martes, 29 de enero de 2019

“Una guerra contra Venezuela es una guerra contra Colombia”[i]

P
Por Nelosi
Compañeros: En primer lugar quiero expresar mi más profunda solidaridad a los trabajadores de la seguridad que hoy se ven precisados a exigir lo que por ley les corresponde.


Es importante entender que estamos en un país, prácticamente sin gobierno y sin brújula, porque todo el Estado Colombiano de rodillas a los Estados Unidos, mantiene pendiente de la situación que atraviesa la hermana república bolivariana de Venezuela y no atiende las exigencias dramáticas que vive hoy en pueblo colombiano.

No es un misterio saber que Colombia está atravesando una de las más duras crisis éticas, sociales, económicas y políticas. Ética porque la corrupción se está carcomiendo las débiles bases democráticas de este país. Vemos – por ejemplo – la postura vergonzante y criminal por cierto del Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez; vemos – por ejemplo – la conducta de los más ricos de este país, como Luis Carlos Sarmiento Angulo, vinculado a la corrupción a través de Odebrecht, por ejemplo. Vemos la cantidad de líderes que a lo largo y ancho del territorio nacional vienen asesinando bajo un silencio sepulcral por parte de los medios masivos de comunicación, quienes no dicen absolutamente nada, cuando Colombia supera las 600 víctimas hasta la presente.

De igual manera, se pasa de soslayo los falsos positivos. Hoy sabemos – por ejemplo – que el comandante Jesús Santrich, preso en las cárceles, fue víctima de un montaje por parte de los Estados Unidos, quien dijo que tenía pruebas contundentes contra este ex comandante fariano y se vencieron los términos y no tenía una sola prueba contundente para demostrar lo que los medios airearon con tanta profusión a lo largo y ancho del país.

Lo mismo está sucediendo con la descomposición social que hoy está padeciendo la nación. Lo mismo está sucediendo con la serie de ambientalistas asesinados a lo largo y ancho del país, lo mismo está sucediendo en la dirección de criminalizar la protesta, cuando como se dijo está constitucionalmente legalizada en nuestro país.

Esa es la situación que hoy vivimos y por eso lo importante que es la lucha sindical. El sindicalismo es una forma de organización que aglutina a distintos sectores desde el punto de vista ideológico y político, con unos fines específicos. Por eso, se hace necesario fortalecer el sindicalismo en Colombia, que tiene dos elementos fundamentales: Uno, de tipo economicista y otro de tipo político, que es un escenario superior.

Hay que trabajar en esa dinámica. Hay que trabajar en fortalecer la unidad entre los distintos sindicatos para poder ser fuertes, ser contundentes y ser capaces de echar atrás estas políticas criminales del sistema que hoy se enseñorea, no con Colombia como debería serlo, sino contra Colombia y contra la hermana república bolivariana de Venezuela, que nos quieren enfrentar, porque, precisamente, hoy los medios anunciaban que ya los Estados Unidos había autorizado la presencia de 5 mil soldados gringos en nuestro territorio para agredir a Venezuela. Pero, Venezuela no está solo, Venezuela es un pueblo luchador y combativo; la patria de Bolívar, la patria del general Anzoátegui, la patria grande de Sucre, venderá cara su derrota, porque luchará incansablemente por los cambios que necesita.

El sindicalismo es coherente con esa lucha porque es pueblo, porque es esperanza de transformación y de lucha. Por eso, hoy nos estamos solidarizando con los compañeros sindicales, a las cinco de la tarde, vamos a estar en otro mitin frente a la fiscalía general de la nación, exigiendo que se vaya ese bandido llamado Néstor Humberto Martínez.

Estamos en esa dinámica. Por eso, hoy queremos unir fuerzas para decirle al gobierno y la Unidad Nacional de Protección que atiendan estos reclamos, porque son elementales para un trabajo digno de una labor tan exigente y tan riesgosa como es la de la seguridad en este país.

En este país, donde predomina ante todo el terrorismo de Estado, las alianzas militar – paramilitar, que siguen existiendo, la descomposición social, no del pueblo sino de las alturas donde está el poder político y económico, hace que este sea uno de los países más inseguros del mundo.

Esta manifestación que hoy estamos haciendo o participando de ella y que están haciendo los compañeros de seguridad, debe conocerlo la comunidad nacional e internacional, para que sepan qué tipo de gobierno descompuesto es el que tenemos y para que entiendan que es necesario redoblar la solidaridad internacional, para que se encuentren canales de cambio y de justicia, y vuelva a conformarse un país en paz y en convivencia, respetando los acuerdos, precisamente, suscritos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y se reanuden los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional y el Ejército Popular de Liberación, para que Colombia entre a un escenario de tranquilidad.

De igual manera, aprovechamos para rechazar profundamente la postura arrodillada del presidente Duque frente a los Estados Unidos. Nos está llevando a una guerra salvaje y como bien lo decía una dirigente comunista de Norte de Santander, una guerra contra Venezuela, es una guerra contra Colombia, porque de aquí va a salir la agresión y aquí tendrá que llegar la respuesta, y una bomba no va a hacer una diferencia entre uno y los otros.

Compañeros y compañeras: Sigamos en pie de lucha, firmes por un mundo y por un país mejor, más justo y más humano.

Muchas gracias.

[i] Intervención del periodista comunista, Nelson Lombana Silva, en solidaridad con la protesta de los escoltas en Ibagué (Tolima), el 29 de enero de 2019.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario