jueves, 10 de enero de 2019

Se posesionó el presidente Maduro Moros: “Hemos cumplido y seguiremos cumpliendo”

El presidente del TSJ, magistrado Maikel Moreno, realizó la juramentación del presidente Nicolás Maduro para el periodo 2019-2025, en cumplimiento del artículo 231 de la Constitución. Foto: Reuters
Por Nelson Lombana Silva

Tal como lo reza el artículo 231 de la Constitución Nacional de la hermana república Bolivariana de Venezuela, el presidente de la república tomó posesión para el período constitucional 2019 – 2025, ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en un ambiente tranquilo, alegre y de mucha esperanza por parte del pueblo que se volcó masivamente a apoyar decididamente el mandato constitucional de Nicolás Maduro Moros. También le dio brillo a este nuevo mandato popular y democrático la presencia nutrida de delegaciones de 94 países, entre ellos, varios jefes de Estado.


Fue una ceremonia sobria, pero bastante emotiva y esperanzadora para todos los pueblos del mundo que luchan denodadamente contra el imperialismo norteamericano. Telesur nos permitió ver en vivo y en directo este acontecimiento de principio a fin, no así la prensa colombiana que mezquinamente dijo exactamente lo contrario de lo que sucedió en la gran patria del libertador Simón Bolívar, el día inmediatamente anterior.

Fue, indudablemente, otra derrota al imperialismo y a los gobiernos títeres como el colombiano, que pronosticaban sangre, dolor y lágrimas por las calles de Caracas. “Quisieron convertir una toma de posesión formal, protocolar, legal, constitucional y pacífica, en una guerra mundial contra nuestro país, como locos, descocados, enloquecidos”, dijo el compañero Nicolás Maduro Moros. Agregó: “Andan los gobiernos satélites del imperialismo norteamericano, inventando, haciendo, presionando, gritando. Yo siempre le digo a nuestro pueblo: “Allá ellos con su desesperación, su nerviosismo y su locura, y acá nosotros, con nuestro amor, con nuestra paz, con nuestra visión de futuro, con nuestro espíritu redentor, libertario, revolucionario, socialista”.

Pausadamente, serenamente, con la certeza de quien tiene la razón, pero con decisión y carácter, el presidente Maduro, dijo que había cumplido y seguiría cumpliendo con su deber como jefe de Estado. “Aquí estoy listo, de pie para democráticamente llevar las riendas de nuestra patria, hacia un mejor destino superior. Hemos cumplido y seguiremos cumpliendo con la Constitución, la Democracia y con nuestro Pueblo”.

“Vengo de las entrañas del pueblo”

Con humildad y sencillez, el mandatario venezolano recordó su origen social y su profundo compromiso con la Democracia real. “Hemos construido una poderosa cultura participativa, democrática, de pueblo, de ejercicio permanente de soberanía”, anotó.

Subrayó: “Somos forjados en una lucha de carácter popular. Yo vengo de las bases populares de los barrios de Caracas. Vengo de una forja que solo se puede entender, si ha recorrido tú mismo los caminos de la lucha de los barrios, de los pobres, de los humildes. Yo vengo de la escuela de la lucha sindical, de la clase obrera”.

“Nuestra escuela no ha sido, ni es, la escuela de las dictaduras, ni del imperialismo. Yo no me formé en la escuela de las Américas, ni en el Comando Sur; yo me forjé en los barrios de Caracas, en la clase obrera, con los conductores del metro de Caracas. No soy un magnate, ni he estudiado en Harvard, ni en el Comando Sur, ni en la escuela de las Américas. No nos hemos formado en la escuela de los gorilas, de los golpistas, de los dictadores, de los autócratas. No nos hemos formado en la escuela de la oligarquía que desprecia a los pueblos y viven de los pactos y de la dominación, y viven de la entrega al imperialismo norteamericano. Nuestra escuela ha sido la lucha social, las asambleas sindicales, las asambleas con los estudiantes, las asambleas con los barrios. Esa ha sido mi escuela”, indicó.

De una manera modesta y diríamos grata, dijo que su formación política obedecida ante todo al comandante Hugo Rafael Chávez Frías. “Lo digo: En el camino maravilloso nos encontramos con ese ser extraordinario, único, fuera de serie, nuestro comandante Hugo Chávez, que fue el constructor de la personalidad patriótica, democrática, humanista, de todos los fines de la revolución Bolivariana”.

Insistió con vehemencia en el carácter democrático de la revolución siglo XXI que se viene desarrollando en su país. Dijo: “Somos una Democracia de verdad. Profunda. Popular. Revolucionaria. Una democracia de la clase obrera, de los humildes, de los trabajadores. Somos una democracia  del pueblo de verdad, verdad. No la “democracia” de las élites de magnates, de súper millonarios, que llegan al poder para enriquecer a su grupo económico y robarle a los pueblos, hacer negocio, repartirse el poder que le pertenece a los pueblos”.

Enfatizó: “Somos una democracia de verdad. Yo, Nicolás Maduro Moros, soy un presidente demócrata de verdad. Profundo. De una cultura de la lucha de base, de la cultura de nuestro pueblo que sabe reconocer en los valores, que diariamente llevamos adelante”.

Grupo de Lima: Verdadero cartel

Sin ambages y con coraje se refirió al grupo de Lima, grupo satélite de Estados Unidos en su perversa política imperialista. “Es un cartel que trafica con el derecho internacional; es un cartel porque se “carteliza” contra un país noble como es Venezuela”. Al referirse a la reciente y grosera declaración de este cartel, señaló: “Es un documento extravagante, no tiene comparación con nada que haya ocurrido en algún lugar del mundo”.

Sobre el grupúsculo, insistió: “Este grupo de gobierno de derecha pretende darnos órdenes de qué debe hacerse dentro de Venezuela; qué debe hacer el presidente legítimo; qué debe hacer el Tribunal Supremo de Justicia; qué debe hacer el Parlamento; qué debemos hacer los venezolanos, como si Venezuela fuera un país intervenido, colonizado, monitoreado”.

Encuentro de presidentes

En un afán por unir a Latinoamérica y el caribe como lo acariciaba el libertador Simón Bolívar, el presidente posesionado Nicolás Maduro Moros, propuso una cumbre de presidentes Latinoamericanos y caribeños con el fin de estudiar la situación del continente y tomar decisiones unitarias y civilizadas que contribuyan a aclimatar la paz y la convivencia en esta parte del mundo. “Propongo como iniciativa positiva una cumbre de presidentes, jefes de Estado y de Gobierno de la comunidad de los Estados Latinoamericano y caribeño, para abordar estas circunstancias, estas situaciones y que se escuche a Venezuela con base al diálogo, a la diplomacia de paz y a la verdad; superar esta situación y retomar el camino de la integración, la cooperación, el camino que nos corresponde a nosotros los Latinoamericanos y caribeños”.

Crítica y autocrítica

En todo proceso serio, radical y profundo está presente la crítica y sobre todo, la autocrítica. El presidente Nicolás Maduros Moros, planteó la necesidad imperiosa de corregir los errores y avanzar en el proceso revolucionario. “Quiero cambiar todo lo que tenga que ser cambiado para mejorar el país, para consolidar la independencia y soberanía de nuestro país, para lograr el camino sin retorno de la prosperidad y el crecimiento económico, para lograr la seguridad social, la protección social y el sueño de la seguridad social, el Socialismo de nuestro comandante Chávez. Y quiero que corrijamos muchos errores que hemos cometido; corregir los errores que se han cometido”.

Líneas centrales del nuevo mandato

El presidente Nicolás Maduro Moros dijo que en este mandato centrará su acción en tres aspectos medulares y fundamentales. El primero: Consolidar la paz, la independencia y la unión entre los venezolanos, a través del diálogo social, político y económico. Segundo: Insistir en la construcción del camino de la recuperación  económica estable de crecimiento y de prosperidad para todos y todas, los nacidos y nacidas en este país sudamericano. Tercero: Lucha frontal contra la indolencia, es decir, contra la corrupción.

Dijo: “Lucha contra la indolencia, el minimalismo, el burocratismo y la corrupción. La lucha contra lo mal hecho. No es una lucha solamente de Maduro, es una lucha moral, espiritual de todo un país, por la honestidad, por la eficiencia, por los buenos servicios, por el avance institucional, el avance de los valores de la solidaridad, de la ética social. Es una lucha que implique un gran cambio cultural, comunicacional. Si aspiramos a una sociedad superior, tiene que ser una sociedad basada, en principios, en valores, en la honestidad. Que nadie piense que eso no es conmigo”, subrayó con fuerza el posesionado presidente Nicolás Maduro Moros de la hermana república bolivariana de Venezuela.

Los augurios son positivos. Anunció el mandatario su compromiso con el pueblo y la revolución socialista siglo XXI. Fue claro, preciso y concreto. Está dispuesto a defender el proceso bolivariano hasta con su propia sangre. Su propuesta es radicalizar, profundizar y depurar el proceso revolucionario. En ese sentido, los pueblos del mundo también deben redoblar la solidaridad con este país Latinoamericano. Ir más allá, de simples declaraciones, pues seguramente el imperialismo persistirá en sus crueles e inhumanas aventuras criminales contra el principio de la libre autodeterminación de los pueblos.

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