lunes, 27 de diciembre de 2021

El voto en blanco en estos momentos es una postura reaccionaria

 


Por Agamenón

El momento histórico que vive el pueblo colombiano no admite términos medios y/o ambivalentes. En política dicha postura no conduce a nada positivo para el pueblo. Por el contrario. Se convierte en una especie de salvavidas para la rancia y putrefacta oligarquía que lleva más doscientos años usufructuando ilegalmente el poder.


En estos momentos el voto en blanco resulta ser una postura reaccionaria, totalmente descontextualizada de la realidad, caracterizada por un infantilismo enorme que en nada ayuda a la lucha que se libra desde el Pacto Histórico. Resulta un desconocimiento total de la historia de Colombia, el drama que ha vivido a merced de unas de las oligarquías más criminales y corruptas del continente.

El “puritanismo” es una postura vergonzante que nada tiene que ver con la realidad concreta de las luchas populares y políticas que ha librado el pueblo colombiano, durante largas y dramáticas centurias.

Bien podría considerarse el país un gigantesco cementerio con fosas comunes por todos lados, unas halladas y otras por hallar; un torrente de miseria y pobreza en millones de seres humanos. Niños muriendo de física hambre. Un desempleo galopante. La salud convertida en un suculento negocio de las empresas prestadoras de salud. Un país tomado por los gringos con bases militares por todas partes. Más de 28 jóvenes asesinados por el Estado en el reciente gran Paro Nacional. Una deuda externa incobrable e impagable. Una educación de garaje, etc.

Y, a pesar del crudo terrorismo de estado, el narcotráfico y el accionar descarado del paramilitarismo, considerando los múltiples esfuerzos unitarios, se desarrolla el Pacto Histórico y no tenemos sapiencia para dimensionar semejante esfuerzo, dedicándonos a despotricar de detallitos que seguramente se irán decantando con la praxis como enseña el marxismo.

Implica desconocer de cabo a rabo la realidad antropológica y sociológica del pueblo colombiano, la diversidad, la pluralidad, pero sobre todo el conocimiento dialéctico que enseña que los procesos no se dan de una vez y menos linealmente. Todo es un proceso dinámico, contradictorio, con avances y retrocesos.

Implica, igualmente, no entender el significado propio de la política, como fuerza, poder. Tampoco las alianzas y las estrategias propias para avanzar. Al parecer, nada nos ha enseñado la historia, ni el contenido de las grandes revoluciones. No pensamos con la razón, pensamos con la emoción.

El maestro Marx enseñó a luchar con  las masas, con el pueblo. Nada de aventurismos estériles, nada de puritanismos otoñales. El pueblo es diverso, plural. Por lo tanto, no se le puede imponer un modelo único. Eso es lo que ha interpretado el Pacto Histórico y eso es lo que viene desarrollando con entusiasmo, con avances y retrocesos, pero siempre en la dinámica de avanzar.

En semejante batalla que se está librando, en las condiciones más  adversas, es deplorable salir a proponer el voto en blanco, es un craso error que hay rechazar con vehemencia y sin ambigüedades. No podemos darle tregua a la derecha. El Pacto Histórico es amplio y diverso. Tiene que ser así, por cuanto refleja la diversidad ideológica y política que caracteriza al pueblo colombiano.

Hoy más que nunca hay por quien votar: Petro, presidente; una persona que se ha jugado y se sigue jugando la vida, una persona que tiene perfil de estadista con capacidad de iniciar un proceso en Colombia en paz; hay una lista nacional para el senado de lujo; tenemos una candidata para la cámara por el Tolima de calidades extraordinarias, como es la profesora universitaria, Martha Alfonso Jurado, número 106. Es decir, última en el tarjetón y primera en el corazón de los tolimenses.

En esas condiciones concretas, salir a proponer el voto en blanco, es la ingenuidad más desproporcionada e ilógica. Es hora de fortalecer la unidad, incrementar la lucha ideológica y política dentro del Pacto Histórico y avanzar, avanzar y avanzar.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo votar en blanco es no solamente un infantilismo sino que promover esa estrategia es hacerle el juego alas derechas de manera inocente o calculada, pues en el eventual caso que esa opción triunfará , si bien es cierto que ninguno de los postulados podria presentarse nuevamente ( de izquierda o de derecha) es muy fácil para el establecimiento y las derechas reemplazar 40 o 60 senadores o representantes ya que contarían con la financiación y el apoyo de los grandes medios propagandísticos de la oligarquía y "fabricarían" con relativa facilidad nuevos candidatos. Opción que para el pueblo y las fuerzas populares es un poco más complicada por no contar con los mismos apoyos....los auténticos líderes populares se forman en las luchas y con el transcurrir del tiempo.

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