martes, 12 de marzo de 2019

“Con Duque hay resurgimiento del paramilitarismo en Colombia”: CUT Tolima

Por Nelson Lombana Silva

El presidente regional Tolima de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Rosemberg Bernal Ardila, dijo que con la presidencia de Iván Duque Márquez se recrudece en Colombia la violencia contra el pueblo colombiano a partir del resurgimiento del paramilitarismo.


El dirigente sindical señaló enfáticamente su desacuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo y la postura agresiva contra la hermana república bolivariana de Venezuela, cediendo el territorio nacional para una invasión militar con la presencia de marines de Estados Unidos.

Abogó por el respeto al Derecho Internacional y la libre autodeterminación de los pueblos. Dijo que el acuerdo de paz de la Habana firmado en Bogotá entre la entonces Farc – Ep y el Estado, Duque lo ha echado “por la borda”. En ese sentido, sostuvo que la prioridad en el presente año es la preparación y realización del Paro Cívico Nacional.

“Se pretende el restablecimiento de la guerra, la restitución del paramilitarismo. En cinco meses hay 200 asesinatos en Colombia”, subrayó. En relación con desempleo galopante en este país, sostuvo: “El gobierno no tiene una política pública de empleo”. Agregó: “Este no es un gobierno legítimo de los intereses colombianos”, como quien dice: “Habla español, pero piensa en inglés”.

Exhortó al pueblo tolimense a la lucha sindical, pero también a la lucha política, participando activamente de la contienda electoral que se viene desarrollando. También hizo referencia a la Justicia Especial para la Paz (JEP), señalando que no es solo para la guerrilla desmovilizada, sino también para los militares y demás financiadores de la guerra en Colombia.

Esta entrevista fue concedida a la página web: www.pacocol.org:  

-         Compañero presidente de la CUT seccional Tolima, ¿Qué análisis hace del momento que viven los trabajadores colombianos?
La lectura que hace la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), es de suma preocupación en materia laboral, en materia del contenido que tiene el actual Plan Nacional de Desarrollo (PND), es un plan que no tiene elementos de desarrollo social, que no da la posibilidad de disminuir los índices de desempleo que hay en Colombia, que anuncia una serie de medidas que contrarrestan todos los espacios democráticos que se demandan en una sociedad democrática.

Pero, déjeme decirle de otro lado que, a nivel continental la preocupación es suma. El caso de Venezuela, el posicionamiento de la ultraderecha en Argentina, en Brasil, comodines del imperialismo norteamericano, que pretenden a toda costa desde el territorio colombiano invadir a la hermana nación de Venezuela.

Pensamos que esto convoca a los sectores democráticos, a los trabajadores y a la sociedad en su conjunto, a un rechazo abierto y contundente. Le apostamos todo el tiempo al Derecho Internacional Humanitario, en el sentido de que sean los propios pueblos los que resuelvan sus propias contradicciones. Anunciamos nuestra abierta oposición a la actitud del presidente Iván Duque, presidente de la ultraderecha de este país, que pretende un sinnúmero de medidas antipopulares que no se prestan para resolver los problemas principales que tiene este país. Pero, además, de prestar el territorio para la invasión de marines americanos con la pretensión de invadir la hermana república de Venezuela. Contra todas esas leoninas medidas, vamos a preparar un Paro Cívico Nacional.

-         ¿Podría decirse que el plan de desarrollo del presidente Duque es más para la guerra que para la paz?

Es un plan abiertamente con el propósito en otras naciones. Creemos que aquí la pretensión de obstaculizar los acuerdos de la Habana, un esfuerzo que se hizo por acabar la guerra, el conflicto social y armado. Hoy, esos acuerdos están echados por la borda.

La lectura que le damos es que lo que se pretende es el restablecimiento de la guerra, el control de los territorios, la restitución del paramilitarismo de manera abierta. De eso da cuenta el sinnúmero de dirigentes sociales, populares, sindicales, en menos de cinco meses la cuenta está por encima de las 200 desapariciones y asesinatos.

Luego, eso es lo que nos abre la compuerta para decir: Tenemos que alistarnos, hacer un frente popular con los sectores democráticos que tengamos una capacidad de movilización para reclamarle a este gobierno que ese plan nacional de desarrollo no lo aceptamos, que demandamos la paz para los colombianos, que ninguna nación del mundo puede desarrollarse, ni puede tener progreso, si no tiene la condición fundamental que es la paz. Pero, una paz con garantías que signifique acceso a los derechos fundamentales que tiene cualquier ciudadano que viva en el planeta tierra.

-         ¿Cómo analiza usted la capacidad de respuesta de la clase trabajadora colombiana y tolimense para enfrentar esta arremetida brutal de la clase dominante en el 2019?

En primer lugar, el gobierno no tiene una política pública de empleo, la ha disminuido en tanto que en la medida que el gobierno permea una política de importación de alimentos, de importación de manufacturas, importación de autopartes. Esas importaciones en la práctica que están diciendo no a la mano de obra colombiana. Esas importaciones pretenden darle un rol distinto y por esa vía el gobierno jamás logrará disminuir los índices de desempleo.

Segundo, no existe una política clara de seguridad social. Hoy lo que se pretende es más privatización de los fondos, acabar con Colpensiones, aumentar las semanas de cotización, hacerle una reforma estructural al sistema pensional; pretende una reforma laboral en donde en las cuentas del gobierno disminuir los índices de desempleo que es vergonzoso para América Latina y el Mundo, y es que se trabaje por horas.

Ante esos planes que el gobierno tiene planteado en el plan nacional de desarrollo, en los diferentes eventos de los trabajadores les hemos dicho: No vamos con esa política, nosotros vamos a prepararnos a unas contiendas para enfrentar la política del gobierno en materia laboral, social, en materia pensional. Pensamos que una de las mejores coyunturas para los sectores democráticos y el pueblo en general, es la contienda política, en donde hay que tomar partido, tomar aseguramiento en mejores controles democráticos de los gobiernos locales. Internamente las organizaciones sindicales y los sectores populares a discutir nuestra propia representatividad en las próximas elecciones regionales. 

-         ¿Podría decirse que el gobierno colombiano está más pendiente de los problemas internos de Venezuela que de los problemas internos de Colombia?

Totalmente de acuerdo. Efectivamente, pareciera que Colombia se hubiera ofrecido para ser puente y penetración de la invasión. Es eso realmente. Colombia se ha comprometido con la comunidad internacional, aliada con Estados Unidos, a ofrecer “ayudas humanitarias”, cuando en Colombia el pueblo de la Guajira, la amazonia, los pueblos del Chocó padecen de física hambre, de miseria.

Con esta actitud de Duque y el uribismo, sectores empotrados en el poder en el gobierno colombiano, es como pretender decirle al mundo que en este país no existe violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH), que en este país va bien, tanto que le apuesta a mediar, cuando aquí realmente lo que hay es un resurgimiento de la guerra, un resurgimiento de sectores oscuros, que en años anteriores jugaron el papel  de la desaparición, del avivamiento de la guerra, de la desaparición y control de los territorios. Realmente, este no es un gobierno legítimo de los intereses de los colombianos. Por eso, nos la jugamos por la autonomía de los pueblos, vamos con los indígenas, vamos con el movimiento estudiantil, que ha mostrado su capacidad y tenacidad en la movilización callejera, logrando arrancarle al gobierno de Duque algunos recursos importantes para la educación superior.

-         Unos temas importantes que ha venido tocando usted en esta entrevista son la resistencia, la lucha sindical, pero también la lucha política. ¿Qué busca con ello?

Ambas cosas. En ambas cosas nos encontramos en el escenario: La lucha política, contra toda esta ofensiva de la ultraderecha, un gobierno antisocial, un gobierno abiertamente al servicio de los intereses de la invasión al pueblo venezolano. Pensamos que hoy es Venezuela, mañana será Colombia el portaestandarte para agredir cualquier otro país de América Latina.

En segundo lugar, la oportunidad de que en medio de toda esta incertidumbre del pueblo colombiano tengamos que optar por las mejores formas de autogestión desde abajo, desde los sectores populares, hacia el movimiento campesino, es un momento fundamental y crucial en las transformaciones de la sociedad. Hoy, la devastación del campo es inconmensurable, en la ciudad de igual manera, la crisis de la salud, la mercantilización de la vida, la situación del magisterio colombiano de irse a un paro para financiar la educación pública, desde preescolar hasta la educación superior, la situación ambiental, resulta una parte fundamental, el anuncio de la violación abierta de los acuerdos en la Habana, el pretender de que todos los que se acogieron al proceso de paz, que esperan y demandan del gobierno cumplimiento hoy, la pretensión es devastar la justicia especial y mandar a todas estas personas que estuvieron en su momento en situación de dificultad en desarrollo del conflicto interno social y armado. Pero, la lectura correcta es que la JEP es para los desarmados, para los desmovilizados, la JEP también son los crímenes de Estado, para los militares de alto rango, con sus numerosos falsos positivos. Luego, entonces la JEP se ha querido mostrar que solamente es un instrumento jurídico para aplicarle a los desmovilizados. Déjeme decir que es también para los militares. Hay un sinnúmero de militares que se han venido acogiendo a esta figura jurídica. 

-         Finalmente, en el departamento está surgiendo y desarrollándose un movimiento que se llama “Convergencia Alternativa por el Tolima”. ¿Qué perspectiva le ve usted a esta iniciativa popular?

Como Central Unitaria de Trabajadores (CUT), nosotros estamos con las puertas abiertas. Esta es una casa sin ventanas y sin puertas, precisamente, porque aquí está la democracia. Vamos a empezar a discutir qué vamos a hacer por este departamento, qué hacer por Ibagué, qué hacemos por la paz de este departamento, qué hacemos con los trabajadores. Venimos en esas discusiones.

Yo pienso, compañero Lombana, que posteriormente estaremos con mejores rendimientos, con mejores apuestas. Hasta ahora se inicia como el marco de discutir el terreno, la dificultad en que se encuentra el país, la región. Vamos a asumir ese debate, esa discusión y vamos a tener que tener en el camino la ruta cierta. Esa ruta cierta es la democracia, es la participación, es buscarle una salida a los conflictos sociales, buscar también cómo confrontar al establecimiento. Hay que confrontarlo de manera que podamos restituir el debate de los trabajadores. Segundo, vamos a volvernos a ganar las calles, que es el espacio más contundente y específico para denunciar todos los atropellos y vejámenes de que es objeto la clase obrera.

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