Sin ampulosidad de ninguna naturaleza, la biblioteca pública es un espacio idóneo para destacar valores y hacerlos brillar con luz propia. Valores que están a nuestros lados y no nos fijamos en ellos porque quizás estamos obnubilados por la sociedad de consumo, dimensionando exclusivamente los valores que imponen los medios masivos de comunicación. De alguna manera, en este espacio se combate la imagen única y desde luego, el pensamiento único, por cuanto la gran utopía consiste en contribuir a construir una sociedad democrática con espíritu analítico y crítico.
Un paso importante en esta dirección es enamorar a la comunidad de los libros, el conocimiento científico, pero también dimensionar el pensamiento empírico que trae consigo el individuo anónimo en función social. Precisamente, por estos días se clausuró en Villa Restrepo una hermosa actividad desarrollada por un grupo de estudiantes de la universidad Javeriana, cuya misión fundamental consistió en la gran utopía de socializar el pensamiento académico (científico), pero a su vez, darle sentido e importancia al conocimiento empírico, es decir, el conocimiento de la comunidad del cañón del Combeima, en cuanto al territorio, el agua y los riesgos propios de la región. Hubo, realmente, un compartir de saberes, durante un año de encuentros y desencuentros, recorriendo este grupo de estudiantes y docentes el territorio de la gran Dulima.
Ayer, la biblioteca Cañón del Combeima, “descubrió” una artista del dibujo propia de esta región, una mujer humilde y trabajadora, madre cabeza de familia. Se trata de la señora Derly Vargas, 29 años de edad. Ella, junto a dos hijos, visita con frecuencia la biblioteca, participa de las actividades que programa ésta y, de vez en cuando, dedica tiempo a la lectura. Ayer, sorprendió a los asistentes con el dibujo.
Después de leer un texto de coplas, retahílas y trabalenguas, buscó textos relacionados con el dibujo, dando una demostración de su capacidad en esta hermosa actividad cultural y artística. Su obra fue elogiada por los asistentes a la biblioteca, señalando la belleza estética de la obra en una mujer propia de Villa Restrepo.
“Me ha gustado el dibujo”, dijo lacónicamente. “Quiero perfeccionarme en rostros”, agregó con toda la modestia del mundo. No solo dibujó un canino, sino también un Colibrí, en verdadero tiempo récord. Derly Vargas, es una artista de pueblo que solo busca una oportunidad para mostrar su talento, talento que valora en grado sumo la biblioteca Cañón del Combeima. Remató diciendo: “Yo dibujo mejor cuando estoy de mal genio”.
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