de orden que se genera y de contaminación que se genera los días que él hace las misas de “sanación”.
Él hace uso del espacio público, pero al terminar la misa la calle frente a mi casa queda llena de basura, lo mismo el parque. No soy el único vecino afectado, todos los vecinos de la manzana donde está la iglesia (templo), estamos afectados.
Me afecta la planta eléctrica de dos maneras: El ruido, contaminación auditiva y contaminación del humo que genera dicha planta que al parecer es un motor Diesel. Cada vez que la enciende, el humo se viene a mi casa.
He tratado de conciliar con él, pero el padre nunca me da la cara, salen las personas que trabajan con él, argumentando que son abogados y nunca me dejan acercar al Padre. Desde la primera vez el fin ha sido dialogar y no generar conflictos en la población. Pero, el padre no ha dado una luz para poder comunicarme directamente con él. Solo he encontrado varias situaciones incómodas. También me ha pasado que la persona que le conduce a él el vehículo, me lo ha tirado encima; tiene un perro y no le carga bozal. En misa ha dicho que debido a mis quejas por la planta eléctrica, les ha dicho a los feligreses que detrás de la iglesia hay una persona a la que se le mete el demonio. Él no me conoce, considero que debe ser un poco más respetuoso, no puede andar emitiendo juicios de valores de las personas así, por así.
- Es decir, usted ha intentado un diálogo directo para encontrar una solución pacífica y viable, pero no ha tenido reciprocidad por parte del Cura Párroco. ¿Es así?
Así es. Él nunca me ha respondido, no me ha dado la cara, no me ha dicho: Dialoguemos. La primera situación fue una noche y me acerqué y lo invité a él y a sus acompañantes a entrar a mi casa para que se dieran cuenta con sus propios ojos la situación.
Eso me pasó a las ocho de la noche que yo llegué de trabajar en Ibagué, abro la casa y a los quince minutos prenden esa planta y se me llena la casa de humo. Me voy hasta allá a decirles que por favor vengan y miren en qué situación está la casa. No aceptan venir a mirar, solo me dicen que él está rodeado de abogados. Hasta ahora no ha dado una sola muestra de acercarse y arreglar la problemática ambiental. No ha dado un solo paso conciliador el religioso Fredy Martínez.
El día antes de prender la planta, previo al primer domingo de cada mes, esa planta está prendida mínimo dos, tres horas. Durante el día la prenden intermitentemente dos o tres horas. Y durante la misa está encendida todo el tiempo. Es decir, el primer domingo de cada mes, ellos me han dicho literalmente que me tengo que aguantar el humo y el ruido de la planta, desde que hacen la prueba de sonido, que es como a los ocho de la mañana, hasta más o menos las tres de la tarde, cuando termina la misa y todas las demás actividades. A veces, la apagan a las doce o una, dependiendo de la hora que termine la eucaristía.
- Usted ha socializado este problema con sus vecinos, si lo ha hecho, ¿Qué han dicho?
Sí, los vecinos, obviamente, de la cuadra correspondiente a la iglesia sí, he comunicado mi inconformismo y ellos también me han comunicado su inconformismo con respecto al orden público y a las basuras, porque está haciendo uso incorrecto del espacio público, además, de mi situación que se me genera particularmente en mi predio con la planta eléctrica. En el entorno, tanto a mí como a los vecinos, nos afectan las basuras. La segunda situación es el orden público, pues hay robos de los vehículos plantados en la vía pública y tercero, el abandono de animales. En esta calle termina la misa de “sanación” y abandonan perros y gatos en verdaderas camadas. En los seis años que llevo viviendo aquí, me ha tocado dar en adopción animales y me ha tocado esterilizarlos y llevarlos para que los adopten porque me lo dejan abandonados aquí.
Esa es otra situación particular que sale a partir de eso. Él termina la misa y se va y todo esto queda lleno de basura. Nunca hay diálogo, ni encuentro, ni palabras para el diálogo, solo palabras agresivas de las personas que lo rodean.
- ¿Es como un cuerpo de seguridad que impide que la comunidad común y corriente dialogue con el Cura?
Así es. Él tiene un cerco de personas, por decirlo así, que no permiten que el ciudadano del común se le acerque al padre. Con todo respeto, yo respeto las creencias de todo el mundo, respeto la religión, la fe con que vienen las personas aquí, respeto las creencias de las personas, pero pienso que uno debe ser consecuente con lo que hace. Si él es un sacerdote debería ser un poco más respetuoso conmigo y con todas las personas de la comunidad y debería ser más entregado a la comunidad. Tengo entendido que un párroco debería cumplir una función social, pero él simplemente viene un día a hacer su misa, retirarse, dejar basura, generar problemas, malestar en la comunidad próxima, porque los más afectados somos los que estamos más cerca de la iglesia, somos los más afectados.
- Es decir, ¿El padre Fredy Martínez no habita constantemente en esta parroquia como sacerdote propietario?
Él viene durante la eucaristía. La casa cural mantiene sola, la iglesia mantiene sola. Solo viene en los horarios que tiene programado la eucaristía en la iglesia. De resto no se encuentra en el pueblo. Él no está aquí para ninguna otra actividad que no sea lo que viene a hacer.
- ¿Cómo asimila usted esa presunta versión del cura Martínez de que usted es persona endemoniada y que de alguna manera nos recuerda la Santa Inquisición?
Esa es una forma de sensacionalismo. Hay que tener mucho cuidado con el poder de la palabra y sobre todo cuando uno está refiriéndose a una persona o a un grupo de personas, a una masa grande de gente. Si una persona con autoridad y la investidura que tiene él, se para ante una cantidad de personas y emite un juicio de valor con respecto a una persona, pues las personas le creen, porque él es una autoridad para las personas que asisten a la misa. Él tiene una investidura de sacerdote y la verdad eso no es una forma irrespetuosa contra mí, porque él no me conoce como persona, nunca se ha acercado a conocerme como ser humano, no se ha preocupado por saber quién es el vecino que tiene atrás de la iglesia. Y no se ha preocupado tampoco por saber quién soy como ser humano, para que diga al parecer lo que ha dicho de mí. Eso es peligroso estar diciendo ese tipo de cosas porque hubo personas que vinieron a decirme que él estaba diciendo en algunas eucaristías que detrás de la iglesia hay una persona a la que se le metía el demonio. No estamos en la edad media. Es un argumento de poco peso para justificar lo que viene sucediendo, mejor dicho.
- Con un presunto planteamiento así de este religioso, ¿Se consideraría usted amenazado de muerte, habida cuenta que un fanático podría agredirlo como sucedió en el período oscuro de la Santa Inquisición?
Claro. Yo siento que eso me vulnera mi tranquilidad y mi espacio, porque eso genera odio. O sea, es un discurso de odio que lo está trasmitiendo en una eucaristía. O sea, se contradice con la investidura que tiene. No puede pararse uno ante un grupo de personas a dar un discurso de odio sobre alguien, porque las personas se lo van a creer y van a arremeter. Yo me siento en peligro cuando él dice esas cosas, porque al parecer la respuesta de las personas es: Ojalá lo maten, ojalá lo secuestren, ojalá le pase algo. Si él le dice a todas las personas que yo soy el mal, las personas lo asumen así y podría venir una persona que se la crea totalmente y que me agreda o me vulnere mi propia casa.
- Usted ha aguantado pacientemente seis años esta tragedia y considera que la copa se ha rebosado, ¿Qué piensa hacer?
Pues recurrir a las vías legales. Traté de seguir un conducto regular que fue el diálogo directo y la búsqueda de conciliación o arreglo dialogado, pero no se pudo. No se pudo específicamente con el padre Fredy Martínez, porque en seis años él, no ha propiciado un encuentro formal o informal para poder dialogar y buscar una solución a esta sentida problemática.
Ese era mi interés desde un momento, pero sólo he encontrado respuestas negativas y agresivas por parte de ellos. Me siento vulnerado de muchas maneras, desde lo que él representa como autoridad eclesiástica, la manera como transmite el discurso de odio que me puede afectar a mí y la contaminación auditiva y de humo que genera la planta, porque todo el humo se concentra en mi casa y todo el ruido se concentra en mi casa; a parte de toda la amplificación del sonido que pone y que es excesivo.
Otra situación es que entre semana cuando hace la eucaristía hay un corto eléctrico y aquí, en la cuadra, no sé si pasa en todo el pueblo, se va la luz a los quince minutos que comienza la eucaristía. Esa situación se viene presentando y ellos no han hecho nada, no reportan, no llaman a electrolima a denunciar la falla. Se afecta toda una comunidad, detrás de sus propios intereses. Me preocupa.
Otra situación que me preocupa es el parque: Lo están arreglando, está a mitad de obra y mañana (hoy), él va a hacer misa ahí. Con toda la cantidad de gente que viene. Se ha construido unos senderos para que la gente no pise el prado y mañana seguramente la gente va a estar ahí, acabando con el prado, generando más basura, generando más desorden. Él sabía con anticipación que esta obra se iba a hacer. A todos nos notificaron. Nos invitaron a reunión, pero él nunca asiste a las reuniones. Él manda un representante y ese representante no concilia con nadie.
- ¿Se podría decir entonces que la afectación sería general a la comunidad y al mismo ambiente?
Básicamente, el medio ambiente es el que más se reciente, porque es una forma irresponsable de turismo. La gente llega de forma masiva, vehículos que están generando contaminación, las basuras; la gente no tiene conciencia, arrojan al río, arrojan en las calles, arrojan en las propiedades. Es una queja común de los vecinos las basuras. De forma indirecta también afecta los cultivos, afecta el bienestar. Cada vez que se termina la misa, de lunes a miércoles de la siguiente semana, se genera plaga de moscas en el pueblo. Una plaga de moscas debido al mal manejo de las basuras. Él viene hace su misa y se va y no se responsabiliza de nada. Si tiene equipo de logística y está haciendo uso del espacio público, que es de todos, con todo respeto: Es un sacerdote, pero también un ser humano y debe cumplir con la ley como todos los demás.
- Es decir, ¿No deja el espacio público limpio como estaba, lo deja lleno de basura y se va tranquilamente?
El parque, generalmente cuando comienza la misa está perfectamente limpio, en perfectas condiciones, porque el señor que se encarga del aseo del parque y los comerciantes, se encargan que el parque esté limpio para cuando vengan los turistas.
Pienso que es responsabilidad de él, además, hay que pensar que para hacer uso del espacio público hay que pensar que tenemos una sola vía de evacuación. Si hay una emergencia, nunca he visto un botiquín, nunca una ambulancia. Ha habido casos de personas que se desmayan, que se accidentan, que algo les pasó. Nunca he visto que de la iglesia salgan a auxiliar a las personas que vienen a la misa y tienen algún percance y no tienen un médico que los atienda.
Una vez una señora, se sentó en las graderías de la cancha y seguramente la señora no había desayunado, estaba muy débil, se vienen desde muy temprano, y la señora se desmayó y se fue de frente al pavimento de la cancha. Nadie, nadie de la iglesia salió a auxiliarla. La auxiliaron las personas que estaban a su alrededor y para llevarla a una clínica u hospital en Ibagué fue un complique porque solo hay una vía y esta estaba colapsada como pasa todo los primeros domingos de cada mes. Alguien se ofreció llevarla en un carro particular a urgencias. Ninguno de la iglesia se acercó a prestar alguna ayuda o solidaridad.
No hay un plan de evacuación. Si llueve, si hay un accidente. No hay un plan de evacuación, no tiene un plan de emergencia, no tiene auxiliares de policía disponibles suficientes para la cantidad de gente que viene. Debería haber mínimo una ambulancia disponible. Me parece también incómodo que él tenga su propio negocio. Él hace su misa, pero también tiene su negocio de lechona, negocio de artículos religiosos. Tiene todos los mercaderes dentro del templo. Pero, se queja de las personas humildes que vienen a vender y ganarse su vida honradamente en el parque.
- ¿Si llegara Jesús a una de esas misas de “sanación”, sacaría al padre Fredy Martínez a látigo del templo como lo hizo en Jerusalén con los mercaderes? ¿Qué piensa usted?
Se encontraría nuevamente con los mercaderes en el templo y con poca humildad. Si yo fuera a misa preferiría una eucaristía donde el sacerdote sale con una biblia física y no con una tableta y hablar de humildad cuando está lleno de lujos y no se quiere acercar a la comunidad más humilde, que son los más necesitados. Un párroco debería estar con la comunidad y cumplir una labor social. Él no cumple nada de esto.
- ¿Qué solución plantearía usted a toda esta problemática social, ambiental y económica inclusive, que se viene presentando con este religioso en el corregimiento de Villa Restrepo?
El cambio de párroco. Necesitamos una persona que esté comprometida con esta comunidad, una persona que al menos esté más tiempo aquí, una persona que se preocupe por las personas que vienen, que por lo menos tenga un plan preventivo en caso de misa masiva.
Yo soy músico, como le comenté. A propósito: Otra cosa que me parece increíble. Cada vez que voy a hacer un evento tengo que ir a Sayco y pagar por los derechos de autor de las obras que tienen derecho de autor. Yo no puedo salir a cantar algo así, tengo que pagar y reconocer el trabajo. Pero en este caso, él coge la música popular, le cambia la letra y la canta ahí. No sé por qué no aplica el mandamiento que dice: No robar. Los derechos de autor existen y ante la ley es robar.
Son muchas situaciones que se vienen generando aquí, pero la que más me preocupa es la planta eléctrica, porque está contaminando el ambiente, nos está haciendo un mal a todos, las basuras nos hacen un mal a todos, el turismo en masa desmedido nos hace mal a todos como comunidad.
El Cañón, con todo respeto, siempre ha sido turístico desde antes del padre Fredy Martínez. No es que porque la misa del padre Fredy es la que trae los turista. No. Todo este corredor del cañón ha sido turístico antes que el padre Fredy viniera por aquí.
- Es decir, con cura o sin cura, el Cañón del Combeima ha sido históricamente turístico. ¿Verdad?
Con cura o sin cura la gente viene a la región, los restaurantes se van a llenar. Realmente el porcentaje religioso que asiste es bajo en relación con el porcentaje de turistas que asisten a la región. Entre semana se da uno cuenta la cantidad de gente que va al mirador, la cantidad de gente que va al restaurante La Rivera, los que vienen solamente a ver el nevado, los que vienen a bañarse en la cascada, los que solamente vienen a almorzar por alguna razón. No todos vienen porque está el padre Fredy Martínez. Antes de él venían turistas extranjeros y seguirán viniendo, esté o no esté el padre Fredy. Vuelvo y digo: Con cura o sin cura seguirá habiendo turismo en la región. La gente no dejará de vender. Él al parecer les dice: Gracias a mí hay turismo. Eso no es cierto. Eso es falso. La mayoría de extranjeros que vienen ni siquiera son católicos. Ellos vienen a pasear y se encuentran es con contaminación auditiva, visual y una contaminación ambiental.
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