lunes, 21 de enero de 2019

“Mantener muy en alto la bandera de la paz”: Secretario de la Juco

Por Nelson Lombana Silva

El secretario general de la Juventud Comunista de visita a la ciudad de Ibagué (Tolima), a participar de un seminario de organización del Partido Comunista Colombiano, regional Tolima, señaló que la prioridad del momento es mantener la bandera de la paz muy en alto. Insistir en crear un ambiente que permita resolver las contradicciones en el marco del diálogo civilizado y dialéctico, cerrándole el paso a la postura violenta y criminal de la clase dominante.


Según el joven dirigente político de la izquierda colombiana, la oligarquía no está dispuesta a cumplir con lo acordado en la Habana y firmado en Bogotá. Persiste en transitar el camino de la violencia porque para ella es un negocio, subrayó, ante lo cual, la respuesta del pueblo y la izquierda con todos sus matices deben ser la unidad y la convergencia alrededor de programas amplios y democráticos construidos desde la base.

“Luchar contra el capitalismo, contra el neoliberalismo y mantener muy en alto la bandera de la paz”, dijo Jhonny Alexander Marín Castrillón. También hizo énfasis en la movilización callejera y en el debate electoral de 2019.

Defender el proceso de paz y apoyar decididamente el diálogo con ELN y el EPL, son tareas que debe asumir el pueblo con la movilización. Analizó la situación internacional y demandó la solidaridad con los procesos antiimperialistas y democráticos que se vienen sucediendo en el continente. Dijo que un proyecto neoconservador abría espacio por parte de la derecha encaminado a neutralizar los procesos que se vienen dando.

Las declaraciones fueron concedidas a la página web: www.pacocol.org:

-         Camarada secretario general de la Juventud Comunista (Juco), ¿Qué análisis político de coyuntura hace sobre el acontecer nacional que vive Colombia?

Nos encontramos en un momento muy complejo, hay un proceso de realinderamiento y reorganización de un proyecto neoconservador en todos los niveles, desde el orden económico como también en el orden social y político. Incluso, con la marcha del uribismo lo reafirma. Es un proyecto altamente autoritario que nos debe llamar la atención y ubicar cuales son las necesidades del campo democrático, de la izquierda y de los revolucionarios que somos nosotros y el conjunto de los comunistas.

Alrededor de estas preocupaciones que lo que viene ocurriendo es ubicar los elementos centrales. Dentro de los elementos centrales es por un lado mantener vigente una lucha férrea, franca y abierta contra el neoliberalismo que aprovechó de forma macabra el proceso de paz con las Farc para incrustarse en los territorios y avanzar de forma descarada con las multinacionales en todos los ámbitos, sobre todo, en el tema de la extranjerización de la tierra, los proyectos minero – energéticos, el tema de privatizar el agua y demás proyectos que hay que decirlo, lo único que hicieron hasta el momento es apropiarse de los recursos naturales del país.

Teniendo claro esto, se puede ubicar cuáles son las principales tareas de nosotros: Luchar contra el capitalismo, contra el neoliberalismo y mantener muy alta la bandera de la paz. No son elementos distintos. Como distintos tampoco son los procesos de movilización callejera y los procesos electorales.

Nuestra tesis, es una tesis de complementariedad de la lucha para fortalecer un proceso de movilización social y popular que permita ampliar los derechos sociales y populares sobre todo de las capas más vulnerables alrededor de la historia, pero también poder garantizar y superar los niveles de desigualdad que tiene nuestro país.

En esa idea, hemos dicho que nuestra tarea hoy es poder levantar esas banderas que permitan fortalecer la unidad de los distintos sectores, lo que llamamos la convergencia, que es una tesis unitaria, tiene esa característica.

Ahora bien, esto no es de forma acrítica. Por el contrario, creemos que esto hay que hacerlo de forma crítica; implica mucho debate político, mucho relacionamiento con los sectores, mucho relacionamiento con las fuerzas políticas para ir construyendo consensos en la idea de ir edificando un proyecto Alternativo. Creemos que la alternativa es fundamental en estos momentos, pero sobre todo ubicar esos criterios que nos permitan construir este proyecto.

-         En estos momentos hay en Colombia una fuerte disputa entre la guerra y la paz teniendo como fundamento los acuerdos de la Habana y el incumplimiento del gobierno nacional. En ese complejo panorama sale a flote los posibles errores en la aprobación de este acuerdo concebido en la Habana y firmado en Bogotá. ¿Qué piensa la Juco de estos temas tan álgidos?

Nosotros hemos tenido una visión crítica y creemos que es de los comunistas y de los revolucionarios siempre tener una visión crítica, porque eso nos permite ubicar nuestros propios errores. Dónde están varias de las dificultades en el proceso, pues ya terminado el proceso hay la posibilidad de verlos. En ese momento no teníamos la posibilidad de verlos. Por un lado, una de las grandes dificultades es que no logramos construir un sujeto social que fuera capaz de pelearse la implementación de los acuerdos y defender el proyecto de paz. Hay una subjetividad favorable al desarme de las Farc y un proceso de reincorporación, pero que no contempla el conjunto de los elementos que están contemplados en el acuerdo, y un elemento central que decía el comandante Mono Jojoy, que vemos en ese bello documental que tiene Jorge Enrique Botero, que se llama: “Adiós a las armas”, donde el comandante Briceño decía que la idea del acuerdo era poder avanzar o cimentar una bases que permitieran resolver parcialmente las deudas históricas que tiene el pueblo colombiano y sobre todo el campesinado.

No hemos podido avanzar en eso. Hay muchas dificultades. Claro, hoy es fácil decir: Bueno, pudimos haber no entregado las armas hasta que no se implementara una parte del acuerdo y demás procesos. Eso hace parte también de los debates. Pero, lo que tenemos que mirar es con esa visión crítica de que efectivamente el gobierno y la clase dirigente oligarca de este país, no va a cumplir el acuerdo, porque ellos tienen una determinación de no cumplirlo, es cuál es nuestra disposición. Nuestra disposición tiene que ser una disposición de lucha, de pelea, de denunciar a toda costa la actitud de la oligarquía colombiana. En eso no podemos ser complacientes, no podemos esperar y decir que es que ellos vienen a su ritmo cumpliendo el acuerdo. Su disposición es no cumplirlo; viene en la idea de dividir el movimiento social, de cooptar lo que pueda ser cooptado y romper y quebrantar lo que pueda ser quebrantado. Por eso nosotros no podemos creer en la idea de ubicar quienes son los “tibios”  y quienes son los “troyanos” en medio de todo esto. Aquí, hay que unificar el movimiento revolucionario y unificar las distintas fuerzas en la idea de poder sacar adelante esta pelea. Esto es una pelea, donde necesitamos a todos. Acá, a nadie podemos dejar de lado. Entre más manos sumemos mejor para nosotros.

 Por lo tanto, creo que sí hay que hacer los balances críticos, pero hay que ubicar la perspectiva. El debate ahorita del balance tiene que estar en función de la perspectiva y la perspectiva tiene que ser la movilización, la idea de seguir confrontando este gobierno y esta oligarquía y garantizar avanzar en las deudas históricas que tiene el pueblo colombiano.

-         Pareciera que el gobierno y la oligarquía estuvieran interesados en dividir el movimiento subversivo que entregó las armas. Tratan de alimentar la división entre los comandantes Iván Márquez y Timoleón Jiménez. ¿Cuál es la posición de la Juco entorno a esta situación? 

Lo que decía ahorita. Digamos: Nosotros no vamos a mirar quienes son “tibios” y quienes son “troyanos”. Quien tiene razón o quien no o alinderarnos en una posición dentro de las Farc. No, nosotros tenemos una posición crítica al proceso de implementación del acuerdo, no al acuerdo mismo. Creemos que, efectivamente, la oligarquía colombiana ha venido trabajando sobre la base de un plan. Hay que decirlo con franqueza: Hemos cometido errores. Ubicar esos errores nos habrán de permitir saber qué es lo que tenemos que corregir. Es decir, aquí lo que se trata es de corregir y favorecer un clima de la disputa en función de garantizar la implementación de los acuerdos de paz. Que es incluso, garantizar hoy la implementación de los acuerdos es también pelearnos que se mantenga la mesa con el ELN y que se abra también una con el EPL.

Esto no es un problema de que ya se hizo la dejación de armas con las Farc y listo. No, acá existen deudas históricas, deudas que  hay que luchar por saldar. ¿Qué significa eso entonces? Significa que los sectores sociales, por ejemplo, el movimiento campesino avance en el proceso de movilización; y los que hoy lamentablemente no hemos podido avanzar en la unidad con otros sectores, pues empujar a esos sectores a que nos unamos en el proceso de movilización. Algunos le llaman paro cívico. Eso puede tener miles de nombres, pero lo importante es agruparnos y avanzar.

En esa idea, la Juco no está alinderada con unos o con otros. Sí tenemos nuestras posiciones críticas, pero no en función de señalar, vuelvo y digo, quien tiene y quien no tiene la razón, nuestra prioridad es ubicar la perspectiva y la perspectiva tiene que ser callejera de movilización y articulando lo que más podamos. Acá, no va a sobrar nadie. Lo necesitamos a todos.

Nosotros sí hacemos un llamado a no caer en alinderamientos, sino que por el contrario, insistir en que nuestra posición es la unidad de los revolucionarios, de los comunistas y, sobre todo, del pueblo colombiano para superar la crisis tan profunda en la que nos encontramos.

-         Es decir, ¿Persistir en la salida política, la salida democrática a este grave conflicto social que históricamente ha venido viviendo Colombia? 

Sí. Digamos: Nosotros creemos que la tesis que siempre ha manejado el Partido de buscar la salida menos dolorosa para el pueblo colombiano, hay que seguir insistiendo en eso. Claro, lamentablemente no lo podemos negar, la oligarquía colombiana ha  hecho de la guerra un negocio. Ha hecho de la guerra un negocio y esto genera efectos, como toda causa tiene su efecto, esto genera también que en los territorios las relaciones y las dinámicas cambien.

Nosotros sí mantenemos y mantendremos la tesis de ubicar la salida política y negociada al conflicto social y armado; creemos que esto no ha perdido vigencia, más aún cuando las decisiones del gobierno de Duque de cerrar la mesa con el ELN. Creemos que hay que retomar esa bandera. Hay que retomarla en función, volvemos y decimos, de darle un giro al país.

Ahora bien, que si la vida es la electoral, la callejera o lo otro…Esos determinismos no son del momento de la política, pero sí creemos que hay que subvertir el orden establecido y subvertir el orden establecido, diría incluso, el profesor Víctor Manuel Moncayo: Nosotros buscamos una subversión no armada, sino cambiar el orden establecido de facto. Eso es lo que queremos. Ya los mecanismos serán otros. Pero, hoy nuestra estrategia es cambiar la correlación de fuerzas para favorecer los cambios del pueblo colombiano.

 -         ¿Cómo debe el pueblo colombiano enfrentar este momento de coyuntura electoral 2019?

Creería que la primera tarea nos corresponde a nosotros es redoblar los esfuerzos. Esto implica hacer un gran ejercicio político de intercambio con todas las organizaciones, procesos, para construir programas que unifiquen, no sectores políticos u organizaciones, sino que unifiquen al pueblo colombiano.

A veces debemos dejar de vender simplemente candidatos y vender propuestas e ideas. El comandante Fidel Castro Ruz decía que la Revolución es hija de las ideas. En esto nos toca a nosotros meternos en la tarea que los candidatos podrían a veces ser “cualquiera”, claro, tiene que tener unos criterios, carisma, elementos y preparación, pero lo importante son los programas. Y, en esa idea de los programas que es la visión de región, la visión de ciudad, que nosotros tenemos, hay que construirla con la gente. Eso tenemos que sumar distintos sectores para que podamos generar unas propuestas muy amplias que permita que la gente se sienta identificada con esa visión de región, con esa visión de ciudad, que el pueblo colombiano, por lo tanto, vea una posibilidad de cambio real.

Eso implica hablar de desempleo con  propuestas concretas. No son temas a veces en el aire, que nos quedamos en discursos muy generales. Los discursos generales hay que lanzarlos, pero cómo se aterriza eso en la realidad. Lo mismo los temas de la pobreza, la desigualdad. Incluso, temas de seguridad que nosotros a veces dejamos a un lado. Todos esos temas hay que tratarlos, porque alguien de clase media le preocupa comprarse un celular, estar endeudado con un celular y que se lo roben. Son esos temas que a veces no tratamos y que hay que comenzar a tratarlos con propuestas democráticas, propuestas que permitan que la gente llegue, se acerque. Por lo tanto, nuestra principal propuesta es montar una idea de propuesta de campaña que permita acercar sectores de la población de una manera muy amplia para poder cambiar este rumbo y tener efectos favorables en estas elecciones del mes de octubre.

-         Precisamente, se podría pensar sobre qué hacer para materializar en concejales, alcaldes, diputados y gobernadores, los 8 millones 40 mil votos conseguidos en la reciente elección presidencial. ¿Qué piensa usted?

Lo primero que hay que decir de esas votaciones es que eso no es endosable. Digamos: Eso no es que Petro sacó una gran cantidad de votos y eso se ubica en un momento a otro en el tema municipal o departamental o con otros candidatos. Eso no es tan fácil. Tampoco se puede reclamar simplemente colocando una lista unitaria y listo.

Eso hay que hacer un esfuerzo de que la gente conozca realmente los programas. Si algo nosotros debemos aprender son de las experiencias de la campaña de la Colombia Humana. De lo que significó no Petro, sino todo el ejercicio y el andamiaje de la campaña. Entre ellos, entender que un candidato o la candidata, tiene que saber explicar de lo que está hablando. Tener propiedad en las propuestas. Nosotros a veces tendemos a rechazar los discursos largos, porque la gente se aburre. Pero, por qué se aburre la gente, porque en realidad a veces no hay apropiación de lo que se dice. Hay que hacer un ejercicio pedagógico y muy fuerte de explicar a la gente nuestro programa. En esa idea podemos atraer por lo menos una parte de la votación. Por eso le digo: Eso no es endosable así tan fácil.

Pero, lo que demuestra es que sí hay un espectro que es posible disputar y pelearnos. Y esta pelea, lo primero que debe ser es unitaria. Lo segundo, con programas muy audaces que permitan ubicar una perspectiva, pero lo tercero, sobre todo, es entender que esto no es una tarea simplemente de los candidatos o las candidatas, sino que es una tarea muy amplia de los distintos sectores sociales.

Hay una ventaja que tuvo, por ejemplo, la campaña de Petro, que se movió solo. Es decir, la gente hacía campaña sola, sin estar articulado nada a un comité. No estamos diciendo que no deben existir los comités, tienen que existir, máxime cuando hay elementos del orden jurídico y legal que hay que presentar. Pero la pregunta es: Cómo lograr que la gente se apropie de la campaña. Es no apropiarse el candidato es apropiarse de las ideas. Eso es lo que tenemos que generar en las regiones para que la gente se movilice y podamos disputarle ese espectro, para que en medio de ese espectro, podamos hacer cambios favorables en el orden departamental y municipal y entender que si logramos algunas representaciones en corporaciones y demás, esto esté ligado profundamente con la gente.

Es el reclamo histórico que siempre se ha hecho que el candidato va y se hecha el discurso y no vuelve. A eso hay que ponerle cuidado. Lo que están diciendo o denunciando en ese caso un utilitarismo a veces de los procesos electorales. Por lo tanto, no es separar lo electoral de los temas políticos o de la organización de los procesos. No. Hay que articularlos de la forma más profunda para que todo el mundo se pueda sentir identificado en una campaña, en unas ideas, en una propuesta de ciudad y de departamento.

-         Planteada así la situación, podría pensarse que es entrar en contradicción con Petro que es tan personalista. ¿Qué piensa?

Sí. Digamos: Discutir el tema de los individuos es muy difícil. Cada uno tiene sus propios demonios. Pero, digamos, que más allá de eso, es también cómo aprendemos de cuáles son los errores. A veces creo que hay defectos y dificultades o errores que se cometen que hay que transformarlos en enseñanzas.


Qué nos enseña digamos el tema de Petro. Es un poco de lo que decía ahorita que hay que tener gente preparada y con discurso y demás elementos, que sepa explicar bien los temas. Ya el tema personal, si son megalómanos, no lo son, se pasan a veces de muy humildes y demás cosas, son temas que entran en un campo de la moralidad que es difícil discutir. A nosotros nos corresponde es un proyecto ético, en el cual nuestro interés es garantizar sobre todo en un primer momento es que las clases más despojadas puedan tener un porvenir social, político, económico y cultural, pero lo segundo, que cambiemos la forma como se ha venido construyendo el país, desde las regiones y los territorios.

Esa es la prioridad. El problema de los sujetos y de las personalidades, si nos enredamos en eso, vamos a estar en permanentes señalamientos. Tenemos que superar eso. Ubicar siempre una perspectiva ética que es una perspectiva política y sobreponernos a las personas. La ventaja que tiene el partido comunista es que tiene la capacidad de ser más digno que sus propios dirigentes. Esa dignidad colectiva es lo que nos hace grande y nos ha permitido sobrevivir y no caer en esas discusiones que a veces nos enredan tanto el accionar político y hay que decirlo: A veces termina haciendo es reafirmando dogmatismos que esconden problemas personales y demás cosas. Hay sobreponernos a eso y ubicar siempre la perspectiva política.  

-         Y usted del momento que están viviendo estos países que han iniciado un proceso de independencia de Estados Unidos? ¿Será inminente la invasión militar de Estados Unidos y sus aliados a la hermana república bolivariana de Venezuela?

Creo que se está intentando favorecer un clima de guerra. Y esto va a depender de muchas acciones. Esto podría llamarlo una teoría de la tensión: Quien tensa tanto la acuerda para que el otro la rompa. Lo que se está intentando es un poco eso.

Y las distintas medidas de ahogamiento económico, social, político, que ha venido desarrollando el grupo de Lima, en cabeza también del gobierno colombiano de Iván Duque. Esta semana hizo el lanzamiento del “famoso” Pro Sur, que no es otra cosa que buscarle un contrapeso a Unasur, a la CELAC, al Alba… hoy pretende es mantener un grupo de aliados  organizados a los intereses norteamericanos en función también de buscar como rapiña los recursos minero – energéticos que hoy tiene Venezuela y que la oligarquía colombiana quiere partirse el botín.

 Nuestra disposición es evitar a toda costa un ejercicio bélico y de guerra. Creo que la respuesta de la cancillería venezolana ha ayudado mucho, se ha movido mucho internacionalmente. Es falso lo que dice la prensa colombiana de que Venezuela está sola. Lo que demostró la posesión del presidente Nicolás Maduro Moros, es que por el contrario, hubo una participación muy amplia de distintos países y de organizaciones más incluso, de lo que se encontró Bolsonaro en su posesión.

En esa idea, nosotros tenemos que generar iniciativas que rodeen el proceso bolivariano, no caer en los temas mediáticos de la burla a Maduro. No. Hay que rodear el proceso venezolano, evitar a toda costa una injerencia militar, denunciar el plan criminal que tiene Estados Unidos. A parte de eso las sanciones son muy fuertes, sanciones que lo que pretenden es matar de hambre a un pueblo. El gobierno norteamericano tiene responsabilidad en lo que ocurre en el pueblo venezolano.

Esa marcha de migrantes que ha sido promovida por sectores de la derecha venezolana tiene la intención de generar un aire de desaliento en otros países a partir de esa migración. Pero, también hay que decirlo: Hay mucho venezolano que se ha devuelto para su país. Hay que hacer un esfuerzo para desmentir la prensa burguesa colombiana que está alinderada con Washington y que en eso nos toca la tarea más difícil y es, ser impopular pero sobre todo mantener firme los principios de defender un proyecto autónomo como es el proyecto de la revolución bolivariana, que tiene muchas fallas, pero fallas pueden tener todos los sistemas; más desastrosos han sido las fallas que ha generado el capitalismo. Es más: El capitalismo es más criminal aún que lo que lo justifica la miseria de la gente. Solamente en el caso de Colombia, en el último año aumentó el índice Gini de desigualad y eso pasa como si nada.

En cambio, otros países que han tenido gobiernos progresistas, ha aumentado los niveles de desarrollo económico. Solo un caso: Bolivia. Ha demostrado que en la medida que exista una integración Latinoamericana, pues el conjunto de los pueblos pueden avanzar en una prosperidad medianamente económica que permita resolver los índices de desigualdad económica, política y social que existe.

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