La Unión Patriótica no es obra de liberales, es obra de Comunistas

 

Por Agamenón

Con el liderazgo de la senadora liberal, Jael Quiroga Carrillo y un grupúsculo ahistórico, se pretendió borrar de la Unión Patriótica, la presencia del Partido Comunista, durante la asamblea departamental de esta organización política fundada por Comunistas en 1985, creando las condiciones para que las FARC-EP, dejaran las armas y se reintegraran a la lucha política y de masas.

Poco y nada tiene que ver el liberalismo en el nacimiento de este movimiento que tenía como propósito unir las distintas inconformidades con entera libertad y democracia participativa. Jamás a sus fundadores les pasó por sus cabezas crear un simple tanque de avales. Les asistió el interés revolucionario de unir al pueblo colombiano.

En ese proceso, sacado del escenario político a punta de terrorismo de Estado, fueron los comunistas los que colocaron el mayor sacrificio, mediante abominables magnicidios, asesinatos, desaparecidos, desplazados y exiliados. Es más: La inmensa mayoría de militantes de la Unión Patriótica, son comunistas y cuando más, amigos y simpatizantes del Partido de la vida y de la esperanza.

Qué importante resulta conocer la historia. Hoy hay un gran desconocimiento de ella, lo que genera lamentables y grotescos espectáculos, como el que se vivió en Ibagué, durante esta asamblea, tal como lo narra, la lideresa Luisa Fernanda Robayo.

Según Luisa, el balance de dicha asamblea es bastante negativo, porque “en la asamblea imperó los criterios de exclusión”. Así, pues, “la asamblea concluye con la profundización de bandos que se organizan para destruir al otro. Se niega la participación digna a sus propias víctimas”, señala.

Señala también que muchos delegados fueron elegidos a “dedo” y no a través de mecanismos democráticos, lo cual constituye una degradación extrema de ese grupúsculo que solo piensa en avales. Dice la lideresa comunista: “La Unión Patriótica en el Tolima, es un espacio que reproduce el odio, en especial, contra los comunistas”.

Para la camarada Luisa Fernanda Robayo, no fue garantía la presencia de la senadora liberal, Jael Quiroga Carrillo: “No fue garantista la postura de la senadora liberal, fue condescendiente con el fraccionamiento que hoy se promueve dentro de la Unión Patriótica, avalando la violencia y el matoneo político en contra de militantes que han construido la UP en todo el territorio”.

Se asumió una postura anticomunista, deja entrever la lideresa al indicar: “El tratamiento a los comunistas fue de exclusión, de señalamiento y de aniquilamiento político. La corriente comunista quiere ser desaparecida de la Unión Patriótica”.

La entrevista completa con la camarada Luisa Fernanda Robayo es la siguiente:

Luisa Fernanda Robayo

-         ¿Cuál es su balance de la asamblea de la UP en Ibagué, el sábado pasado?

 Mi balance es negativo. En el momento político actual que nos exige unidad y organización para fortalecer los procesos de transición democrática en el país y en las regiones, nos encontramos por lo contrario en una dinámica que tiende al debilitamiento y a la división de las fuerzas políticas y expresiones de izquierda que nos condena a todos.

La historia de la Unión Patriótica y lo que es la Unión Patriótica hoy nos ha enseñado a todos y a todas a vernos a través de la humanidad; sin embargo, en la asamblea imperaron siempre los criterios de exclusión.

La asamblea finalmente no concluye con posturas políticas que representen las necesidades de la región, sino que concluye con la profundización de bandos que se organizan para destruir al otro.

-         ¿La Asamblea upeista fue democrática e incluyente?

 No lo fue. La mayor contradicción que hoy existe dentro de la Unión Patriótica en el Tolima es incluso, negar una participación digna a sus propias víctimas.

Por otro lado, los estatutos de la Unión Patriótica siempre nos han hablado de los derechos que tienen los y las militantes de participar en los espacios del partido. Sin embargo, las reglas de juego que construyó la dirección departamental, no amparaban ese derecho. Fueron muchos los casos en los que los delegados a la asamblea fueron elegidos a dedo y no a través de mecanismos democráticos. Bajo esa deplorable premisa es que hoy la Unión Patriótica deja de ser un partido que goza de diversas corrientes políticas, y se vuelve en un espacio que reproduce el odio, en especial, contra los comunistas.

-         ¿Cuál fue la postura de la senadora liberal Jael Quiroga Carrillo?

 No fue una postura garantista. Lastimosamente, la senadora fue condescendiente con el fraccionamiento que hoy se promueve dentro de la Unión Patriótica, avalando la anulación, la violencia y el matoneo político en contra de militantes que han construido Unión Patriótica en todo el territorio.

-         ¿Cómo fue el tratamiento dado a los delegados y delegadas del Partido Comunista?

 Fue un tratamiento de exclusión, de señalamiento y de aniquilamiento político. Hoy por hoy es sabido que la corriente comunista quiere ser desaparecida de la Unión Patriótica

-         ¿Qué tiene que hacer el Partido Comunista para ayudar a recuperar la condición revolucionaria de la dirección de la UP en el Tolima?

 El Partido Comunista Colombiano, como partido fundante de la Unión Patriótica, ha concluido en su último congreso en un llamado a construir una alianza con la UP, la cual, debe verse representada en un acuerdo político y programático, pero además, creo que hoy es necesario agregar el elemento organizativo, para que cuando se cristalice en la prácticas y en las bases, quienes son simpatizantes de las justas causas que persigue la Unión Patriótica y el Partido Comunista Colombiano, hereden los caminos de la unidad.