Por Nelson Lombana Silva
En nuestro continuo recorrido por el Cañón del Combeima para conocer su gente, su cultura y su naturaleza, el pasado 17 de agosto, visitamos el líder comunitario y cultural, Fernando Gutiérrez Nieto, quien es propietario del estadero “Cabuco”, que en lenguaje indígena significa: Mestizo.
Este estadero, escondido entre la espesa vegetación, en medio de dos corrientes cristalinas de agua que bajan bulliciosas, se encuentra ubicado a 220 metros después del puente de la vía hacia Juntas pasando Villa Restrepo, se distingue porque permanentemente ondea la bandera nacional, ofrece entre otras cosas: Hospedaje, camping, restaurante, cafetería, ejercicio de yoga, senderismo, cine, fogata, música en vivo y, sobre todo, lectura.
Encontrar una biblioteca al alcance de propios y extraños, constituye una sorpresa supremamente agradable y promisoria. Esta permanece abierta a la comunidad casi las 24 horas del día. Es más: Se nutre a partir del trueque y las donaciones. Sin embargo, esto para Fernando no es lo fundamental, lo fundamental es que el libro circule de mano en mano, sea leído y cuidado. Usted se puede llevar uno, dos o tres libros, intercambiarlos, con la dinámica de promocionar la lectura.
El experimento cultural, que bien combina Fernando con el ambiental y el ecoturismo, lleva tres años y la proyección es de largo aliento, según indica.
“Es un compromiso fomentar la lectura”, señala. Agrega: “La lectura es un arma importantísima para poder entender la realidad del mundo, la realidad del país…”
Este esfuerzo que adelanta silenciosamente Fernando Gutiérrez Nieto, coincide con el esfuerzo que desarrollan la biblioteca El Cañón del Combeima de Villa Restrepo y la política cultural trazada por la administración municipal que preside el médico, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez.
Hay consenso en cuanto a que la lectura ayuda a crear conciencia ambiental, incluso, mentalidad crítica y analítica para no “tragar” entero y comprender con más realismo la dinámica socio económico de Colombia, el departamento y la ciudad musical de Colombia. La lectura contribuye a romper el analfabetismo político y el inmovilismo de las comunidades, indudablemente. Desde esta perspectiva es que resulta loable la actividad que viene desarrollando Fernando Gutiérrez Nieto.
La página web: www.pacocol.org lo entrevistó y esto dijo:
- ¿Qué lo anima a tener biblioteca en el cañón del Combeima en su estadero Cabuco?
Llevamos con este proceso aproximadamente tres años. Se inició como casa cultural, ahora tenemos un negocio de ecoturismo, pero siempre con la dinámica de incentivar al visitante a leer. Es un compromiso fomentar la lectura.
- ¿Qué lo anima a fomentar la lectura?
Considero que la lectura es un arma importantísima para poder entender la realidad del mundo, la realidad del país, para no tragar entero, poder tener criterio propio y no convertirnos en simples repetidores sin saber qué es.
- ¿Desde cuándo y cómo adquirió usted la vocación por la lectura?
Quizás no hace mucho, creo que pude haber utilizado mucho mejor el tiempo libre leyendo. Sin embargo, hoy trato de incentivar la lectura en la juventud y en los niños, para que desde bien temprano adquieran la vocación por la lectura.
- ¿Cómo valora usted un libro?
Digo que un libro tanto como el cine, porque me gusta bastante el cine, es la forma de entender o de apreciar cómo un escritor o un director de cine trata de plasmar una realidad, quizá su propia vida. Eso es maravilloso. Miro el libro con sumo valor, diría con admiración y aprecio infinito.
- ¿Quiénes vienen a leer en esta biblioteca?
A diferencia de la casa cultural que teníamos antes, ahora viene gente del común. Eso nos llama mucho la atención, sobre todo cuando llegan familias completas, niñas, adultas; chicas de otros países y comunidad en general.
- ¿Qué experiencias ha logrado acumular en esta bella actividad de promocionar la lectura en el Cañón del Combeima?
Hay un caso particular que he venido observando: La gente lee muy poco; los textos de los colegios y los institutos son muy pocos y son muy repetitivos. Hay un trabajo muy grande por hacer para llegar a más comunidades para que la gente lea. Es más: Los textos bien costosos en Colombia. Es otra paradoja grande.
- ¿Sigue todos los días fortaleciendo la biblioteca?
Sí. Claro. Permanentemente. Siempre que llega alguien con un libro para donar o practicar el trueque. La biblioteca se maneja por el trueque de libros. Pero en realidad no nos interesa tanto que la gente traiga un libro para el trueque, lo que nos interesa es que la gente se lo lleve.
Permanentemente, tenemos también gente interesada en este proceso y nos traen libros, nos traen donaciones de libros. Así es que si alguien quiere llevarse un libro y no tiene otro para cambiar, no se preocupe. Pueden llevarse dos, tres, mejor: Los que se quieran llevar, pero con el compromiso de darle buen trato y sobre todo leerlo.
- ¿Qué busca con esta actividad cultural?
Incentivar la lectura en la comunidad de la región y la visitante. Creemos que la lectura nos libera, nos hace críticos y analíticos. Seres pensantes, no objetos de uso como viene sucediendo.
- Al lado de la lectura en su biblioteca. ¿Qué otras actividades ofrece usted?
Hemos desarrollado talleres literarios, hacemos cine foro, cine foros ambientales, senderismo. Creemos que es una forma de crear conciencia y hacerle entender a la gente la situación socio económico que vive el país, por la falta de conciencia ambiental.
También tratamos de conectar un poco la gente con la naturaleza. Hemos hecho varias ceremonias de tradición ancestral, el rito del útero que es muy bonito, pues ayuda a entender a la mujer lo especial que es, lo sagrado que es la procreación, su útero, su vientre. Hacemos actividades culturales, dar espacio a músicos nacionales e internacionales para que muestren su talento y salir de la monotonía de los aires tradicionales como el vallenato, el reggaetón y la ranchera.
- ¿Cómo es la experiencia con la presencia en su biblioteca de personas de otras partes del continente?
Esto es lo que más ha enriquecido este proyecto, el hecho de recibir chicos de otros países, lo cual nos ha permitido entender que en otros países hay diferencias pero también realidades muy parecidas.
Una de esa similitud es que vemos cómo el Estado niega en grado sumo la cultura y el bienestar de los pueblos. La experiencia es rica porque estimula persistir en la búsqueda de ayudar a transformar la realidad existente. Además, el intercambio de conocimiento en hechos puntuales como la cocina, la música, la cultura. Nos ayuda a adquirir conocimiento, a conocer otros países y también dar a conocer nuestra cultura.
- Usted hablaba de conciencia ambiental. ¿Por qué esta preocupación?
Creo que la herencia que le podemos dejar a las nuevas generaciones, no solo a nuestros, es un planeta, el agua, las montañas, la naturaleza, los plátanos. Algo hemos recibido de educación ambiental, quizás poca. De todas maneras, pienso que tenemos que trabajar mucho para que las generaciones venideras encuentren un planeta vivible.
En esa dinámica, la comunidad del cañón del Combeima debe tomar cada día más conciencia ambiental. Desafortunadamente, son los mismos habitantes de la zona los que talan los bosques para meter ganado, mata los animales, consideran que los bosques son maleza, sin tener en cuenta que es el mayor atractivo que trae diariamente a los turistas y visitantes. La gente no viene ni a ver el ganado, ni a ver los cultivos, viene a ver la biodiversidad: Los pájaros, los animalitos, los árboles, vienen a respirar aire puro.
Hay que trabajar en este campo de la educación ambiental, tanto en los habitantes de la región como a los visitantes.
- Otra característica de la región del cañón del Combeima, es la paz, la tranquilidad, el sosiego…
Cierto. Vivir en la región es un privilegio. La vida me ha premiado al estar acá. Me sorprende chicos que ha recorrido muchos países opinando sobre la región del cañón diciendo que es de los lugares más bonitos que han conocido, por su tranquilidad, por la belleza de las montañas, por la diversidad de pájaros. Muchas veces uno no logra dimensionar la riqueza natural que tenemos acá.
- ¿Cuál sería el llamado que le haría a la comunidad nacional e internacional?
Los invito a conocer el cañón del Combeima. Vengan a disfrutar el paisajismo, a observar la naturaleza. Vengan a conocer este proyecto de lectura, vengan a compartir experiencias, sus ideas, sus pensamientos. Hacemos talleres. Estamos prestos para intercambiar opiniones y experiencias. Estamos abiertos a compartir, en paz y armonía, en sana convivencia.
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