El rostro filantrópico y humanitario que muestra la agencia de Estados Unidos para el desarrollo internacional (USAID), nada tiene que ver con estos sentimientos. Su finalidad es neutralizar procesos revolucionarios y de liberación, con la idea de que Estados Unidos siga siendo la mayor potencia imperialista.
Fue creada en 1961, buscando ampliar el plan Marshall y así cerrarle el paso al desarrollo del Socialismo que se había potenciado en grado sumo con el aniquilamiento del fascismo colocando, no obstante, una cuota de sacrificio muy alto durante la segunda guerra mundial.
Podría afirmarse que USAID es la ONG de la CIA. Sus tentáculos los tiene clavados en los países del mundo, especialmente en aquellos cuyos gobiernos son vulgares cipayos del Tío Sam, como el gobierno colombiano. Con ropaje falso de “humanismo” y “solidaridad” adquiere la información requerida y de paso manipula con las dádivas que entrega con tanto aspaviento. En los países democráticos y socialistas su papel es contrarrevolucionario. Por eso fue despedida de Cuba, Bolivia, Nicaragua, entre otras naciones. En los países dependientes del imperio, su tarea es desestabilizar todo conato de resistencia o de protesta contra el imperialismo.
Según Wikileaks, durante 2004 y 2006, USAID concedió una “donación” de 15 millones de dólares a organizaciones civiles venezolanas con la finalidad de concretar la estrategia del ex embajador de Estados Unidos en este país sudamericano, William Brownfield, que consistía en estimular el fraccionamiento del chavismo, organizando los sectores descontentos con las reformas tomadas por la revolución socialista siglo XXI y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Nazanín Armanian, señala que la USAID cumple como mínimo diez funciones básicas, fundamentales en el oscuro propósito de impedir que los pueblos exijan sus derechos orgánicamente. De igual manera, desestabilizar procesos como lo intentó hacer en Ecuador y Bolivia. Estas funciones son:
1. Elegir el país adecuado para el proyecto elaborado por la secretaría de Estado en campos específico, especialmente, los relacionados con energía, educación, salud, seguridad y agricultura.2. Debilitar e incluso eliminar las instituciones del país receptor.
3. Facilitar a la CIA plantar sus hombres en las policías de los países estratégicos de todo el mundo.
4. Fortalecer el dominio de Estados Unidos sobre las finanzas mundiales.
5. Capacitar las fuerzas de represión de un Estado.
6. Crear miles de puestos de trabajo para las ONGs estadounidenses.
7. Socavar la resistencia al imperialismo.
8. Provocar protestas populares contra los gobiernos que repudia con el cuento de siempre: “Promoción de la democracia”.
9. Crear sus propios medios de comunicación. Durante 2010, introdujo en Cuba un sistema de mensajería similar al twitter llamado: “Zunzuneo”.
10. Recibir más subvención para mayor destrucción a causa de la guerra.
En realidad el papel de USAID es siniestro. Un dólar que entrega a la comunidad analfabeta política y necesitada, es un peso mojado con sangre humana, una traición para triplicarlo rápidamente. Con razón dice Nazanín Armanian: “Si la guerra y la pobreza no fueran tan rentables estarían prohibidas por la ley”.
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