jueves, 4 de julio de 2019

Misión histórica del Partido Comunista Colombiano

Por Nelson Lombana Silva

Colombia es un país privilegiado, inmensamente rico. Tiene 26 millones de hectáreas de tierras ubérrimas para los más diversos cultivos, considerando la diversidad de pisos térmicos. Pero, por la incapacidad de la actual clase dirigente gobernante, solo se viene explotando a raja tabla escasamente 6.3 millones, es decir, solamente el 24 por ciento.


Tiene todos los metales preciosos habidos y por haber, una verdadera estrella hidrográfica, dos océanos, vegetación exuberante, variedad de animales y una envidiable posición geográfica en el continente y en el mundo. Hay comida suficiente para todos y para todas. Y, como si fuera poco, cuenta con un pueblo valiente que supo liberarse del colonialismo español y ahora enfrenta con decisión el neocolonialismo estadounidense.

Ante tanta dicha, que no es un invento nuestro y menos exageración, surgen preguntas obvias: ¿Por qué más de 13 millones de colombianos en la pobreza y cuatro en la indigencia? Es más: ¿Por qué ricos exageradamente ricos y pobres exageradamente pobres? ¿Por qué se arrojan toneladas de comida al mar, mientras humildes compatriotas sacian el hambre en los basureros y consumiendo bóxer?

Si profundizamos la radiografía, encontramos que la mitad de la población colombiana no satisface sus necesidades básicas, nuestro país es uno de los más desiguales del mundo y ocupamos los puestos más bajos en niveles de desarrollo. En 2017, la Organización de Naciones Unidas (ONU) para el Desarrolló, elaboró una lista del desarrollo humano de 187, mirando concretamente el grado de desarrollo del sistema de salud, la esperanza de vida, el sistema escolar, grado de escolaridad de la población, el nivel de vida y el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Colombia ocupó el puesto 95, siendo superada por países más pequeños e incluso, más pobres algunos. A manera de ejemplo: Ecuador, la República Bolivariana de Venezuela, Cuba, Uruguay, Argentina, etc. (¡Tanta pestilencia que se habla contra estos países y nos ganan sobradamente en estos y muchos otros aspectos!).

Teniendo en cuenta los datos del año pasado (2018), la OCDE, calcula que para Colombia superar la pobreza deben transcurrir como mínimo 330 años. Pero, ¿Cuál es el origen de esta tragedia tan dramática y conmovedora? El gobierno cínicamente esgrime argumentos baladíes como la suerte, la poca capacidad ahorrativa del pueblo, el clima, el despilfarro de los pueblos, la crisis internacional, etc. Es decir, toda la culpa es del pueblo. Ni el gobierno ni la clase política gobernante tienen que ver con esta tragedia. La alta clerecía no duda al decir: Es designio de Dios la pobreza y es presentada como prueba para llegar al cielo. Es mejor perder este mundo y no el eterno, dice la biblia. Y para quien se atreva a protestar, el estado capitalista tiene el aparato represivo bien aceitado: Esmad, militares, paramilitares, leyes, códigos, cárceles, condenas enormes, estigmatización, etc, etc…   

Esa es la versión de la clase dominante. Esa es la versión oficial, es la versión que aparece en los grandes medios de comunicación, versión que es repetida mil veces hasta que el pueblo la asume como “cierta”. Hay que resignarnos y sufrir en este mundo para gozar en el otro.

En esa cruel tarea no están solamente las religiones, pues la clase dominante ha fundado un Partido con dos colores diferentes y a partir de allí, ha tenido hábilmente dividido al pueblo. Esos colores les ha representado enormes privilegios y al pueblo enormes tragedias. A partir de esta dinámica cruel y perversa el rico día a día se hace más rico y el pobre a su vez, cada vez más pobre. Con razón dijo Carlos Marx: “El capitalismo vino al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros, desde los pies hasta la cabeza”.

Así, la contradicción entre el capital y el trabajo es la génisis de la pobreza aberrante que vive el pueblo colombiano. En esto no hay nada sobrenatural, todo obedece a decisiones políticas tomadas por la clase gobernante, la burguesía. ¿Quién trabaja? El pueblo. ¿Quién se embolsilla las ganancias? El capitalista. Es la explotación del hombre por el hombre, como bien lo definió el comandante Fidel Castro Ruz. La pobreza del pueblo, entonces, es fruto de decisiones políticas de la oligarquía tomadas en el Parlamento.

Es por eso que ni el liberalismo, ni el conservatismo, son fieles representantes de los intereses del pueblo. Al contrario. Tanto uno como el otro representan los intereses de la burguesía. “Al pueblo nunca le toca”, dice el escritor costumbrista Álvaro Salóm Becerra.

Eso explica por qué más de 133 años de vida de este partido con sus dos colores resulta incapaz de resolver los problemas del pueblo en sus más diversos campos. La explicación resulta elemental: Ni el Liberalismo ni el Conservatismo representan los intereses del pueblo, representan los intereses de la burguesía. Cuando gana el Liberalismo le entrega la mitad del poder al Conservatismo y viceversa. Eso ocurrió en el Frente Nacional y sigue ocurriendo. La diferencia es que antes eran familias, hoy son poderosos grupos económicos.

Origen del Partido Comunista Colombiano

Los partidos políticos expresan los intereses de las clases que representan. Por eso decimos que el Liberalismo y el Conservatismo son prácticamente un solo Partido, habida cuenta que ambos representan los intereses de la burguesía. Y esto se da porque la burguesía en realidad no tiene colores políticos, tiene intereses económicos. Así es que los grandes grupos económicos en Colombia son los que colocan presidente, senadores y representantes, magistrados, Procurador, Contralor, etc; se exceptúa a la oposición, por eso ésta es tan marginal hasta ahora, pues no es financiada por estos pulpos económicos y es atacada, estigmatizada y asesinada con mucha frecuencia por la burguesía.

El pueblo fue comprendiendo la necesidad de la organización asumiendo que tiene derechos descaradamente conculcados por la clase dominante. Surgen así organizaciones campesinas, indígenas y obreras, como ligas campesinas, las mingas y los sindicatos. Naturalmente son organizaciones incipientes y con un espíritu esencialmente reivindicativo.

Durante la década de 1920 – 1930, surge la necesidad de tener una organización política, organización que no solamente planteara la reivindicación, sino la lucha por el poder. Una organización política de la clase obrera, una organización capaz de representar consecuentemente los intereses de los obreros, los campesinos,  los indígenas, los estudiantes y los intelectuales.

Con esta perspectiva nace en 1926 – 1927, el Partido Socialista Revolucionario (PSR), partido que jugó papel importante hasta que fue cooptado en su gran mayoría por el Partido Liberal y su líder del momento Benjamín Olaya Herrera. Lo más granado de esta organización política se organizó decididamente para fundar en 1930, el Partido Comunista de Colombia. El 17 de julio, salió oficialmente a la luz pública, haciendo un mitin en la plaza de Bolívar en Bogotá.

Este Partido encarna, los más sentidos intereses de clase del proletariado, se opone decididamente a la explotación de los seres humanos por la oligarquía. Es abierto a los trabajadores y trabajadoras, a los intelectuales y al pueblo en general. Es un partido histórico con raíces profundas en los campesinos, indígenas, obreros, estudiantes e intelectuales consecuentes. Es un Partido Revolucionario, Internacionalista y profundamente Democrático. Tiene estructura leninista. Su programa vigente gira entorno a la Democracia y a la proyección hacia el Socialismo. Se guía por la ciencia y la ideología Marxista y Leninista, pero también toma lo mejor del pensamiento latinoamericano como Bolívar, Martí, Maceo, Fidel, Marulanda, etc.

Es un Partido que lidera la unidad del pueblo, la organización y la acción revolucionaria en busca de reivindicaciones, pero más que ellas, la toma del Poder y la Construcción del Socialismo. Es una organización política compuesta por hombres y mujeres, consecuentes y decididos y decididas a luchar por la justicia social, contra la corrupción, contra el crimen organizado y de estado como el paramilitarismo. Realmente, es el partido de la vida y de la esperanza. No es un partido perfecto. Es un Partido que se interesa por el bienestar de los pueblos, la salud, la educación, la cultura, la vivienda, el deporte y el bienestar de todos y todas, sin privilegio alguno. No es fácil ser comunista, es un honor que cuesta, pero que vale la pena. Afíliate…

 Niños comiendo de la basura

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