miércoles, 20 de marzo de 2019

La figura perversa de Luis Almagro

Secretario General, Luis Almagro  e Iván Duque Márquez. Foto: Internet
 Por Nelson Lombana Silva

La intervención de la canciller venezolana Delcy Rodríguez, en la Organización de los Estados Americanos (OEA), desnuda valientemente al secretario general de esta, Luis Almagro. Lo hace en el salón Simón Bolívar, en Washington.


De forma clara y valiente, la canciller devela la parte oscura de este siniestro personaje que desde la Secretaría General de la OEA, ha maniobrado abierta y descaradamente contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, sirviendo como perro faldero a los Estados Unidos.

Un fragmento de su clara intervención la registra la página web: www.pacocol.org

“Hay dos modelos contrapuestos, antagónicos en el seno de la OEA: El proyecto bolivariano, basado en la unión de la Patria Grande, basado en la defensa y la profundización de la independencia y la soberanía de nuestros países y un proyecto expansionista territorial, cultural, militar y mediático, controlado por Estados Unidos.

Vemos con preocupación y alarma cómo desde la llegada del Secretario General, Luis Almagro, ha dedicado su gestión a agredir obsesivamente a Venezuela y a su pueblo.

Su actuación ilícita, unilateral, arbitraria, desviada y parcializada motivó que en la 46 asamblea general de la organización de Estados Americanos del 13 de junio de 2016, llevada a cabo en República Dominicana, se aprobara una resolución originada por la preocupación profunda manifestada por los cancilleres de la región por la dignidad y a actuación del señor Luis Almagro.

Los pueblos del mundo deben conocer cómo llega este oscuro personaje a la Secretaría General de la organización de los Estados Americanos.

El presidente Nicolás Maduro Moros ya había advertido al presidente amigo José Pepe Mojica de las desviaciones políticas de su canciller, Luis Almagro, al servicio de los factores imperiales.

Sabíamos que actuaba como agente de los intereses estadounidenses. Fue, gracias a la intervención del presidente Mojica, quien dio garantías plenas al presidente Maduro de que jamás Almagro atacaría a Venezuela. Se decide su apoyo y su elección.

Fue la crónica de una traición anunciada. Luis Almagro asumió funciones el 26 de mayo de 2015. Apenas 15 días más tarde, inició sus ataques y agresiones contra Venezuela.

Había llegado con un mandato muy claro a esta organización. El primero de ellos: Acabar con la Revolución Bolivariana. El segundo, sustituir al gobierno del presidente Maduro y dar su golpe internacional a las acciones violentas de la ultraderecha venezolana, socavando la soberanía y el Estado de Derecho, mediante la desestabilización del país.

Ya con la desaparición física de nuestro querido y amado comandante presidente Hugo Chávez, líder de la revolución bolivariana, había arreciado el plan para cercar a Venezuela, se iniciaron acciones dirigidas a fomentar un bloqueo financiero contra nuestro país.

Se “carterizaron” las exiguas fuerzas productivas privadas de Venezuela para boicotear la comercialización y distribución de alimentos y medicamentos; se profundizó el contrabando de extracción de bienes esenciales de la población hacia Colombia y se manipuló con un marcador ficticio y virtual el valor de la moneda venezolana, respecto a la divisa estadounidense en la frontera con Colombia.

Esta dirección multiforme económica contra Venezuela ha estado acompañada con los poderes fácticos internacionales: Financieros y mediáticos, alentados por un plan articulado y respaldado desde Washington.

Almagro no actúa solo ni por sí mismo. Es conducto de los mandatos que desde esta ciudad le dictan, y acompaña además, su gestión con el contubernio de una facción pequeña de un grupo de países en el seno de la OEA.

Un objetivo los vincula desde distintas posiciones: Crear el ambiente entre la comunidad internacional de que algo grave ocurre en Venezuela que justifique la intervención en todas sus dimensiones.

Las normas generales van en funcionamiento de la secretaría general establece que, quien ocupe ese cargo, debe desempeñarlo con integridad, independencia e imparcialidad. Esas son exactamente las características que el señor Almagro no posee. Carece de independencia, cuando se somete voluntariamente al servicio del país más poderoso de esta Organización y actúa como su agente burocrático, su operador propagandístico, su asistente político y su extorsionador local.

Carece de integridad cuando salta las normas de la Organización, viola el Derecho Internacional, usa a propósito, información falsa, contradice abiertamente las decisiones de los Estados miembros y amenaza a quienes no lo siguen en su agenda de destrucción contra Venezuela.

Carece también de imparcialidad, cuando sin escrúpulo organiza una campaña con recursos de esta organización como no se ha visto en muchos años para desestabilizar a Venezuela, al tiempo que se hace el ciego ante las enormes violaciones cometidas por el país que le paga su sueldo.

El señor Luis Almagro forma parte de una línea oprobioso de secretarios generales como Carlos Dávila que en 1954, apoyó la invasión a la Guatemala de Jacobo Arbenz o José Antonio Mora, que en 1965, consintió la invasión a República Dominicana.

No me equivoco cuando afirmo que el señor Almagro es un mentiroso, deshonesto, malhechor y mercenario. Un traidor a todo lo que representa la dignidad de un diplomático latinoamericano.

Quiero traer una presentación donde se devela la campaña de quien hoy ocupa el cargo de Secretario General en contra de Venezuela: Desde la elección como secretario general, en mayo de 2015, la cuenta twitter del señor Almagro ha dedicado, prácticamente, el 21 por ciento de sus twitt, es decir, uno de cada cinco, a la campaña contra Venezuela.

Del 14 al 24 de marzo de 2019, mientras las inclementes lluvias azotaban al hermano pueblo de Perú, tras la presentación del infame y mentiroso informe sobre Venezuela, el Secretario Almagro ha dedicado el   73 por ciento de sus Twitt a la campaña contra Venezuela. El resto de la agenda hemisférica, 14 twitt.    

Un twitt en donde llama “dictadorzuelo” al Jefe de Estado de Venezuela, ladrón. Anuncia, además, que esta Organización se ha desvirtuado de una organización intergubernamental donde el secretario general trabaja con los factores más extremos del congreso estadounidense.

Una carta del 18 de mayo donde se excede en su vulgaridad y grosería contra el Jefe de Estado, el presidente Nicolás Maduro. No conforme hay allí la participación el 12 y 13 de mayo de 2016, en un foro donde abiertamente el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, ex presidente de Colombia, ya a la ocupación del territorio venezolano por un ejército extranjero. Muy grave, realmente, este tipo de actuación.

Además, el secretario ha sostenido que podamos contabilizar solamente entre 2016, 2017, 26 reuniones con la oposición venezolana, de las cuales el 57 por ciento han sido con los militantes de Voluntad Popular, facción de la ultraderecha extremista, violenta en nuestro país.

Sus viajes del 4 de septiembre de 2015, ha viajado a Colombia; el 14 de enero viajó a Italia; el 8 de marzo, viajó a Chile; 11 de abril a Estados Unidos, Miami; el 13 de mayo a Miami; del 13 al 15, República Dominicana; del 12 al 15 de julio a París; del 13 al 16, a Georgia (Estados Unidos); 20 al 21 de septiembre de 2016, a Nueva York (Estados Unidos); el 5 de octubre 2016 a Paraguay; el 6 de octubre de 2016, Brasil; el 21 de octubre a Miami; del 14 al 16 de diciembre de 2016 a Ottawa (Canadá); del 24 de enero de 2017 a Bélgica (Bruselas); el 25 de enero a España.

En todas estas visitas, en todos estos viajes, el señor Almagro tuvo pronunciamientos contra el gobierno de Venezuela.

Yo quiero referir las normas que directamente se han violentado con la actuación desviada, ilícita, arbitraria, parcializada del señor Almagro: Artículo 1 de la carta de la OEA, quiero resaltar: La organización de los estados americanos no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente carta. Ninguna de cuyas disposiciones le autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros.

También el artículo 107, el artículo 118, quiero resaltar: En el cumplimiento de sus deberes, el señor Almagro y el personal de la secretaría no solicitarán, ni recibirán instrucciones de ningún gobierno, ni de ninguna autoridad ajena a la organización. Cosa contraria ha ocurrido en cada uno de sus viajes, cosa contraria ha ocurrido cuando se reúne con los congresistas de las facciones más extremistas del congreso de los Estados Unidos, donde le dice qué debe hacer en contra de Venezuela y se abstendrá de hablar en forma alguna que sea compatible con su condición de funcionario internacional responsable...”

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