domingo, 28 de noviembre de 2021

“Raúl no se untaba de pueblo, él era pueblo”: Jorge Gómez


 Por Agamenón

l ex gobernador Luis Carlos Delgado Peñón, agradeció la invitación al homenaje al camarada Raúl Rojas González, tributado en Ibagué, el 27 de noviembre. “Es impresionante la mística que caracteriza a los comunistas”, dijo.



El ex gobernador liberal fue invitado porque fue amigo personal del camarada Raúl, durante su gobierno apoyó al semanario VOZ La verdad del pueblo con $5 millones de pesos. Además, no se dejó sobornar por las multinacionales megamineras. Anteriormente, se hicieron acuerdos políticos y esos, Nelson Lombana Silva fue concejal del municipio de Anzoátegui. Incluso, este exconcejal ejercía la secretaria general del Partido en el Tolima y fue amenazado de muerte, en consejo de seguridad que personalmente lo presidió interrogó sin ambages a los comandantes militares. “Díganme si están en condiciones de garantizarle la vida a Nelson Lombana Silva. Él es comunista yo soy liberal, pero somos como hermanos”. Delgado Peñón es un demócrata a carta cabal.

La intervención del camarada Jorge Gómez, no solamente arrancó aplausos sino admiración en el auditorio y quienes seguimos la transmisión por Facebook live, por la contundencia de la argumentación, por la claridad e importancia del evento y por la forma como destacó virtudes del camarada Raúl Rojas González. Sin lugar a dudas, lo más importante: La memoria.

Un fragmento de su vibrante intervención en la sede departamental y municipal del Partido Comunista, es el siguiente:

“Este evento tiene la gran importancia. Nosotros estamos entendiendo que el nuevo campo de batalla, el otro campo de batalla de los luchadores populares es la memoria. Esa memoria que nos quieren arrebatar cuando dicen que la masacre de las bananeras no existió, esa memoria que nos quieren asaltar y robar cuando se dice que la masacre contra la Up no existió. Eso es lo que está en juego. Están tratando de reescribir la historia.

Pero, el compromiso de nosotros y de nosotras es mantener la memoria del país, la memoria revolucionaria. Estos actos nos lo refrendan, estos actos nos recuerdan que aquí hay una lucha de clases. Estos actos nos recuerdan que aquí, hay unos que defienden el estatus quo y otros que trabajan por transformar esta sociedad. Maravilloso este acto. Y tenemos que hacer muchos.

Un compañero nos decía: Pero, si nos ponemos a hacerle homenaje a todos nuestros muertos no terminamos. Es esa memoria, es ese ejemplo, el mensaje, la guía que nos ha entregado, la impronta que ha hecho el Partido Comunista, las organizaciones sociales, las organizaciones progresistas.

Me siento orgulloso de haber podido estar aquí hoy, de compartir este escenario comenzando con una ironía: Quizás, la persona que trabajó por este acto hoy no está aquí: Nelson Lombana Silva. No está porque tiene un problema de salud, pero está con nosotros.

Agradecer la presencia de la organizadora departamental del Partido Comunista, la compañera Magda Guzmán; agradecer a los miembros del Partido Comunista Departamental. Francisco Barreto es un símbolo del Partido. Agradecer la presencia de personalidades, gobernadores, concejales, porque es que este acto se parece mucho a Raúl. Alguien mirara este acto ahí está Raúl.

Quiero destacar algunos aspectos de la personalidad política de Raúl. Hablemos por partes: Decimos los comunistas: Es que nos estamos alejando de los principios leninistas de organización. Creo que en estos momentos estamos perdiendo una batalla contra la ideología neoliberal. La ideología neoliberal es el individualismo. Estamos perdiendo esta batalla.

En este acto hablamos con inmensa admiración del camarada Raúl. Nos criticó y lo criticamos, pero se conserva esa inmensa gratitud. Pero, políticamente, Raúl tuvo unas cualidades: La primera: La constancia. En este momento que es tan fácil escribir una carta de renuncia y tan fácil crear otra cosa y convertirme en líder precario. Raúl oía hablar del Polo y levantaba la cara para preguntar: ¿Y la Revolución? ¿Y el Socialismo, el comunismo? Siempre tenía la brújula. En la tormenta, en el huracán, él sabía hacia dónde tenía que salir. Esa abnegación. Ese compromiso que tuvo Raúl. Fueron esas luchas campesinas, pero también esas luchas viviendistas. Raúl siempre estaba pensando en los campesinos, en los destechados y convencido, real, concreto. No hay un compromiso igual al de Raúl. Esa abnegación de Raúl rayaba en el sacrificio.

Pero, también tenía un compromiso superior con el Partido Comunista. Cuando el partido comunista dijo que nosotros considerábamos de la existencia de la lucha armada en Colombia, no solamente era legítima, vigente, Raúl salió a hacer eso. Era partido de que aquellos que se le cerraban los espacios por acción del sistema asesino. Raúl estuvo convencido de esas formas del pueblo expresar su inconformidad. Pero, cuando el Partido optó por la orientación de la salida política negociada, no hubo un compañero más comprometido, más claro y decidido en esta tarea que Raúl Rojas. Dio el debate donde tenía que darlo. Incluso, donde no había que darlo. Pero, lo daba porque estaba, absolutamente convencido de la legitimidad de la salida política negociada.

Trabajó por ella, trabajó por la paz con decisión, con convicción, con arrojo, arriesgándolo todo: La vida y la misma seguridad de su familia.

Una tercera virtud de Raúl: La más amplia convergencia. El hecho que los liberales, los conservadores, han conocido a Raúl, lo hayan conocido como un Comunista irrenunciable, también lo conocieron hablando, negociando, pactando, elaborando listas, elaborando programas, coincidiendo.

Tenía un humor lleno de cariño, de fraternidad, de respeto. Como decía un compañero aquí, a Raúl hay que reivindicarle su carácter humanista. Por eso digo, que no hay un evento que se parezca tanto a Raúl como éste. Yo me siento muy orgulloso de haber podido estar en este evento, porque también tuve la oportunidad, aunque por poco tiempo, disfrutar de esta cercanía humana que inspiraba Raúl.

Con Raúl no se sentía ni forastero, ni se sentía de Bogotá, ni se sentía de afuera: Se sentía cercano a él. Era un hombre que llegaba a la casa de los campesinos. El cuerpo de seguridad sabe que le tocó andar muchísimo por todo el Tolima. Se metía a la cocina, compartía el tinto con las personas, era muy cercano. No se untaba de pueblo, él era pueblo.

Bienvenido este homenaje, bienvenido la posibilidad de mantener la memoria viva y no nos debemos dejar arrebatar. Que siga vigente. Que siga nuestra lucha. ¡Viva Raúl Rojas! ¡Viva el Partido Comunista Colombiano!”

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