domingo, 15 de mayo de 2022

Sin doliente carretera Cruce de Palobayo – Anzoátegui, Tolima

Foto: Nelosi

 Por Nelson Lombana Silva

La carretera Cruce de Palobayo – Anzoátegui (Tolima), se encuentra totalmente deteriorada, al parecer no tiene dolientes, siendo la principal vía que cubre dos municipios: Anzoátegui y Alvarado. Es la principal vía que desembotella a más de once mil anzoateguienses y cientos de campesinos de veredas como Juntas, Totarito, Cuminá, Santa Bárbara y   Veracruz, región poblada, rica en agricultura y ganadería pastoril.

Esta vía carreteable fue pavimentada durante el gobierno departamental de Peñaloza, tiene 34 kilómetros, remonta la cordillera Central. El mayor esfuerzo para que se cristalizara se debe al entonces parlamentario conservador de apellido Medina, cuya familia creció en el corregimiento de Lisboa, municipio de Anzoátegui. Aprovechando la coyuntura de los cien años, el parlamentario gestionó esta importante pavimentación.

No fue totalmente acabada, por cuanto quedó pendiente las obras de arte, sobre todo los canaletes. La plata se esfumó y la obra no se concluyó. A la inauguración asistieron el gobernador, el entonces alcalde de Anzoátegui, Juan Carlos Barragán Troncoso y el directivo del comité departamental de cafeteros, Jairo Francisco Barragán Troncoso. Al parecer no fue invitado el parlamentario Medina.

Foto: Nelosi
 
 En distintas partes de la vía su deterioro es inmenso, rocas gigantes taponan en gran medida la vía. En las goteras del sector urbano de Anzoátegui, ante la mirada indiferente de los gobiernos, municipal y departamental, la banca está a punto de irse en su totalidad.
Foto: Nelosi

Y como si esto fuera poco, el rastrojo está a punto de taparla totalmente, las señales de tránsito están dañadas y otras tomadas por el rastrojo. Es deprimente el estado de la vía más importante de esta frondosa región del norte tolimense. Anzoátegui, se encuentra a 72 kilómetros de la capital tolimense, Ibagué. Es decir, está en la “nariz del gobernador”. La comunidad arrecia las críticas contra el actual mandatario municipal, Hugo Salinas. Sin embargo, no se atreve a organizar una protesta exigiendo que la vía sea recuperada en la mayor brevedad posible.

Hay una total indiferencia. Incluso, la comunidad no sabe con certeza si se invirtió en su totalidad el presupuesto, por qué no se terminó la obra de arte que es tan fundamental en la conservación de cualquier vía. Lo cierto es que la obra se está dañando y un día de estos, dicha región quedará incomunicada. ¿Por qué esperar que suceda los hechos? Necesitamos autoridades con capacidad visionaria, con capacidad de prever.

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