miércoles, 21 de agosto de 2013

Militarismo impide a campesinos participar marcha en Ibagué

Por Nelson Lombana Silva

El rabioso militarismo cercó la ciudad de Ibagué, Tolima, para impedir la participación de los campesinos en la marcha programada por la mesa departamental de paro el día inmediatamente anterior, impidiendo de esta manera la libre locomoción, tal como lo contempla la constitución nacional.


Los campesinos pasaron la noche a la intemperie bajo el permanente hostigamiento de la fuerza pública, al parecer ofreciéndoles gasolina a los conductores para que retornaran a los campesinos a sus casas. Otros eran atemorizados e incluso, amenazados de muerte.

Pero, la represión no fue únicamente en la capital del departamento. En distintos puntos de la geografía tolimense. En el corregimiento de Castilla, municipio de Coyaima, donde hay cinco mil campesinos e indígenas, fueron brutalmente golpeados dejando como saldo tres labriegos heridos y cinco detenidos – según comisión de Derechos Humanos - que responden a los nombres de: Jesús Antonio Másmela, José Fredy Ospina, Iván Reinel Rada Vargas, Hernán López Ayala y Rosendo Cacais Caleño, campesinos e indígenas que al cierre de esta edición se encontraban en el puesto de policía del municipio de Saldaña. “Parecen los del ESMAD hienas humanas sedientas de sangre”, dijo indignado campesino de la zona, vía celular.

Por su parte, el boletín No 1 de agosto 19 de organización ambientalista del norte del Tolima, señala que la fuerza pública, especialmente la policía ESMAD procedieron de igual manera para intentar impedir el paso a centenares de campesinos provenientes de municipios como Líbano, Villahermosa, Santa Isabel y Murillo. Impidieron que los campesinos abordaran vehículos amenazando a los conductores de éstos de hacerles comparendo sí transportaban a los campesinos. Sin embargo, a pie los campesinos llegaron al cruce de la carretera que va para Lérida y se unieron a la protesta de los pequeños arroceros y docentes que se movilizaron en estos municipios del hermoso llano tolimense.

Luis Eduardo Rodríguez, líder cafetero del norte del Tolima, se declaró indignado por la forma arrogante y petulante como la fuerza pública trata de impedir la libre locomoción de los campesinos en la vasta zona. “Atemoriza, señala, le toma fotos a los campesinos y campesinas”, señaló vía celular.

La movilización en Ibagué

 Los trabajadores de la salud concentrados en el hospital regional “Federico Lleras Acosta”, coordinaron la movilización hacia el centro de la ciudad, después de las diez de la mañana, bajo un sol espléndido y el acompañamiento de algunos docentes, estudiantes de las distintas universidades, colegios y del sena. Fue una marcha pacífica, combativa y unitaria de respaldo irrestricto al paro nacional agropecuario y popular. Cerca de tres mil personas recorrieron las calles lanzando consignas de unidad, resistencia y organización campesina y popular.

 Los oradores coincidieron en rechazar la política antipopular del presidente Santos y la necesidad de apoyar decididamente los diálogos de paz que se adelantan en la Habana (Cuba) entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC – EP y el presidente de la república Juan Manuel Santos Calderón. Exigieron al gobierno nacional abrir diálogos directos con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y el Ejército Popular de Liberación, EPL.

 Nelsy Gómez Oliveros, presidenta de ANTHOC Tolima, señaló: “El sector salud está en la peor crisis, manifestamos nuestra indignación y rechazo a la reforma de salud, porque cada vez profundiza la lógica economicista en el modelo de salud que margina y excluye a los ciudadanos colombianos”.

 El presidente regional de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Pedro Antonio Varón, dijo que un gobierno que niega la salud, la educación, entrega la soberanía nacional para favorecer las multinacionales y transnacionales, es un gobierno criminal. “Un gobierno así tendrá que mirarse en el espejo para ver que los criminales no están en el campo popular, ni en el campo de los trabajadores movilizados, sino que los criminales están realmente en el propio manejo del Estado, en el propio gobierno, en el parlamento espurio, muchos de ellos financiados con la sangre acumulada del paramilitarismo que expropió miles y miles de hectáreas de tierra en Colombia, que sacó corriendo a las familias campesinas y que hoy a través de parlamentarios y funcionarios del Estado ejercen su poder entre comillas “legal”. Es ahí donde están los criminales”, subrayó el dirigente sindical.

 Edgar Sánchez Cortés (foto) miembro de la Marcha Patriótica y del Partido Comunista, intervino para expresar las razones fundamentales del paro nacional. Dijo que era una lucha reivindicativa pero también política.  Dijo que desde antier había comenzado la protesta en 28 departamentos, una protesta justa que hay que apoyar con decisión y coraje. “Es la lucha de clases”, subrayó. Agregó: “Hay cuatro puntos de encuentro en el Tolima por ahora: Líbano, Castilla, Coello e Ibagué, pero nos une un solo sentimiento: La lucha por los derechos”.

 De igual manera, el dirigente popular denunció los abusos de la fuerza pública. En ese sentido, destacó: “Desde el día de ayer (antier) hay más de 300 campesinos retenidos por la fuerza pública en el sitio de los túneles. Vienen a movilizarse, en el marco constitucional que nos ampara la actual constitución, pero la fuerza pública hace caso omiso a las leyes. Qué ironía: La ley violando la ley. Los encargados de hacer cumplir la ley las vienen violando. Ayer (antier) hablamos con el comandante de policía metropolitana y él garantizó la libre movilización. Nosotros no estamos taponando vías todavía. Nos estamos movilizando como le anunciamos al gobierno nacional. Pero un comandante de turno, los manda fuera del trono: Las fuerzas militares imponen su voluntad por encima de los políticos. A eso tenemos que cerrarle el paso. La ciudadanía colombiana es política no es militar; los que sueñan con el militarismo que se olviden, porque los golpes militares están llamados a recoger por la historia a lo largo y ancho de América Latina”.

 Gustavo Campos Rubio, campesino del cañón del Combeima, intervino para exigir del gobierno nacional respeto por los campesinos. “Nosotros los campesinos semos la máxima autoridad en Colombia. Exigimos un precio justo para la carga de café, un precio mínimo de un millón por carga y que baje el precio de los insumos. Ni por el más ni por el menos, ni por el putas retrocederemos”, dijo.

 El labriego Carlos Robledo, también del cañón del Combeima, empezó su emotiva intervención diciendo: “No esperen palabras filosóficas porque no las puedo expresar, pero sí vamos a expresar el reconocimiento histórico al día de hoy 20 de agosto: La socialización de las organizaciones obreras – campesinas en el país colombiano. En Colombia hacia falta un gobierno que le diera madera al pueblo para que vaya creando conciencia y pelié por sus derechos. Hoy nos encontramos en esta etapa. Estaba haciendo falta la unidad de la organización obrero – campesina y pienso que se dando en este paro. ¿Por qué se da esto? Porque ustedes de la ciudad necesitan a los campesinos y nosotros los del campo necesitamos de ustedes señores empleados de las instituciones públicas”, indicó.

 Agregó: “Nosotros los campesinos para tener acceso a la salud es muy complicado, diría criminal postura del gobierno, por la salud en Colombia comenzando por ella, para nosotros se convirtió en un negocio de unos cuantos y más para nosotros los campesinos que históricamente hemos sido desprotegidos”.

 Los profesionales de la salud del Federico Lleras Acosta hicieron un pronunciamiento, en algunos de sus acápites, señalan: “Manifestamos a la opinión pública el panorama permanente que presenta nuestra institución como son: La carencia de insumos y medicamentos esenciales para la atención integral, oportuna y segura de los pacientes. A pesar de insistir en la búsqueda de alternativas de solución por parte de la gerencia, no encontramos eco”.

 Más adelante, agregan: “Sumado a esto, el desmejoramiento de las condiciones laborales, salarios atrasados, el no pago de prestaciones laborales que van en sentido contrario con el plan de desarrollo proyectado 2012 – 2015, oportunidades para todos y para todas, en el campo y en la ciudad, la prestación de un servicio con calidad”.

 Denunciaron la no disponibilidad de camas para cirugías programadas, “ni pacientes aceptados por remisión de la red hospitalaria del departamento del Tolima. Es de aclarar, que se continúa con la atención de los pacientes actualmente hospitalizados en las unidades, atendiendo las urgencias vitales que se requieran. Queremos que los gestores de la institución, patrimonio de los tolimenses, asuman la responsabilidad para definir este panorama tan lamentable”.

 Por su parte, las enfermeras también hicieron un sentido pronunciamiento sobre la dramática situación por la cual está atravesando la salud en Colombia gracias al modelo neoliberal implementado en su totalidad por el presidente Santos. Una enfermera profesional que antes devengaba un salario de 2 millones de pesos, ahora le están cancelando el mínimo y no le están haciendo el desembolso oportunamente, señalaron.

Esta son algunas crudas realidades del paro nacional agropecuario y popular que se desarrolla en Colombia. Sin embargo, el presidente Santos con todo su cinismo que le caracteriza insiste en decir que no hay razones en Colombia para la protesta y su única respuesta hasta ahora es la represión y la criminalización de la protesta popular.


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