sábado, 28 de octubre de 2023

¿Qué se define hoy con el voto?

 


Por Agamenón

El voto constituye el libre ejercicio de participar del nombramiento de las personas más idóneas para administrar la cosa pública, es una decisión histórica que se debería tomar con la mayor responsabilidad, responsabilidad basada en dos elementos centrales: Conocimiento y Conciencia de Clase.

El conocimiento implica saber exactamente las implicaciones que tiene depositar el sufragio o voto por determinada persona, teniendo pleno conocimiento de las capacidades éticas y morales de ésta para gobernar, para dirigir y orientar correctamente.

En esas condiciones, la campaña electoral debería ser para exponer los programas, las ideas, hacer que el pueblo las discuta, las corrija, de ideas o sugerencias. En Colombia no sucede esto. La campaña electoral se convierte en un campeonato de insultos, odios, sectarismos, mentiras y falsas promesas. La derecha y la extrema derecha, no convencen, compran el voto como una vulgar mercancía, aprovechando el analfabetismo político de la ciudadanía y la necesidad económica que el elector satisface por uno o dos días, sin medir consecuencias.

La izquierda expone ideas para avanzar, una trinchera de lucha en la defensa de la democracia y su profundización, teniendo en cuenta que quien hace la historia son los pueblos. Nadie le va a resolver su necesidad, es el mismo pueblo, con organización, educación, formación política, unidad y conciencia de clase. Muchos suelen decir: “Votemos por el más rico del pueblo porque él tiene plata de sobra y no nos robará”. Es una lectura equivocada: El que verdaderamente roba en Colombia es el rico. Por eso es rico, teniendo en cuenta que ningún capital es obtenido honestamente. El capital es producto de la explotación del hombre por el hombre en todas sus formas y manifestaciones.

Votar teniendo en cuenta la Conciencia de Clase, significa votar por los candidatos auténticos del pueblo, esos candidatos que hacen parte de nuestra clase social, esos candidatos que junto a nosotros se han comido la verdes y las maduras. Un pobre está dispuesto a ayudar a un pobre. Nunca un rico está dispuesto a ayudar a un pobre, porque él pertenece a una clase social diferente a la nuestra.

Así, pues, hay que salir con alegría, sin odios, ni sectarismos a votar, teniendo en cuenta que estoy proyectando el país, el departamento o el municipio a cuatro años, pero si voto por los candidatos del pueblo; si voto por los candidatos de la oligarquía, por el uribismo, por el centro democrático, por el barretismo, etc. me estoy condenando a cuatro años más de miseria, explotación, violencia, narcotráfico, muerte, etc. El sucio dinero que recibo por el voto me alcanzará para saciar el hambre uno o dos días. Y los cuatro años ¿Qué? Maldecir, sufrir en silencio y masticar frustración.

Hay que saber elegir. Busca a los candidatos del pueblo, de su misma clase social, haga un pacto con ellos y avance. El gobierno nacional de Gustavo Petro nos ha enseñado que sí son posibles los cambios paulatinamente. Hay que apoyarlo y defenderlo, rechazando la incomunicación mediática y la marrullería de la gran oligarquía que no lo quiere dejar gobernar. Estas elecciones deben ser un espaldarazo contundente al Gobierno del Cambio. Vamos, todos y todas, a las urnas. Es hora de definir el destino de Colombia, del Tolima y de Ibagué. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario