martes, 20 de junio de 2023

Se hunde la reforma laboral, mazazo a la clase trabajadora

 


Por Nelson Lombana Silva

El hundimiento de la iniciativa de la Reforma Laboral en la cámara de representantes gracias al ausentismo ordenado por la gran oligarquía, constituye un mazazo para el pueblo colombiano, especialmente para la clase trabajadora, incluyendo a la inmensa mayoría de “chanchos” que ayer se movilizaron contra el presidente Gustavo Petro.

Se confirma una vez más la criminalidad de esta oligarquía en Santa Alianza, como en la vieja Europa, donde los medios de comunicación y el poder mafioso se manifestaron de qué manera para impedir cambios estructurales en la sociedad colombiana.

Lo dijimos antes y lo ratificamos ahora: No era una reforma laboral comunista, ni radical, era una reforma laboral encaminada a rescatar lo que los trabajadores teníamos y que la ley 100 hizo añicos en un período de ingrata recordación. No era más.  

Iniciativas como recuperar las horas extras, nocturnas, los dominicales, una jornada laboral humana, un salario acorde con sus actividades, estabilidad laboral, vacaciones dignas, se esfumaron por ahora, porque supuestamente dos parlamentarios no concurrieron a la sesión, parlamentarios que ganan mensualmente más de 37 millones de pesos y que juran en campaña estar dispuestos a defender los intereses del pueblo, de los trabajadores.

Se ha perdido la batalla, pero no la guerra. Ni un paso atrás. La pelea es peleando: Duplicar la lucha política, fortalecer la unidad y mejorar la información, fortaleciendo los Medios Alternativos de Comunicación para que la verdad llegue hasta el rincón más remoto de la patria.

Esa mueca de supuesta victoria que hoy muestra la gran oligarquía, se la cambiaremos por la mueca de la derrota más temprano que tarde. Este pueblo analfabeto que ayer marchó a favor de sus verdugos, algún día será alfabetizado, algún día comprenderá su error y asumirá una posición clara y consecuente con su clase social.

En esas condiciones, hay que redoblar la lucha y desenmascarar a esos supuestos padres de la patria que van al parlamento a legislar contra el elector sin piedad alguna. Esos bellacos que se aprovechan de la ignorancia política del pueblo incauto, dominado por la sociedad de consumo al extremo de ser pobre y pensar como rico.

La marcha de ayer, la observé con atención porque los medios masivos le dieron cubrimiento total, no vi en ella a Luis Carlos Sarmiento Angulo, ni los miembros del grupo Santodomingo, ni los cacaos de Medellín, ni los miembros del grupo de Carlos Ardila Lulle. Sólo pueblo, clase media, como verdaderos “borregos” gritando lo que la extrema derecha quería que gritara.

Este pueblo colombiano está tan amaestrado por esta sucia y mafiosa oligarquía con el respaldo de Estados Unidos, que usted de cien favores, le cumple 99 y lo juzga por la que no hizo realidad. La lucha de clases entonces, no es un eufemismo, es una realidad que hay que asimilar con hondo espíritu dialéctico. Nada de vacilaciones. Es más digno morir de pie que arrodillado.

El Pacto Histórico debe asimilar esta derrota con grandeza, fortaleciendo la unidad y la campaña electoral del 29 de octubre. Hay que hacer el esfuerzo con grandeza, anteponiendo el interés colectivo al personal. Es clave esta elección y sería el mejor respaldo al proceso, al presidente y a la vicepresidenta. Hay que destruir esos aparatos ideológicos y represivos de que hoy se vale la gran oligarquía para sostenerse en el poder, lo cual es posible con la unidad y la movilización popular

 

 

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