Por Nelson Lombana Silva
Al caer la tarde del día inmediatamente anterior, el Comando Nacional de Paro (CNP), se pronunció anunciando que el Paro Nacional continúa en toda Colombia. El anuncio lo hizo el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, integrante del CNP.
Dijo, igualmente, que el CNP había radicado al gobierno nacional un documento en el que expone básicamente el compromiso del Estado de respetar los derechos humanos durante la protesta. En palabras suyas: “El Comando Nacional de Paro, ha propuesto lo que podemos llamar una guía o un protocolo para el respeto de los Derechos Humanos durante las protestas”.
Agregó: “Este documento ha sido entregado al gobierno el día domingo 16, y esperamos una respuesta del gobierno sobre el mismo, que esperamos sea lo más pronto posible. Mientras tanto, el Paro continúa”.
El dirigente sindical aprovechó para hacer una cruda radiografía de la forma criminal como el Estado a través de sus fuerzas militares y paramilitares, han venido reprimiendo cruelmente la protesta nacional, sacrificando el derecho que tiene el pueblo a pronunciarse contra el gobernante en sus malas ejecuciones como viene sucediendo en este país en el marco del capitalismo y su modelo neoliberal.
Las cifras horrorosas presentadas dan la idea de la criminalidad represiva del Estado capitalista.
Según Francisco Maltés, hasta la presente se han presentado cerca de 50 asesinatos de manifestantes, más de 600 heridos, 37 personas han perdido los ojos, 1500 personas han sido detenidas arbitrariamente, aproximadamente 500 desaparecidas, más de 21 mujeres han sido violentadas al parecer por miembros de la fuerza pública. Además, se ha venido violando las normas más elementales del Derecho Internacional Humanitario (DIH), cuando tropas desembarcan en instituciones educativas.
A pesar del salvajismo del Estado vándalo contra el pueblo, la protesta nacional continúa desarrollándose en diversas regiones del país, con la presencia activa y decidida de la juventud. En el día de hoy, por ejemplo, arriba a Ibagué la Minga Indígena y a las 5:30 de la tarde, la curia arzobispal está convocando a su feligresía a la plaza Simón Bolívar con el fin de adelantar una oración por la paz y el cese de la violencia de estado, para que se abra una negociación directa y concreta en favor del pueblo colombiano, secularmente engañado, torturado, desaparecido, explotado e ignorado por este estado fallido que tiene Colombia hace rato. En consecuencia, el Paro Nacional continúa.
Dijo, igualmente, que el CNP había radicado al gobierno nacional un documento en el que expone básicamente el compromiso del Estado de respetar los derechos humanos durante la protesta. En palabras suyas: “El Comando Nacional de Paro, ha propuesto lo que podemos llamar una guía o un protocolo para el respeto de los Derechos Humanos durante las protestas”.
Agregó: “Este documento ha sido entregado al gobierno el día domingo 16, y esperamos una respuesta del gobierno sobre el mismo, que esperamos sea lo más pronto posible. Mientras tanto, el Paro continúa”.
El dirigente sindical aprovechó para hacer una cruda radiografía de la forma criminal como el Estado a través de sus fuerzas militares y paramilitares, han venido reprimiendo cruelmente la protesta nacional, sacrificando el derecho que tiene el pueblo a pronunciarse contra el gobernante en sus malas ejecuciones como viene sucediendo en este país en el marco del capitalismo y su modelo neoliberal.
Las cifras horrorosas presentadas dan la idea de la criminalidad represiva del Estado capitalista.
Según Francisco Maltés, hasta la presente se han presentado cerca de 50 asesinatos de manifestantes, más de 600 heridos, 37 personas han perdido los ojos, 1500 personas han sido detenidas arbitrariamente, aproximadamente 500 desaparecidas, más de 21 mujeres han sido violentadas al parecer por miembros de la fuerza pública. Además, se ha venido violando las normas más elementales del Derecho Internacional Humanitario (DIH), cuando tropas desembarcan en instituciones educativas.
A pesar del salvajismo del Estado vándalo contra el pueblo, la protesta nacional continúa desarrollándose en diversas regiones del país, con la presencia activa y decidida de la juventud. En el día de hoy, por ejemplo, arriba a Ibagué la Minga Indígena y a las 5:30 de la tarde, la curia arzobispal está convocando a su feligresía a la plaza Simón Bolívar con el fin de adelantar una oración por la paz y el cese de la violencia de estado, para que se abra una negociación directa y concreta en favor del pueblo colombiano, secularmente engañado, torturado, desaparecido, explotado e ignorado por este estado fallido que tiene Colombia hace rato. En consecuencia, el Paro Nacional continúa.
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