viernes, 22 de noviembre de 2013

Por el derecho al trabajo que se reabra el café de don Hernán

Don Hernán Tafur Melo, lucha por el derecho al trabajo. Foto Nelsoi
Por Nelson Lombana Silva


Don Hernán Tafur Melo, de 63 años de edad, es un habitante del barrio Gaitán de la ciudad de Ibagué, propietario del café billar “El Cuncio”, ubicado sobre la carrera 11 No. 39 – 40, abierto al público hace más de cuarenta años, fue sellado por el inspector de policía, Ricardo Cárdenas Portela, aduciendo uso del suelo cuando aún las autoridades municipales no han implementado dicha norma, según señala el juez de paz, Luis Alberto González Rocha.



La decisión del funcionario ha causado revuelo en el barrio por cuanto es un sitio de sana diversión donde no hay una sola queja por parte de la comunidad. Por el contrario, la comunidad viene expresando su inconformismo habida cuenta que su propietario goza de amplia reputación y es a su vez, su única fuente de trabajo para alimentarse, alimentar a su mujer y sus dos hijos.


Toda la documentación habida y por haber la maneja don Hernán Tafur Melo. Sin embargo, no ha sido óbice para el funcionario mediante resolución número 113 de fecha 09/10/2012 de la inspección de policía del barrio Gaitán cerrar dicho establecimiento, definitivamente. ¿Quién me va a mantener de ahora en adelante?, dice don Hernán pensativo.


Visitamos el local. Es un sitio higiénico, aseado, sanitario para las damas y orinal para los hombres. No todo el mundo entra al recinto. Don Hernán es cuidadoso en seleccionar su clientela. No se expende ni se consume allí alucinógenos. Nunca ha habido un escándalo ni siquiera un llamado verbal por parte de la policía. Sin embargo, el inspector Ricardo Cárdenas Portela, al parecer en un arranque de prepotencia y abuso de autoridad ha tomado esta fatal decisión colocando al filo del desespero y de la incertidumbre a una familia y por qué no decirlo a toda una comunidad.


La página web: www.pacocol.org recorrió esta mañana el sector bajo el torrencial aguacero con el fin de buscar la opinión del vecindario e intentar conocer de primera mano la verdad. Sería la más autorizada para aprobar o desaprobar la acción del inspector de policía. Entrevistamos a varias personas, hombres y mujeres y ninguna persona aprobó la decisión de dicho funcionario. Por el contrario, se declararon sorprendidas de la decisión y exigieron tumbar la sanción en la mayor brevedad posible.


Reacciones de la comunidad


Son muchas las reacciones de solidaridad y apoyo de los vecinos a la lucha que viene librando don Hernán Tafur Melo para que su oficina de trabajo sea abierta rápidamente. Algunas de las reacciones son las siguientes:


José Humberto Reyes: “Vivo en el barrio Gaitán desde 1954; era inicialmente una invasión. Después de cuatro años de vivir aquí, los buses comenzaron a bajar por la carrera 11, bajaban hasta la 38, 39. Hasta ahí bajaban. Para mí don Hernán es una magnífica persona, un buen vecino en el barrio. Siempre lo hemos distinguido acá con su negocio. Hemos estado jugando y tomando. En nuestra juventud manteníamos casi todos unidos por acá”.


“Cerrarle el negocio es por perjudicarlo porque él como dueño del negocio, a los clientes los trata muy bien. No sé por qué motivo le cerraron el negocio. De lo que yo conozco de él es una magnífica persona. En este negocio nunca ha habido escándalos. No hay ningún motivo para que  le cierren el negocio. Estoy de acuerdo con que se vuelva a abrir este negocio porque hace falta para distracción del vecindario. Siempre viene uno aquí y se divierte sanamente”.


Amanda Durán, vecina más cercana: “Veo que no hay ningún motivo para que le cierren el café a don Hernán, porque yo nunca he visto cosas malas entre el negocio. Cada que necesito algo allá me la paso y siempre veo gente honorable jugando billar; nunca he visto gente de malas costumbres o viciosa, nunca, jamás. No hay motivos para que le cierren el negocio a don Hernán”.


“Sinceramente yo estoy asombrada. He preguntado una y otra vez por qué le cerraron el negocio y nadie ha dicho ni una sola razón válida. Soy la más cercana al negocio y puedo dar testimonio que nunca se han presentado escándalos. La música es baja. Incluso, le he preguntado por qué la música tan bajita y me dice que a él no le gusta la música a gran volumen. Es un buen vecino. Incluso, él fue el que nos recomendó para vivir en esta casa y ya llevamos seis años viviendo. Buen vecino, la señora también es una excelente persona”.


Luis Eduardo Aguilar, vecino: “Don Hernán es una buena persona, responsable, buena gente. Hace más de tres años lo distingo. Es un señor muy honorable. Nunca se han presentados hechos criticables en este negocio. Él se reserva el derecho de admisión, no recibe a cualquiera. Estaría de acuerdo con que se reabra este negocio porque hace falta”.


Edilberto Vergara, vecino: “Hace doce años aproximadamente que distingo a don Hernán, asumiendo siempre un excelente comportamiento. No estoy de acuerdo con que le hayan sellado su fuente de trabajo, porque igual este es un sitio para uno venir y entretenerse sanamente. Hace falta para la recreación”.


Maribel Machado, vecina: “Bueno, yo tengo cincuenta años y conozco a don Hernán hace más o menos 25 años lo distingo a él. Su vida, su comportamiento es excelente. Es un buen vecino, con él no hay problema de ninguna naturaleza. Le cerraron el negocio por envidia, creo que no hay otra palabra. Se puede observar el buen estado del establecimiento. Es un sitio higiénico y bien organizado con todo lo de la ley. Estoy de acuerdo con que se vuelva a abrir este negocio, porque todo el mundo tenemos derecho a trabajar”.


Yesid Pava, vecino: “Recibí la noticia del cierre del negocio de don Hernán muy extrañado, porque realmente hace muchos años conozco este establecimiento y nunca he tenido quejas de los vecinos, tampoco que se ha presentado un problema acá, porque todo el tiempo que yo llevo en esta comunidad y ni un solo comentario negativo he escuchado”.


“Don Hernán es una persona seria y responsable, es amable, sabe tratar a la gente, por eso, nunca se ha presentado un problema en este establecimiento. Estaría de acuerdo con que volvieran a abrir el negocio porque él prácticamente vive y se sustenta de este negocio. Durante toda su vida ha vivido de este negocio, lo perjudicaría mucho si lo sellan definitivamente”.


Luz Marina Melo, vecina: “Este café billar que funciona acá hace más de cuarenta años no me afecta para nada. Somos vecinos y nunca hemos oído un solo escándalo. Nos aterramos el día que vinieron y le sellaron el negocio. Tampoco hemos escuchado la música estruendosa que no deje dormir, tampoco. Incluso, cierra muy temprano”.


“Mi papá visitaba este café todos los días. Su oficina era este billar. Desde las dos de la tarde hasta las once o doce de la noche. Mi padre se llamaba Luis Eduardo Melo. Para él era una terapia venir a jugar billar o parqués y se reunía aquí con sus amigos”.


“Ni una sola versión de que acá se venda alucinógenos para nada. Obviamente, estaría de acuerdo con que el billar sea reabierto, porque no afecta en nada y en cambio sí hay mucha gente que viene como terapia, es que el billar es una terapia. Por ejemplo, mi hermana cuando viene de Cali, entramos aquí a jugar billar. Me gustaría que lo abrieran de nuevo”.


Habla don Hernán Tafur Melo: “El café hace parte de la historia de este barrio”


Dialogamos con don Hernán Tafur Melo. Es una persona amable, cordial y respetuosa de la norma. Dispuesto a defender su derecho al trabajo señala que insistirá ante las autoridades para que se haga justicia y pueda seguir laborando. El café billar hace parte de la historia del barrio Gaitán de la ciudad musical de Colombia. Tiene su propia historia que don Hernán relata con cierta nostalgia y suma preocupación pues es su principal fuente de trabajo. El diálogo es el siguiente:


-         Don Hernán Tafur Melo, ¿Por qué ese nombre del café de El Cuncio?


Porque ese nombre de Cuncio era porque mi papá nació el ocho de un diciembre de 1918, en ese entonces se sacaban los nombres por medio del almanaque Bristol. A él le pusieron Concepción y nos siguieron diciendo “los Cuncios” porque era mi papá y yo me siento orgulloso que me digan Cuncio, porque yo quise mucho a mi papá, él murió inclusive al lado mío hace 18 años y es como si fuera ayer. Debido eso fue que bautice este negocio con ese nombre.

 
-         ¿Por qué se inclinó por este negocio del café billar?


Durante una época tuve una tienda en seguida de este negocio, negocio que fue embargado por ponerme a fiar. Me embargaron y acabé con la tienda, entonces me dio la idea de colocar unas mesitas de billar alquiladas y me comenzó a ir bien. A los seis meses me compré dos mesitas financiadas. Después fui comprando de a una hasta que compré cuatro mesitas, las cuales son de mi propiedad y las tengo para mí trabajo.


-         ¿Cuántos años lleva viviendo en el barrio Gaitán?


En el barrio Gaitán llevo viviendo 39 años, vine exactamente en 1975.


-         ¿Por qué llegó a este barrio?


A este barrio llegué proveniente de un pueblito llamado Doima, corregimiento del municipio Piedras, Tolima. Este es un corregimiento muy sano.


-         ¿Cuál es su estado civil?


Soy casado y tengo dos hijos ya mayores de edad: Hernán Tafur Peña y una niña de 19 años que se llama María Andrea Tafur Peña.


-         ¿Cuál es la forma de usted tratar a su clientela?


Los clientes los trato lo más de bien, porque vienen a dejarle a uno la platica y al cliente hay que tratarlo bien. Pero, sin embargo depende también del cliente porque a todo cliente se puede tratar bien tampoco. Como le digo: Hay clientes muy buenos y se pueden manejar, pero hay clientes que en realidad no se pueden manejar como debería ser.


-         ¿Permite el ingreso de todo el mundo a este establecimiento?


No acepto acá cualquier “personaje” porque sé que son personas que no se pueden atender.


-         ¿Qué horario maneja acá?


El papel que me dieron hace quince años, era cuando daban patente de funcionamiento que yo tengo una ahí, me ordenaba hasta las cuatro de la mañana. Ahora el papel que me dieron en planeación, que fue producto de un estudio, donde me tocó pagar once mil pesos, con una copia de la patente de funcionamiento y con la ficha catastral de que yo soy dueño de la casita, me dieron el permiso hasta las doce de la noche. De ahí, nunca me he pasado. Inclusive, cuando no hay nada que hacer estoy cerrando a las diez de la noche.


-         Entonces, ¿Cuánto tiempo funcionando este negocio?


Durante cuarenta años que tengo abierto este establecimiento es la primera vez que me lo sellan y en realidad me siento dolido, porque no lo dejan a uno trabajar y a la edad que tengo, que son 63 años, pues quién me va a dar trabajo ni siquiera para barrer.


-         ¿Qué es lo que más recuerda de esos 40 años?


Recuerdo de esas épocas que eran unas épocas muy buenas, se veía la plata. Era una cosa bestial. Había mucho movimiento. Ahorita ha cambiado mucho debido a la crisis económica que hay.


-         ¿Por qué el inspector de policía le cierra este negocio?


No entiendo qué le pasó a ese inspector porque yo le dije que qué delito le había cometido y me dijo que él me echaba todas las autoridades encima y el ejército. Yo le dije: “No me amenace, yo no soy ningún criminal”. Me dijo: “Le sello porque le sello”. Le dije: “Camine y me sella, yo respeto a la autoridad, pero me parece que esa no es la manera de proceder”. La patente de funcionamiento no es válida para él, es decir, el certificado de uso, que me lo dieron hace quince años allá en planeación.


-         ¿Usted había tenido antes algún problema personal con este funcionario?


Ni lo conocía. Me han dicho que nació en el barrio Alfonso López, que ya se le murieron sus padres y que vive en la casa paterna. No conozco esa casa. Solo el barrio cuando paso por ahí, pero a él solo vine a conocerlo ahora por medio de este problema.


-         ¿Cuál es el argumento que presenta este funcionario para cerrarle el café billar el Cuncio?

La razón es que para él no es válida, vuelvo y le explico, ese papel que me dieron en planeación hace quince años, el certificado de uso del suelo.

 
-         ¿Le ha dado opciones para que usted reabra su negocio?


Le mostré el papel y me dijo que para él no valía y yo le dije que yo sí lo hacía valer. Esa es la historia.


-         ¿No ha ofrecido una alternativa distinta que cerrarle?


Lo que le comento: Para él no es válido y para mí sí es válido y como le consta a usted junto con el juez de paz, según decreto no sé qué ese papel está vigente. Pero para él no es vigente.


-         ¿Ante esta situación qué piensa hacer?


Acudir hasta los últimos alcances a ver qué pasa. Todavía tengo energías para agotarlas luchando por el derecho al trabajo y a la justicia social.

 
-         ¿Qué le dicen sus tradicionales clientes?


Que lo han extrañado porque un billar desde hace tanto tiempo y que nunca lo habían sellado hasta ahora. Me imagino que al señor inspector yo no caí bien, no sé si alguien le diría algo, por cuanto bien sabe usted que la envidia existe toda la vida. Eso sí no he podido saber si fue algo que le dijeron a él y él está cometiendo esa infracción.


-         ¿Se preocupa usted por tener un sitio higiénico y atractivo?


Claro, como usted le consta señor periodista. Ya usted lo vio y le mostré todo tal y como es. Eso me extraña. Si hubiera habido algún muerto, si vendiera vicio o cosas raras, pues se justificaría. Pero, jamás me han gustado esas vainas. He sido una persona muy sana, vendo de una familia muy sana.

 
-         Bueno, ¿Por qué dice este funcionario que le sella por el uso del suelo?


Pues eso dice él y veo cantidad de negocios que están funcionando y para mí supuestamente no tienen documentos al día. Creo que todos los que manejen billares en Ibagué deben desaparecer es como el mensaje que deja entrever este funcionario. Dice que esto es residencial. Para mí, residencial puede ser en una montaña donde haiga gente es residencial porque viven los seres humanos. Cuantos más en un barrio donde todo está bien y no se ven cosas raras. Hay tiendas, hay supermercados.


-         ¿Seguirá luchando, no se dará por vencido?


Seguiré luchando hasta agotar mis energías. Hasta que el Cuncio sea reabierto y siga funcionando. Estoy vivito y con todas mis energías que da la razón y la lucha por el derecho a trabajar dignamente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario