miércoles, 6 de marzo de 2019

Feliz y combativo día de la mujer

Por Nelson Lombana Silva

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 1977 decretó la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer”, el 8 de marzo. Lo hizo con el fin de reconocer públicamente el papel protagónico de la mujer en el desarrollo histórico de la humanidad, papel protagónico que ha sido desconocido y subvalorado por una sociedad capitalista machista, crédula y egoísta.


Durante largos y azarosos siglos se sostuvo la tesis de que la mujer no pensaba y no tenía derechos. Su misión exclusiva era la procreación y pare de contar. Las religiones la cosificaron al extremo de afirmar que por su culpa, el hombre pecó y fue expulsado del paraíso, condenado a ganarse el alimento con el sudor de su frente. Es decir, el desprecio por la mujer no ha sido de ahora. El filósofo Schopenhauer sostenía cínicamente que la “mujer era de cabellos largos e ideas cortas”.

Sobreponerse a toda esa crueldad no ha sido fácil. Incluso, hay que decir que todavía existe el machismo y el complejo de superioridad por parte del sistema capitalista que sigue considerando que la mujer no es más que un simple objeto que una vez se usa se tira al cesto de la basura. Contra ella se ejerce la más brutal explotación del hombre por el hombre, se es estigmatizada y contratada con menor salario en relación con el hombre.

Haciendo un poquito de historia podemos darnos cuenta que el origen del día internacional de la mujer está salpicado de sangre, tragedia y a su vez, resistencia heroica. Las mujeres protestan exigiendo un horario más digno y un salario igual al hombre. En Nueva York (Estados Unidos), los patronos pensando asestar un escarnio para toda la vida generan un voraz incendio en la fábrica Cotton, mientras las trabajadoras laboraban a puerta cerrada. Se calcula que 146 mujeres fueron calcinadas por las llamas. Esto ocurrió el 8 de marzo de 1908. El 3 de mayo de este año, se realizó en Chicago (Estados Unidos), un acto en reconocimiento a la mujer. Al encuentro se hicieron presentes mujeres Socialistas, entre otras, Corinne Brown y Gertrude Breslau Hunt. 

Este encuentro sirvió de antesala para que el 28 de febrero de 1909, se celebrara o conmemorara por primera vez en Nueva York, el “día nacional de la mujer”. Cerca de 20.000 mujeres marcharon exigiendo espacio e igualdad de condiciones ante el hombre. En el siguiente año, se realizó la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, cuyo tema central fue el derecho al sufragio o voto universal para todas las mujeres sin distinciones de ninguna naturaleza. Clara Zetkin, una de las lideresas del levantamiento de más de 20.000, se proclamó el 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora. Recordemos que la mujer colombiana pudo ejercer su derecho al voto a partir del plebiscito de 1957. Solo a votar, más no a elegir.

Así las cosas, esta efeméride no se puede convertir en un día más de febril consumismo, debe tener una connotación política distinta. La mujer como el hombre, aún no ha roto sus cadenas, el desempleo alcanza índices dramáticos, se expande la violencia, el grado de empobrecimiento aumenta, el acoso sexual es el pan nuestro de cada día y, adicionalmente, la mujer sigue pariendo hijos para la guerra. La mujer debe organizarse y luchar por sus derechos, por un país más justo y humano al alcance de todas y todos. Hay que entender que la mujer es el 50 por ciento de la realidad humana. Si no ha conseguido este reconocimiento es por la desinformación y la desunión que existe. Pero, también por la criminalidad del sistema capitalista que se sostiene sobre montaña de crímenes e infames mentiras. Ayer como hoy, el llamado es a la unidad, a la movilización y a la lucha. Salud mujer y gracias por existir…

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