La Unión Patriótica durante sus 30 años de lucha ininterrumpida se ha prodigado a fondo por la paz con justicia social y la unidad del pueblo colombiano. Son dos propuestas inmodificables que ha levantado con dignidad y decisión en medio de la tempestad borrascosa de la violencia de Estado en todas sus formas y manifestaciones, que ha tratado por todos los medios ahogar los anhelos de justicia social y convivencia colectiva que enarbola esta iniciativa de unidad concebida por el pueblo colombiano a partir de los diálogos de paz entre el gobierno conservador de Belisario Betancur y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep), durante el año de 1985 en los acuerdos de Casa Verde.
El gran movimiento de convergencia nacional, del cual hace parte el Partido Comunista, hacen parte igualmente, otras fuerzas democráticas, populares, políticas, culturales, ambientales, juveniles y de mujeres, alrededor de una plataforma mínima de unidad, que se inspira fundamentalmente en tres aspectos centrales: Soberanía Nacional, Democracia y Paz Con justicia social.
Colombia debe ser de los colombianos. Sin embargo, de acuerdo a la configuración del capitalismo altamente transnacionalizado hay que decir sin rodeos que hoy Colombia viene siendo entregada descarada e infamemente a las multinacionales y transnacionales. La extranjerización es una realidad que nos debe llamar la atención y nos debe llevar a duplicar la lucha ideológica y política en aras de convencer al pueblo colombiano de que debemos defender la soberanía nacional y la libre autodeterminación de los pueblos. El destino de la patria no puede ser la dependencia eterna del imperialismo norteamericano disfrazado hoy de multinacionales y transnacionales.
Dimensionar el significado de la democracia. ¿Hay democracia en Colombia? Hay escasamente una caricatura mal hecha de democracia, la cual utiliza la oligarquía para hacerse más poderosa y criminal en detrimento del pueblo en su conjunto. Libertad de industria, libertad de negocio, libertad para matar, libertad para apoderarse injustamente de la fuerza de trabajo del obrero para la casta oligárquica aumentar su poder económico. Libertad para morir de hambre y de mil necesidades más.
¿Cómo entender la paz con justicia social? La paz es ante todo producto, no algo abstracto e imaginario. Producto de cambios sociales, económicos, políticos, culturales, ideológicos y ambientales. Cambios estructurales, no cambios cosméticos, como lo pretende la burguesía colombiana al hablar hipócritamente de paz y arremeter con todos sus aparatos ideológicos y represivos contra el pueblo. Que todo cambie para que nada cambie, diría Lampedusa.
La Unión Patriótica al asumir el compromiso con el pueblo colombiano se ha prodigado a fondo en esos temas sensibles de la unidad y la paz con justicia social. Se ha mantenido firme y fiel a esos postulados. Esa fidelidad le ha costado el asesinato de cinco mil de sus mejores cuadros, amigos y simpatizantes en un cruel genocidio, único en su género a nivel orbital.
El Estado capitalista y el para Estado se han empecinado en abortar este proyecto nacional unitario, utilizando las armas del Estado y el paramilitarismo a través de planes como el plan Cóndor, plan Golde de Gracia, plan Esmeralda, el plan Colombia, el plan Patriota, el plan Consolidación, etc. Es decir, la arremetida contra la Unión Patriótica (Up) no es cuestión del pasado.
A pesar de todo, las banderas upeístas siguen flameando en las empinadas cuestas y hermosas llanuras del bravo pueblo colombiano con la firma convicción de que otro país sí es posible. En Ibagué, ciudad intermedia con más de 500 mil habitantes, el programa de la Up se proyecta llegar a todos los rincones de los barrios y veredas animando el cambio, la unidad y la paz con justicia social. Animando la unidad de la izquierda alrededor del Frente Amplio por la Paz con Justicia Social y el rechazo a la megaminería a cielo abierto, pues esta política neoliberal es una puñalada trapera a la naturaleza, al medio ambiente en su conjunto. Animando sobre todo la unidad del pueblo ibaguereño secularmente engañado y explotado por los mismos defensores del régimen bipartidista, la clase dominante.
La Up propone una vez más un diálogo amplio, generoso entre la izquierda y el pueblo en general sin intermediarios de ninguna naturaleza. Un diálogo amplio, democrático, pluralista cruzado por la acción callejera, la movilización. Llama a los intelectuales sobre todo a los intelectuales orgánicos de los cuales hablara con claridad Antonio Gramsci, a cerrar filas en esta denodada lucha de clases que hoy se libra en todo el mundo y que en Ibagué no es la excepción, pues la ciudad musical de Colombia hace parte de la dinámica universal.
La Up cumple 30 años, sigue joven, fresca y promisoria, batallando por los intereses del pueblo. Salud a la juventud patriótica, salud a la mujer y salud a los veteranos que se han mantenido firmes sin vacilación de ninguna naturaleza. ¡Pase la VOZ: La Unión Patriótica, Up, es el camino!
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