Por Nelson Lombana Silva
Un grupo de tolimenses mayores de edad, con gran sacrificio, estoicismo y decisión de salir adelante, recibió el cartón que los acredita como bachilleres técnicos, en ceremonia realizada el 8 de julio de 2023, en la granjita reserva natural, ubicada sobre la variante, en la ciudad de Ibagué (Tolima), gracias al colegio técnico Romega con sede principal en Girardot (Cundinamarca).
Un grupo de tolimenses mayores de edad, con gran sacrificio, estoicismo y decisión de salir adelante, recibió el cartón que los acredita como bachilleres técnicos, en ceremonia realizada el 8 de julio de 2023, en la granjita reserva natural, ubicada sobre la variante, en la ciudad de Ibagué (Tolima), gracias al colegio técnico Romega con sede principal en Girardot (Cundinamarca).
Es admirable el esfuerzo que hicieron los graduandos durante el presente año para adquirir el preciado tesoro del conocimiento. El docente Jesús Alberto Montealegre, en su breve intervención dimensionó el logro obtenido con dedicación y sacrificio, señalando que el esfuerzo cristalizado era “una manera de combatir la desigualdad social en el estudiantado”.
Por su parte, el miembro directivo de esta institución educativa, Yerson Molano, dijo que “nunca era tarde para estudiar y salir adelante”. Exhortó a los graduandos a continuar con el proceso educativo pensándose la universidad y ser profesional en un área del conocimiento.
Los graduandos estuvieron acompañados de sus esposos, sus esposas, sus hijos e hijas, tíos y amigos y amigas, que tuvieron a bien acompañar una gesta de esta naturaleza que ayuda poderosamente a comprender la realidad socio económico de la región y del país, pero, sobre todo, a transformar la realidad concreta a través del conocimiento y de la ciencia.
Sin lugar a dudas, este grupo se convierte en paradigma para las presentes y futuras generaciones, que en medio de las más agudas dificultades socio económica, no se dan por vencidos y luchan con tenacidad sin perder la esperanza, enseñando, a su vez, a sus hijos o hijas el camino de la superación a través del saber, del estudio.
Mientras Colombia no supere el analfabetismo, la aclimatación de la paz total y la justicia social, serán prácticamente una utopía. Una persona estudiada tiene la capacidad de pensar por sí misma, entender la compleja dinámica del país y contribuir a su transformación. Una persona que no estudia está condenada a ser utilizada como instrumento ciego en beneficio de una reducida casta oligárquica, quien nos gobierna a raja tabla a través de la sociedad de consumo. Estudiar es un acto revolucionario, que vale la pena dimensionar, por cuanto el conocimiento nos conduce al cambio, a ser mejores personas y a encontrar caminos para superar el estado de zozobra que vivimos a diario en Colombia.
Aprendemos a resolver las contradicciones a partir del diálogo y del razonamiento, a entender al otro, a utilizar la argumentación y no la fuerza bruta del más fuerte, a valorar el esfuerzo del otro y no esperar que se pierda para después lamentarse cuando ya es demasiado tarde. El estudio nos hace humanos, felices y dueños del futuro en comunión.
El esfuerzo de este grupo nos debe enseñar a derrotar imposibles y escalar la gran montaña con paso firme y con la convicción de que los obstáculos son para ser derrotados siempre en unidad y con fraternidad.
Por su parte, el miembro directivo de esta institución educativa, Yerson Molano, dijo que “nunca era tarde para estudiar y salir adelante”. Exhortó a los graduandos a continuar con el proceso educativo pensándose la universidad y ser profesional en un área del conocimiento.
Los graduandos estuvieron acompañados de sus esposos, sus esposas, sus hijos e hijas, tíos y amigos y amigas, que tuvieron a bien acompañar una gesta de esta naturaleza que ayuda poderosamente a comprender la realidad socio económico de la región y del país, pero, sobre todo, a transformar la realidad concreta a través del conocimiento y de la ciencia.
Sin lugar a dudas, este grupo se convierte en paradigma para las presentes y futuras generaciones, que en medio de las más agudas dificultades socio económica, no se dan por vencidos y luchan con tenacidad sin perder la esperanza, enseñando, a su vez, a sus hijos o hijas el camino de la superación a través del saber, del estudio.
Mientras Colombia no supere el analfabetismo, la aclimatación de la paz total y la justicia social, serán prácticamente una utopía. Una persona estudiada tiene la capacidad de pensar por sí misma, entender la compleja dinámica del país y contribuir a su transformación. Una persona que no estudia está condenada a ser utilizada como instrumento ciego en beneficio de una reducida casta oligárquica, quien nos gobierna a raja tabla a través de la sociedad de consumo. Estudiar es un acto revolucionario, que vale la pena dimensionar, por cuanto el conocimiento nos conduce al cambio, a ser mejores personas y a encontrar caminos para superar el estado de zozobra que vivimos a diario en Colombia.
Aprendemos a resolver las contradicciones a partir del diálogo y del razonamiento, a entender al otro, a utilizar la argumentación y no la fuerza bruta del más fuerte, a valorar el esfuerzo del otro y no esperar que se pierda para después lamentarse cuando ya es demasiado tarde. El estudio nos hace humanos, felices y dueños del futuro en comunión.
El esfuerzo de este grupo nos debe enseñar a derrotar imposibles y escalar la gran montaña con paso firme y con la convicción de que los obstáculos son para ser derrotados siempre en unidad y con fraternidad.
Solamente dos ejemplos
 |
| María Patricia Lombana Osorio. Foto: Nelosi |
Los esfuerzos realizados, a manera de ejemplo, por María Patricia Lombana Osorio, desde Roncesvalles, Tolima, un municipio tan distante e incomunicado, con hijos e hijas, sin más fuentes de trabajo que sus manos, asumió el reto y lo conquistó por lo alto con distinción de honor.
 |
| Jairo Antonio Ceballos Ramos. Foto: Nelosi |
Lo mismo resulta válido destacar la odisea de Jairo Antonio Ceballos Ramos, una persona laboriosa de siete de la mañana a nueve de la noche, deportista y padre de varios hijos, en una ciudad tan compleja y con tan pocas oportunidades como Ibagué. ¿No es para colocar de ejemplo de superación y deseos de entender el comportamiento del ser humano? ¿No es un ejemplo de superación para sus hijos y su esposa que también es una mujer de retos y desafíos?
Y así, podríamos seguir hablando de cada uno de los graduandos, pues cada uno de ellos y ellas, tienen su propia historia de sacrificio, abnegación y superación. Felicitaciones a todos y a todas, incluyendo naturalmente el esfuerzo de docentes y directivos de este colegio y de la fundación Juan Bosco. ¡Con acciones concretas como estas, el cambio en Colombia que está en marcha sí es posible!
Y así, podríamos seguir hablando de cada uno de los graduandos, pues cada uno de ellos y ellas, tienen su propia historia de sacrificio, abnegación y superación. Felicitaciones a todos y a todas, incluyendo naturalmente el esfuerzo de docentes y directivos de este colegio y de la fundación Juan Bosco. ¡Con acciones concretas como estas, el cambio en Colombia que está en marcha sí es posible!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario