martes, 31 de octubre de 2023

Bibliotecas promotoras de vida y esperanza


 Por Nelson Lombana Silva

Sin mucho aspaviento las bibliotecas públicas colombianas, se han ido convirtiendo en promotoras de vida y de esperanza, en constructoras de una nueva sociedad fundamentada en valores.

 


 No ha sido una tarea fácil en una sociedad golpeada por los antivalores y la sociedad de consumo. Sin embargo, la biblioteca pública, sencilla y humilde, es hoy por hoy, protagonista en la construcción de una nueva sociedad, una sociedad crítica, analítica y en paz, con capacidad de asombro y espíritu formativo y educativo.

 


 La red municipal de bibliotecas públicas de la ciudad de Ibagué (Tolima), se caracteriza en esta dinámica con creces, con hechos concretos. Durante el reciente encuentro municipal de esta red, se pudo comprobar ampliamente la dinámica de cada biblioteca con sus particulares características.



 La biblioteca Cañón del Combeima, por ejemplo, ha centrado su trabajo en aspectos concretos: Fomentar la lectura, de tal manera que el niño lea con fluidez, entienda lo que lee e interprete y pueda argumentar. Fomentar la escritura en género de cuento. Pero también, fomentar valores de paz, convivencia, tolerancia, defensa del medio ambiente e identidad regional.  

Biblioteca pública Guámbito

En el caso particular de la biblioteca pública Guámbito, regentada por los profesionales: Edna Amaya y Hernando Ramírez, ubicada en el barrio Combeima, en límites con el barrio Industrial, a la vera del río Combeima, es digna de admirar.

 

En barrios tan llenos de necesidades básicas insatisfechas, tanta inseguridad, miedo e incertidumbre, la biblioteca pública Guámbito, se ha convertido en un oasis de vida y esperanza para chicos y grandes. Allí, funcionó un CAI. “Al llegar nosotros encontramos chuchillos, sangre humana en las paredes, símbolos de muerte y de terror”, señala Hernando Ramírez

Hoy se presenta un ambiente distinto. Se respira un ambiente de vida, alegría y esperanza en chicos y grandes. El lenguaje soez y de muerte, ha sido reemplazado por el lenguaje culto y alegre. “Al principio fue muy duro, pero gracias a los procesos que hemos venido implementando los cambios son notorios”, señala Edna Amaya.

Es cierto. Esta pequeña biblioteca ofrece cultura y arte, permanentemente. Hay música, teatro, danza, lectura-escritura, dibujo, pintura, lúdica, etc. Ha logrado crear un grupo de apoyo envidiable.

El pasado 29 de octubre, celebró esta biblioteca “el día de los niños”. Una verdadera actividad multicolor, pletórica de alegría, organización y participación, con una rica degustación y una verdadera “lluvia” de dulces. Durante más de dos horas, chicos y grandes se confundieron entre risas, canto, baile y confites. La música inundó el ambiente de principio a fin haciéndolo más ameno.

Testimonios señalan que la biblioteca ha influido poderosamente en la comunidad del entorno, tanto en chicos como en grandes. Ha logrado impactar en la juventud, encontrándole sentido a la vida.

El contacto de la comunidad con el libro, se ha convertido en una verdadera revolución cultural, que va tomando vuelo paulatinamente. El libro, que es el mejor amigo del ser humano, alimenta el intelecto, fortalece la conciencia y anima el cambio de mentalidad. Al principio todo el esfuerzo parece una gotica en el desierto, pero con la tenacidad de Edna y Hernando, más temprano que tarde será una tempestad. Felicitaciones compañera y compañero, la lectura nos hace libres

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