jueves, 15 de agosto de 2024

Minicuentos del grado tercero

 

El gran cañón del Combeima, Ibagué, Tolima. Foto internet

Por Nelson Lombana Silva

El ejercicio que viene haciendo la biblioteca Cañón del Combeima en Villa Restrepo en unión con los docentes de las escuelas Olaya Herrera en la vereda Llanitos y Nicolás Esguerra, en Pastales, entre otras, resulta sumamente interesante y esperanzador. Se demuestra en la praxis que la unión hace la fuerza y que el proceso pedagógico no es exclusividad del docente con las uñas, como se dice coloquialmente, sino que es producto del esfuerzo colectivo, donde los padres de familia, el gobierno, la comunidad, los docentes, los bibliotecarios tienen que ver con el proceso. Es decir, ninguno de ellos, se puede exonerar de su parte.



En el caso particular, se ha logrado engranar un trabajo en equipo entre los docentes, el bibliotecario y los niños para sacar adelante la inmensa responsabilidad pedagógica. La tarea de fomentar la vocación por la lectura, la creatividad literaria y los valores en los pequeños y las pequeñas, se da gracias a ese entramado consciente entre los docentes, los niños, niñas y el bibliotecario.

Creación literaria

Además de estimular la lectura, estamos en la tarea de estimular la creación literaria. Los niños reciben con beneplácito los cuentos que periódicamente, les estamos leyendo, acompañado de una manualidad. No nos hemos quedado ahí. Estamos fomentando en los pequeños y las pequeñas, la vocación por la creatividad literaria. La insistencia es que ellos y ellas también pueden crear cuentos y quizás de mejor calidad.

Los resultados no se dan de la noche a la mañana, es un proceso que implica constancia y persistencia, actuando colectivamente.

Minicuentos del grado tercero

Cierto día llegamos a trabajar con el grado tercero de la escuela Olaya Herrera en la vereda Llanitos, que orienta la docente Yolanda Aguilar. Pronto la noticia se regó como pólvora de que un gavilán había matado una iguana y que se le había comido solo la cabeza. El cuerpo yacía en una acequia de esta escuela. El revuelo fue total incluso, en algunos docentes.

Yo decidí observar con cierta atención la reacción de los quince niños y niñas de este grado. Entraban y salían. Comentaban el caso con sensacionalismo. Cada niño y niña me contaba su versión, algunos agregándole más dramatismo. En la clase anterior habíamos estudiado un poco la estructura del cuento. Suspendí parte del tema que llevaba preparado para esa clase, para darles la oportunidad a los niños de convertir aquel incidente en un cuento. “Niños y Niñas, les dije, vamos a convertir este suceso en cuento. Apliquemos lo que sabemos y escribamos”.

Manos a la obra, los niños comenzaron a escribir. A continuación, transcribimos algunos ejemplos, que dan la sensación de ser minicuentos con mucha imaginación y creatividad:

El gavilán y la Iguana

-          “Había una vez un gavilán que no había comido en días, hasta que un día vio una iguana y sin pensar la devoró”.

-          “Un día en una escuela apareció un gavilán hermoso y pasó una semana y no se iba de la escuela; pasaron los días de la otra semana y llegó un miércoles. Los niños de la escuela encontraron una iguana muerta, era muy grande, pensando que tal vez el gavilán la habría matado. El gavilán seguro la dejó ahí, para después comérsela. El gavilán, algún día se podría ir a otra parte”.

-          “La iguana estaba en los arbustos, se estaba camuflando, cuando de pronto vino un gavilán. La iguana se camufló, pero el gavilán la vio, entonces la iguana se camufló en otro lugar, pero otra vez la vio entonces se dispuso a atraparla para su alimento”.

-          Era una vez, un gavilán en la escuela Olaya Herrera, el gavilán atacó a la iguana y la dejó muerta en la colina”.

-          “Un día vino un águila a nuestra escuela. Era muy bonita. Un día se bajó y la iban a castigar, pero voló. Casi todos los días venía a nuestra escuela, estábamos muy felices de que viniera a nuestra escuela y a veces se iba porque la molestaban mucho”.

-          “Había una vez un gavilán que siempre venía al colegio y era muy bonito. Un día el gavilán estaba paseando, vio una iguana que era muy grande con rayas negras y la cabeza también era negra. El gavilán la vio y la mató”.

-          “Había una vez un gavilán que estaba hambriento y vio una iguana y se la comió”.

-          “Un día fui a la escuela y me encontré un águila que estaba lastimada y me la llevé para la casa cinco días, el águila ya estaba recuperada y fue mi mejor amiga”.

-          “El gavilán estaba muy hambriento y vio una iguana entre los arbustos y dijo: Eso sí es una cena elegante. Miró a la iguana y se lanzó sobre ella y le mordió la cabeza y la iguana murió y el gavilán, dijo: Uuuuhhhmmm, esta sí es una cena elegante”.

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