Marrachines en Villa Restrepo

 

Reunida la comunidad del Cañón del Combeima en Villa Restrepo alrededor del arte y la cultura. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva

El imponente Cañón del Combeima esconde arte, cultura e ingenio en la práctica cotidiana de sus habitantes que sueñan con un mundo posible caracterizado por la paz, la convivencia y las buenas relaciones humanas.

La tarea fundamental de la biblioteca Cañón del Combeima, es visibilizar todos aquellos espacios, sus protagonistas y las principales acciones que ennoblecen la convivencia humana en este hermoso espacio bañado por el río Combeima con la vigilancia perenne del nevado del Tolima.

Rodeado de un grupo importante de hombres y mujeres, niños y niñas, jóvenes, encontramos en su taller, ubicado en una esquina del parque principal de Villa Restrepo, al cultor Jimmy Ballesteros Moreno. A pesar de su juventud es curtido maestro en estas lides que comparte con agrado con su comunidad.

En medio del ajetreo conversamos brevemente, mientras los aprendices trabajan activamente dejando de la mejor manera sus obras, en esta oportunidad, los Marrachines.

¿Fue accidental su vocación por el arte en Jimmy? Definitivamente, no. Desde joven abrazó con ternura este emocionante camino. Dice: “Desde pequeño, se me ha facilitado y me ha gustado toda la parte de las artesanías y manualidades. He desarrollado diferentes productos, he utilizado diferentes materiales”.

Pero, no contento con este bello arte, Jimmy también ha incursionado en el reciclaje como aporte a la conservación del medio ambiente. “El reciclaje también me interesa bastante. Inicié con esto, recuperando lo que son envases de gaseosa, las tapas, alambres, cartones, hicopor, etc. Todos estos productos que normalmente los desechamos en la basura. Nosotros le damos a esos desechos una segunda oportunidad”. 

Imanes de nevera se orece en Villa Restrepo, lo hace Jimmy Ballesteros Moreno. Foto Nelosi

Ahora, sobre el tema de los Marrachines, invento que se ha consolidado en el Tolima, especialmente en el Cañón del Combeima, la historia es la siguiente, según su creador e inventor: “El tema de los Marrachines apareció en pandemia, cuando estuvimos bastante tiempo encerrado, se nos dificultaba mucho la parte de los ingresos. Inició como un regalo que le daba a mis sobrinos en las fechas de cumpleaños. Repito: Era una época difícil, no teníamos muchísimo dinero. Entonces, para los cumpleaños de mis sobrinos, algo económico, algo fácil, era una alcancía, que de alguna manera promovía el arte del ahorro en ellos”.

Jimmy Ballesteros Moreno, el artista popular del Cañón del Combeima en Villa Restrepo. Foto Nelosi

“Comenzaron a gustar. Los familiares y los amigos comenzaron a interesarse en estas alcancías. Luego, por medio de la gobernación del Tolima, tuve la oportunidad de participar de una convocatoria en un taller que realizaron donde buscaban encontrar un prototipo de una artesanía o algo que nos representara a nivel departamental. Me fue muy bien. Ocupé el segundo puesto. Durante este proceso en el taller con la gobernación, fue que salió el nombre de los “Marrachines”, que es la unión entre Marrano, que es el producto principal llamativo y los Matachines, porque los Marrachines llevan muchísimo colorido, utilizamos mucho color, mucha textura”.

“A partir de los Marrachines, hemos sacado otros productos: Tenemos los imanes para nevera, materas, productos de barro, productos de vidrio, productos de plásticos…Nos ha ido muy bien. Ha sido un producto que llama la atención y ha gustado bastante”.

En relación con el laboratorio, Jimmy Ballestero Moreno, nos contó: “Inició con comida. Teníamos dulces, postres, café, aromática, las obleas, muy ricas y muy típicas del Cañón del Combeima. Las artesanías las estoy manejando más o menos desde pandemia. También nos ha ido muy bien, han gustado mucho sobre todo en los turistas que siempre quieren llevarse un recuerdo del Cañón del Combeima. Son más o menos, tres o cuatro años, que estamos manejando las artesanías”.

“Queremos que los niños se acerquen a las manualidades, que se acerquen a las artesanías. Tenemos que explotar y aprovechar este gran espacio que tenemos, que es el pulmón de Ibagué y que nos visita mucha gente”.

Ofrece diversos productos a los precios más económicos. Más que pretender enriquecerse con el arte, es socializarlo en la comunidad, ennobleciendo el espíritu de cada habitante y visitante. Esa es como la filosofía que anima a Jimmy Ballesteros Moreno. Por eso, afirma: “Ofrecemos los imanes para nevera, es un producto que ha gustado bastante. La persona que viene de otra región, quiere llevar a sus familiares y amigos un detalle. Por el precio que manejamos, por ser un artículo pequeño, gusta mucho. Un artículo que podemos llevar en el bolsillo, en el bolso, en la maleta. No nos estorba. Precio cómodo”.

“Hay otros productos: Tenemos unos loros espectaculares para decorar los balcones, las paredes. Las alcancías con diferentes motivos, diferentes tamaños, diferentes precios. Ofrecemos velitas decorativas, detalle muy especial, tenemos llaveros, tenemos pulseritas. Y para degustar: Un rico café producido en la región y las exquisitas obleas, además de dulcecitos para mecatear”.

No solamente reúne a chicos, sino también a adultos en su laboratorio el maestro Jimmy: “Ahorita estamos ofreciendo la oportunidad de que venga y pinte la cerámica en el lugar. Escoge la figura que desee, nosotros ofrecemos la mesa, el espacio. Además, que es un sitio muy agradable, tenemos una vista al parque, tenemos espacios amplios. Es más: Mientras pinta se toma su cafecito, disfruta de un postre y la más amplia tranquilidad espiritual. Esa es la idea. Una actividad que es terapéutica y relajante. Muchas de las personas que vienen, pintan su figura y se van relajados, se van para sus casas completamente renovados. Es una actividad que contribuye a la paz, la conservación del ambiente y a la sana convivencia. Mejora la economía, porque el turista deja bastante dinero a todos los establecimientos que hacen parte del Cañón del Combeima. De igual manera, acercar a los niños, a los jóvenes y a los adultos al mundo mágico del arte y la cultura”.