miércoles, 21 de agosto de 2024

Caen drones en Anzoátegui, Tolima, ¿Qué está pasando?

Explosivo fue lanzado a través de dron en el municipio de Anzoátegui. Crédito: Suministradas/ El Nuevo Día

 
Por Nelson Lombana Silva

Los enemigos de la paz con justicia social, hacen esfuerzos porque la violencia contra el pueblo no cese y el pueblo humilde siga transitando los horrores de la violencia. Son ellos, hoy huérfanos del gobierno, los que se empecinan en esta práctica demencial y repudiable. Ante esta brutal agresividad, hay que persistir en la propuesta de Paz Total del gobierno del cambio, propuesta que invisibiliza los medios masivos de comunicación de la gran oligarquía liberal-conservadora.



Por estos días, nuevamente el municipio de Anzoátegui (Tolima), ha sido víctima del terror y el miedo, al ser disparado tres drones con explosivos, al parecer dirigidos al cuartel de policía, dejando además del miedo y la incertidumbre en la comunidad, un agente de policía herido.

Como es habitual, un manantial de hipótesis sobre este suceso terrorista se da en este próspero municipio ubicado a 72 kilómetros de Ibagué. ¿Quiénes son los autores intelectuales y materiales del infeliz suceso? ¿Qué busca o buscan con esto?

Llama poderosamente la atención que la comunidad anzoateguiense no había asimilado la noticia, cuando ya estaba haciendo presencia en el lugar la belicista gobernadora Adriana Magaly Matiz, recordando de alguna manera las prácticas del triste célebre ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien en campaña hacia explotar petardos para luego él personalmente hacer presencia y así hacerle creer al analfabeta pueblo colombiano que él no le daba miedo de enfrentar el terrorismo.

La gobernadora se mueve por todo el departamento como plañidera, eludiendo su responsabilidad como comandante de las fuerzas militares y policiales en el departamento, responsabilizando al gobierno central que lidera el presidente Gustavo Petro Urrego. El comandante es para dirigir y resolver, no para mantener eludiendo su responsabilidad y descargándolo en otro. Es lo elemental.  

Otros afirman, según versiones callejeras, que el suceso tiene que ver con el incumplimiento del alcalde de los muchos compromisos hecho en campaña; sería una especie de retaliación, el suceso ocurrido el 16 y 17 de agosto, en esta población. Algunos afirman incluso, que circuló un panfleto en el que amenazan de muerte a los perritos callejeros. ¡Qué horror!

Anzoátegui, tierra de paz

Este territorio fue invadido por el criminal español Pedro Alvarado en marzo de 1540, territorio que era poblado por los aborígenes Pantágoras, Alanques y Arbis. El 16 de julio de 1895, un grupo de antioqueños, entre otros: Cirilo García, Demetrio González, Juan de Jesús Giraldo y José María Alzate, fundó un pequeño caserío llamado: La Palma. El 21 de marzo de 1915, la asamblea lo elevó a la categoría de municipio con el nombre de Anzoátegui, en reconocimiento al heroísmo del general venezolano, José Antonio Anzoátegui durante la independencia del régimen español.   

Anzoátegui, históricamente, era de mayoría liberal. El concejal conservador Mardoqueo Hernández, señala que “en el municipio los conservadores eran sembrados a chuzo, muy pocos”. Por su parte, el diario de la burguesía, El Tiempo, de 1947, indicaba que los liberales había ganado las elecciones municipales por un voto y el gobernador de la época más condescendiente con los conservadores había nombrado alcalde militar.  Durante un largo período este municipio fue gobernado por burgomaestres militares.

La violencia que desató la burguesía liberal-conservadora, después del vil asesinato del caudillo popular Jorge Eliécer Gaitán, se sintió con virulencia en este municipio. Los mandatos de Laureano Gómez y Mariano Ospina Pérez, de conservatizar el país a sangre y fuego, se sintió muy fuerte en esta municipalidad. El mismo Mardoqueo Hernández, afirmaba en un reportaje, que si se levantara una cruz por cada persona asesinada en este municipio, habría que declararlo campo santo (cementerio). Eso más o menos, da una idea de la ferocidad de la violencia que inventó la gran oligarquía liberal-conservadora.  

Por su parte, Pedro Nel Morad Montoya, líder conservador anzoateguiense, señalaba escuetamente: “La violencia la hicieron los grandes jefes en la capital del país y de allí nos la mandaron aprovechando el deplorable estado de ignorancia de los pueblos. Y nos pusieron a matarnos unos con otros. Y ellos sacaron partido de ello, porque como dice el dicho que es muy cierto: “El que pesca en río revuelto, pesca muy bien”.[i]

Daniel Eduardo Arévalo Romero, dirigente liberal en este municipio, afirmaba: “La violencia se sintió en esta región muy brava. Hubo mucha persecución, por el sistema de gente “alocata” que le infundieron los políticos grandes. Se manifiesta con el abuso al campesino, requisas para desarmarlo y aporrearlo”.[ii]

Mientras el pueblo ha luchado por aclimatar la paz, los cuadros dirigentes se han empecinado en la guerra, como negocio para satisfacer intereses personalistas y mezquinos. Es la cruda realidad en el régimen capitalista.

Vocación agrícola


La vocación del municipio es agrícola y en menor escala, ganadería pastoril. El cultivo bandera es el café. El caficultor ha sido mal tratado por la federación nacional de cafeteros, primero implementando el uso de abonos químicos, después la excesiva carestía de éstos y el poco apoyo al pequeño y mediano caficultor. Esta federación ferió los bienes del caficultor, como la flota mercante gran colombiana, el banco cafetero, los edificios, etc, se repartió el botín entre un grupúsculo de “ratas” y el cafetero raso quedó viendo un chispero.

Ante la aguda crisis cafetera, la producción agrícola se ha diversificado a puro pulso del sufrido campesino. Han surgido cultivos que buscan paliar la aguda crisis económica, como son los cultivos de papá, alverja, tomate de árbol, granadilla y aguacate. No es una producción a gran escala, por cuanto la comercialización no es estimulada por el gobierno ni municipal, ni departamental.

La verdad es que todo lo que produce el campesino de Anzoátegui lo hace a pérdida y son los intermediarios los que se vienen a beneficiando de la producción agrícola. No hay estímulos serios y concretos para el campesino producir.

El gobierno nacional del Pacto Histórico, pretende zanjar esta deuda histórica con el campesino colombiano, pero la gran burguesía y los grandes terratenientes hacen hasta lo imposible para que no suceda, no dejan hacer la reforma agraria y con mentiras y artilugios usan los medios masivos de comunicación para engañar al pueblo y mentirle de mil maneras.

En las goteras del perímetro urbano de Anzoátegui, todavía hay familias sin fluido eléctrico, hacen parte del siglo de upa, de la ausencia continuada de los gobiernos cargados de promesas y mentiras. Ciertamente, es una vergüenza nacional que esto esté ocurriendo en un municipio tan cerca de la capital, comenzando el siglo XXI.  


Vías de penetración

Anzoátegui tiene una red de carreteras y caminos en su inmensa mayoría en un estado deplorable. La carretera central Cruce de Palobayo – Perímetro urbano está a punto de desaparecer, la obra que en su momento fue considerada como la “obra del siglo” por la revista bimestral ANZOÁTEGUI HOY, sucumbe ante la puerca politiquería. Esta revista, a propósito circuló durante una década, desapareciendo por asfixia económica y amenazas militares, policiales y paramilitares.

Esta carretera que fue pavimentada durante la gobernación del señor Peñaloza y que contó con el apoyo del entonces parlamentario Medina de este municipio, no fue terminada porque le hizo falta las obras de arte. (¿Se robaron los recursos?) Para la inauguración sacaron pecho, como se dice coloquialmente, personajes que nada tenían que ver con la obra. Entre otros recuerdo, el mafioso senador Luis Humberto Gómez Gallo, el mismo que se auto proclamó autor del inicio de la obra Triángulo del Tolima en Coyaima, sin mover un solo dedo.

Hacia Palomar, zona turística, se ha hecho placa huellas en un gran trecho por una suma astronómica, que ni que fuera oro costaría todo eso, según señalan campesinos de la zona con cierta sorna. Sin embargo, se adjudica la obra el ex gobernador duramente cuestionado por corrupción, Óscar Barreto Quiroga. El diputado de los verdes, adelantó un debate sobre el particular, demostrando la sobrefacturación de esta obra.

El carreteable hacia el corregimiento de Lisboa también se ha venido pavimentando, es la zona quizás más extensa y cafetera de la comarca. Con paso de tortuga se viene desarrollando, el campesinado añora que sea una obra que aguante el paso de los años y el trajín.

La carretera intermunicipal que comunica a Anzoátegui con Santa Isabel, cruzando veredas prósperas como El Fierro, no está pavimentada. La comunidad ha insistido, teniendo en cuenta que esta extensa zona también es bastante rica en café, pero hasta el momento no ha sido posible, se tiene como “caballito de batalla” en las campañas electorales.  

Un hermanamiento con Venezuela

Los hermanamientos o ayuntamientos se suceden en diversas partes del mundo, muchos de ellos han funcionado trayendo progreso y desarrollo a ambas partes. En la hermana república bolivariana de Venezuela, existe un estado que se llama Anzoátegui. ¿Se podría construir un ayuntamiento con nuestro municipio? Claro que es posible.

La revista ANZOÁTEGUI HOY, planteó hace bastante tiempo esta posibilidad, pero no ha sido posible porque ha predominado el sectarismo, el analfabetismo político y el poco interés de los gobernantes del municipio de Anzoátegui. Sin un argumento valedero han rechazado la iniciativa.

El único alcalde que dio algunos pasos interesantes en esta materia, fue Óscar Fernando Tovar. Con nuestra mediación, pudimos establecer una audiencia con el embajador del momento, al encuentro asistió el alcalde con una nutría delegación. La sorpresa fue grande para el embajador al ser enterado que en Colombia había un municipio con el nombre del general bolivariano.

El encuentro fue cordial y fructífero. Tovar tomó la iniciativa de invitar al diplomático al pueblo, no solo a conocerlo, sino a participar del lanzamiento de dos libros, uno del escritor anzoateguiense, Leonel Osorio Cardona y el otro de nuestra autoría. Sin pensarlo dos veces el embajador aceptó gustoso la invitación.

Se hizo presente con una importante delegación cultural y comercial. Se mostró interesado en echar para la adelante la iniciativa. “Ustedes tienen agricultura y nosotros tenemos petróleo, se podría establecer un intercambio en equidad”, indicó. Adicionalmente, destacó el intercambio en el terreno cultural. “Qué bueno poder financiar estudiantes de acá para que vayan a estudiar allá”, dijo. “Intercambiar muestras artísticas y culturales”.

Todo marchaba sobre ruedas. Al despedirse la delegación dijo que ahora nos veíamos en Barcelona, capital del estado de Anzoátegui. No fue posible. El borrego presidente del narcotraficante número 82, rompió relaciones diplomáticas con la hermana república venezolana intempestivamente a punta de mentiras y calumnias haciendo el juego a Estados Unidos. En esas condiciones, el proyecto se suspendió.

Con el actual mandatario de Anzoátegui, no se ha hablado del tema. De todas maneras, se espera un alcalde con visión universal que comprenda la importancia del ayuntamiento entre dos pueblos hermanos con muchas cosas en común, como las costumbres, el idioma, la religión y los libertadores.

Anzoátegui hoy

Anzoátegui en la actualidad es un pueblo con mucho comercio. Quienes de niños nos veíamos a gatas para pasar de una acera a la otra por las muladas y el cagajón, hoy se hace intransitable sus estrechas calles por la presencia “asombrosa” de motos y carros. La plaza General Anzoátegui fue convertida en polideportivo y algunas tabernas en supermercados. La tradicional plaza de mercado que se llama Simón Bolívar, fue reemplazada por el parque del arriero.

Se recuperó parcialmente la otrora carrera llamada: “Calle muerta”, ahora se llama: “Calle del Ecuador”. Ya no se dice burdel, ahora se llama: “Chongo”. Punta brava desapareció, ahora se llama barrio El Porvenir. El burdel ya no está en las afueras del pueblo, ahora está en el centro.  

Anzoátegui, está cambiado, no hay duda. Es un pueblo ubicado en una estribación de la cordillera central, un pueblo adolorido por tanta violencia, sufrió hasta dos tomas guerrilleras y macheteras impresionantes. De esas cenizas, sale una nueva generación con otra visión mucho más tolerante y pacífica, audaz y emprendedora. Una generación que se niega a seguir transitando caminos oscuros de violencia y de odio. Por el contrario. Añora la paz, la convivencia y el respeto por el otro. Son gentes buenas y generosas que sueñan con una segunda oportunidad,  llena de bonanza y oportunidades. Un pueblo que lucha silenciosamente por una segunda y definitiva independencia.

[i] LOMBANA SILVA, Nelson. Anzoátegui Tolima al filo de la esperanza. Impreso por Lifting diseño gráfico y publicidad. Primera edición 2017. Página consultada 45.
[ii] Ibíd. Página consultada 39.

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