lunes, 30 de mayo de 2022

“Ibagué capital de la lectura”, una propuesta genial


 Por Nelson Lombana Silva

Todo esfuerzo por fomentar la lectura en chicos y grandes es de singular importancia en un país con un analfabetismo político tan elevado. Hacer lectores críticos y analíticos, dueños de sus propios destinos, eliminando la alienación mediática que nos impone la dictadura de la imagen única, el mensaje único, como diría Eduardo Galeano, es un imperativo.

Encontramos en la fundación Colombia Caza Libros, una iniciativa concreta, un proyecto dinámico encaminado a contribuir en esta gran utopía en la cual está también la Red Municipal de Bibliotecas Públicas de la ciudad de Ibagué.

La iniciativa intitulada: “Ibagué capital de la lectura” causa gran expectativa en la ciudad musical de Colombia. Para ello, entrevistamos al representante legal de esta editorial y de esta iniciativa, el maestro Pablo Pardo Rodríguez.

En una conversación amena y espontánea, el representante legal de la fundación Colombia Caza Libros, sustenta ampliamente la iniciativa y la forma de hacerla realidad. Iniciativa para ser presentada a la UNESCO, con la utopía de que Ibagué adquiera un nuevo y novedoso título: “Capital de la lectura. La entrevista es la siguiente:

-         ¿En qué consiste la iniciativa “Ibagué capital de la lectura?

Siempre hemos pensado que la mejor forma de transformar un país, es a través de la lectura. Que la mejor forma de que la gente piense diferente, que tenga una lectura crítica y podamos de todas formas hacer un país mejor. De ahí, que hace ocho años, lanzamos un programa a través de la fundación Colombia “Caza Libros”, que se llama: “Compra un libro y lee 500 gratis”.

Ahora nos hemos dedicado, en programa nacional, a sacar un proyecto en Ibagué que se llama: “Ibagué capital de la lectura”. Pero, capital de verdad. La idea es que en cada casa de los ibaguereños haya un libro nuestro. Nosotros tenemos más de 850 títulos publicados y entonces, al comprar un libro, ellos tienen la membresía literaria y pueden cambiar el libro durante un año gratis, después pagan $10.000 pesos y otro año gratis, y así sucesivamente.

Entonces, en cada familia, en cada casa que haya un libro, le damos una calcomanía de familia lectora, porque podrán leer y tener una biblioteca, solamente teniendo un libro.

-         Resulta una utopía el fomento de la lectura en Colombia. ¿Qué lo anima a usted emprender esta iniciativa?

Es una iniciativa que ya tenemos más de 10.000 suscriptores en Ibagué, tenemos más de 60.000 en Colombia. Entonces, vamos a jugar para presentar a la UNESCO el proyecto con documentos y todo, donde decimos dónde están las familias lectoras y las empresas lectoras para que de esta forma Ibagué, sea realmente sea la capital de la lectura.

Hemos tenido la fortuna que desde que tenemos el programa de subir mucho el índice el nivel de libros que se compran y es muy interesante este proyecto.

-         Precisamente, ¿Cómo ha sido su experiencia con esta fundación “Colombia caza libros”?

Yo devolví porque no encontraba muchos libros que atraparan a los estudiantes. No es cierto que la gente no le guste leer. Creo que todos estamos leyendo permanentemente. A veces leemos la coquetería de una mujer, que es el lenguaje corporal, hay muchas formas de leer.

Cuando nos encontramos con un libro que nos atrapa lo leemos. El problema es que, si el libro no nos atrapa, no lo debemos leer. Es el primer mandamiento de los lectores de la UNESCO, no leer, si usted no quiere. Pero, si a usted lo atrapa un libro, usted lo lee.

-         ¿Qué “trucos” hay que implementar para que los niños se inclinen por la lectura, maestro?

Nosotros tenemos una muy buena cantidad de literatura infantil. Realmente, los que hay que atrapar es a los padres, porque son ellos los que inducen al niño a leer, y que les lean a los niños muy buenas historias, de lo que se trata es que sean historias que les cuenten algo de su entorno. Uno mira – por ejemplo – libros  que importa Colombia, muchos que van para las escuelas en donde los niños se van de vacaciones a la playa, mientras que acá los niños ni con qué comer, es una ofensa contra los niños.

De ahí que tenemos muy buena literatura de autores colombianos, algunos internacionales que nos permiten hacer que los niños lean, y los padres entonces, como no les cuesta el libro (porque esa es otra cosa, cómo el precio saca corriendo), hacen que los niños lean.  

-         Los medios de comunicación en su mayoría alienan y los libros bien caros. ¿No cree usted que es una situación compleja y contradictoria?

Nosotros tratamos de salirle al paso con el programa que solo vale $30.000 pesos y tiene una biblioteca de más de 850 títulos. Además, si a usted no le gusta un libro, no lo lea, venga y cámbielo, puede hacerlo todos los días, si quiere o dos veces al día. Si no lo atrapa el libro lo puede cambiar gratis.

-         ¿Es una propuesta concreta para salirle al paso al alto costo de los libros?

Es una forma de que la gente tenga acceso al libro. Eso, lo hicimos básicamente para los estudiantes de la escuela pública, para que los niños pudieran tener acceso al libro. Tenemos varios colegios, ahorita después de la pandemia, volviendo a implementar, pero tenemos colegios que han elevado su nivel de lectura realmente bastante como la Mina Melendro y colegios privados.

Entonces, es muy interesante ver cómo la gente viene a cambiar libros, porque hay libros para todos los gustos. 

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