sábado, 21 de octubre de 2017

“Los logros de la Revolución Cubana son la medicina y la educación”: Enrique Achón Alonso


Por Nelson Lombana Silva

El primer cubano con el cual pudimos establecer un diálogo amplio y directo fue con el compañero Enrique Achón Alonso, nos recibió en el aeropuerto José Martí y nos trasladó a la clínica Cira García. Durante el recorrido lo asediamos con interrogantes y comentarios sobre el país y la realidad latinoamericana.


Rápidamente nos dimos cuenta que era un hombre instruido y amable. De entrada nos permitió grabar y nos autorizó preguntar lo que fuera. Su semblante siempre fue sonriente. Nos advirtió que no gustaba hablar de política. Sin embargo, no dudó al hablar de la realidad concreta del país, su dinámica y sus perspectivas.

Más que una entrevista fue un diálogo ameno que nos permite conocer la realidad concreta del pueblo cubano, realidad que comenzó a construirse fundamentalmente a partir del primero de enero de 1959, cuando triunfa la primera Revolución Socialista en América.

Es franco: “No te digo que este sea un sistema perfecto. Perfecto aquí no hay nada, ningún sistema es perfecto. Tiene sus ventajas y sus desventajas”, señala sin ambages. “Pero, es preferible antes que otro sistema”, subraya.

“Nadie se queda sin comer, nadie se queda sin estudiar. Los logros de la Revolución son la medicina y la educación. La función de nosotros ahora es mantener la Revolución”, agrega con fluidez.

Recorrimos las calles de un gran sector de la Habana y no encontramos un solo mendigo, un solo niño en los semáforos pidiendo una moneda o haciendo acrobacia para ganar la caridad pública. Tampoco jineteras (Prostitutas) ofreciendo su cuerpo como sucede en las ciudades de régimen capitalista. Paseamos la distancia sin escoltas. Fuimos al mar, a la plaza de la revolución, recorrimos la avenida de los presidentes, los alrededores del río Almendare, conversamos con la gente sencilla, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, con entera libertad.

Cruzamos dos templos católicos. Eso nos llamó la atención sobre todo al recordar las viejas campañas mediáticas sucias que solían decir con qué aspaviento que la revolución mataba los curas y violaba las monjas. Todavía lo dice con qué cinismo que allí no hay libertad y que cada cubano tiene un fusil apuntándole a la garganta. Debemos decir que en quince días que estuvimos no vimos un solo militar, ni un solo fusil. Ni un solo robo callejero, ni un solo escándalo público. Esta es una sociedad instruida, decente, humilde, libre y revolucionaria. Enfrenta sus dificultades con decisión y coraje, sin mentiras y con verdadero realismo mágico.

Este diálogo prácticamente espontáneo con el camarada Enrique Achón Alonso, nos da una idea clara de la sencillez y la reciedumbre como este pueblo caribeño construye y desarrolla el sistema socialista.

El diálogo mayéutico que registró la página web: www.pacocol.org es el siguiente:

-          Compañero Enrique, ¿Cómo se siente en su actividad cotidiana?

Yo bien, bien.

-          ¿Cuánto tiempo ejerciendo la conducción en Cuba?

Como chofer llevo bastante, bastante; como chofer profesional hace 21 años.

-          ¿Por qué ejerce esta profesión?

Realmente mi papá es médico. Somos dos hermanos y nunca quiso que nosotros fuéramos médicos también. Y a la final, me hice paramédico, fui chofer de ambulancia antes de comenzar aquí en la clínica Cira García, desde el 89 – 88. Y después en el 2000 comencé en Cira García y ahí he estado.

He tenido que ir revalidando el título porque hay que actualizar, actualizar y actualizar.

-          ¿Cómo se debe comprender en Cuba la palabra paramédico?

No sé si en su país es conocido así, pero paramédico es quien atiende al paciente pre hospitalariamente, es quien llega al lugar del accidente o donde está el enfermo y le da atención médica antes de llegar al hospital. Esa es la función del paramédico. No es un médico, pero sí es certificado para realizar ciertas acciones médicas y dar los primeros auxilios y prolongar la vida al paciente antes de llegar al hospital.

-          ¿Cuánto tiempo ejerció la actividad de paramédico?

De paramédico estuve alrededor de cuatro años primero cuando era chofer de ambulancia y luego en el Cira hasta que dejé la ambulancia por un problema discal en la columna vertebral, precisamente por cargar un paciente. No puedo hacer mucha fuerza. Por eso me cambié para chofer de auto.

-          Pasar de paramédico a chofer, ¿No es bajar de categoría, para decirlo de alguna manera?

Sí, pero el hecho está en que no puedo ejercer como paramédico completo, porque no debo hacer fuerza. Pero la hace aunque los médicos te digan que no la puede hacer, pero uno la hace y entonces es mejor darle paso a otro.

-          Entonces, ¿Qué estudios tiene usted?

Antes de hacerme paramédico estudié en el instituto superior de diseño industrial. No lo ejercí. Se me dio la oportunidad de manejar una ambulancia y ahí fue donde me hice paramédico, me gusta la medicina, pero más la urgencia. Así me hice paramédico.

-          ¿Cuál es su fecha de nacimiento?

El 27 de mayo de 1972. O sea, tengo 45 años de edad.

-          Estaba el proceso revolucionario en auge, en desarrollo…

Sí, ya llevaba 20 años.

-          ¿Usted es Comunista?

Sí.

¿Por qué es Comunista?

Este es mi país. No me gusta hablar de política.

-          ¿En Cuba hay compañeros que no son del Partido Comunista?

Sí, claro.

-          ¿Cómo llegó usted a conocer a Fidel Castro Ruz?

Desde que nací, desde que nací.

-          ¿En alguna oportunidad habló personalmente con él?

No tuve esa dicha, pero sí pude estar cerca. Conocí a Evo Morales, el presidente de la república de Bolivia.

-          ¿Qué impresión le dio la cercanía al presidente Evo Morales?

Es un indígena, pero es una gente inteligente. Ha hecho mucho por Bolivia.

-          ¿Usted ha salido del país?

Solo salí una vez, estuve 2 años y 4 meses afuera. Manejando el vehículo de los médicos cubanos en Bolivia.

-          ¿Cómo se llama la avenida que estamos transitando?

Es 114, estamos en el municipio Boyero. No sé qué quiere decir boyero. Hay una avenida que se llama así. Hay veces cuando tú la buscas en el mapa sale con otro nombre. Entre paréntesis le sale Boyero. Como decimos nosotros: Carlos III, otra avenida importante, pero Carlos III no se llama Carlos III, se llama Avenida de la Independencia. El paseo también tiene un nombre, es la avenida de los presidentes. Y la que está frente a la clínica 41, tiene un nombre avenida General Lázaro Cárdenas y nosotros la conocemos como 41.

Vamos a entrar a la autopista, la que va para Pinar del Río, otro departamento como le dicen en Colombia y Bolivia. A la provincia le dicen departamento. La clínica está antes de lo que es el centro. Hay un municipio que se llama Centro Habana, pero el centro de la Habana, es el punto Cero, que es el capitolio; el capitolio es el punto Cero de todas las medidas del país. A partir de ahí se mide la distancia hasta Pinar del Río, hasta las otras provincias. Ese es el punto Cero.

-          ¿El corazón de la Habana?

No. Eso es otra cosa. Donde vivía Fidel, se le dice el punto Cero, porque Fidel vivía en una finca grande y en la calle se decía: El punto Cero. Pero no es el punto Cero de medida, sino el Punto Cero porque era donde vivía el comandante, donde estaba radicada su familia. Ahí murió, se supone.

Él nunca dejó de ejercer sus funciones, porque, independientemente que él dejó el mandato, estaba ahí presente, pendiente de cada cosa que estaba sucediendo, dando consejos. No era él el que dirigía pero sí estaba ahí, se puede decir como un consejero.

-          Fue un héroe realmente…

Yo tengo una aplicación en el celular – interrumpe una señora acompañante – que está de Fidel lo más lindo. ¿Tiene celular para hacerle llegar esta aplicación? Muestra cuando era niño. Un resumen de su historia, de su vida.

-          He leído algunos libros sobre el comandante. Últimamente me leí el plan estratégico y militar. ¿La Sierra Maestra hacia qué parte queda?

Eso queda en oriente. Está lejos. Imagínate el mapa de Cuba. Nosotros vamos de sur a norte, vamos hacia la zona norte, que es la costa. Por esta carretera nos queda Pinar del Río, donde queda Cabo San Antonio, la punta extrema. Para acá nos queda Pinar del Río, a la espalda de nosotros y para allá, nos queda oriente. Claro, esta autopista llega hasta aquí. Esta autopista más arriba se le hizo ocho vías, acá son seis, esas vías atraviesan el país completo. Cuando va separándose de la autopista va llegando a la provincia.

-          La gran pregunta que uno se hace, ¿Cómo puede el pueblo vivir con semejante bloqueo económico impuesto por Estados Unidos durante más de 50 años?

Ok. Es la pregunta del millón. La gente resiste porque la gente quiere. El cubano es único. A lo mejor si fuera otro país no lo aceptaría, no estaría de acuerdo. Pero el cubano no, el cubano ha sobrevivido momentos como este, momentos más difíciles y momentos muy buenos ha tenido. Lo ha vivido porque ha querido. Eso nos enseñó Fidel desde que triunfó la Revolución.

Cuando triunfó la Revolución nosotros éramos niños. Yo tampoco había nacido, dice la señora porque nací en el 63. La revolución era joven, dice Enrique, cuando nosotros nacimos. Nosotros nacimos para la revolución, en eso siempre nos han educado toda la vida.

No te digo que este sea un sistema perfecto. Perfecto aquí no hay nada. Ningún sistema es perfecto. Tiene sus ventajas y tiene sus desventajas. Pero, es preferible antes que otro sistema. La gente lo sabe, la gente aquí sobrevive, hay escasez, pero nadie se queda sin comer, nadie se queda sin estudiar. Usted no estudia si no quiere. Aquí, todos los niños van a la escuela. No hay niños en la calle, ni niños trabajando. Usted puede ir a la escuela que quiera y en el momento que quiera.

Yo estuve en Bolivia y le puedo hablar que cuando uno está en otro país y reside en ese país uno llega a conocer muchas cosas y uno hace comparaciones. A veces uno acá desde adentro no puede ver las cosas con el mismo punto de vista que cuando tienes algo para comparar.

Yo vi en Bolivia, país que tiene una lucha grande, y a pesar que Evo ha hecho mucho por ese país, le falta camino por recorrer, aunque ya termina su mandato ahora en el 2020, pero ha hecho mucho por Bolivia. La Bolivia actual no es la Bolivia de hace unos años atrás, unos diez años atrás.

-          Es un proceso bastante adverso, desigual…

Muy difícil también porque los bolivianos son muy desconfiados, muy desconfiados y han sufrido mucho, pero le cuento que la carretera Copacabana está despejada; esa carretera estaba llena de campesinos que no tenían casa, no tenían qué comer. Ahí estaban mendigando comida en la orilla de la carretera.

Actualmente usted coge la carretera Copacabana y lo único que va a encontrar son fincas a los alrededores, todo mundo tiene su pedazo de tierra para cultivar y todo el mundo tiene algo qué comer. Ha cambiado.

-          Enrique: Volviendo a Cuba, usted dijo que este sistema tiene cosas buenas y cosas no buenas. ¿Cuáles son esas cosas buenas y cuáles son las no buenas?

Los logros de la revolución son la medicina y la educación. La educación en Cuba es gratis desde sus primeros años hasta el día que usted decida no estudiar más. Usted puede tener 60 años y puede seguir estudiando, si quiere seguir superándose. Eso no le cuesta nada.

Aquí el bachiller (No sé si en Colombia se dice así) no le cuesta nada. Se hace usted aquí universitario, técnico en lo que sea y no le cuesta nada.

En otros países si usted es médico es porque usted tuvo posibilidades, tuvo dinero. Allí, no todo el mundo puede ser médico y si lo es, es porque pudo costearse la carrera. En Cuba no tiene que costearse nada.

Por ejemplo, ahora usted necesita una vacuna, van a la escuela y se la ponen, vacunas fundamentales como contra la Polio, la anti miringitis, contra el tétano. A usted no le cuesta nada ponerse esa vacuna. Esa vacuna se la ponen gratis a todo el mundo. Todas las vacunas importantes que usted tiene que tener en su cuerpo, se la ponen gratis.

Si usted tiene un catarro, usted va al hospital, al policlínico, a su consultorio, que esta es otra cosa que hizo Fidel y es poner un médico por cada barrio, él tiene un consultorio, en Colombia se le puede decir centro de salud. Hay un médico para esa pequeña población barrial. En cada barrio hay un médico accequible a primera instancia, porque está el policlínico para lo que son vacunas, curaciones. También tiene en su municipio un hospital para lo que son atenciones superiores; y si su hospital no es especializado para hacerse cualquier operación, se le tramita a otro hospital. Por ejemplo, una operación de corazón abierto, ¿Cuánto puede costar en Colombia? En Cuba no cuesta nada.

Al contrario. A usted le pueden hacer un trasplante de corazón y si se lo hacen, el Estado se responsabiliza de usted. A pesar que la operación no le costó nada, el Estado le da, adicionalmente, beneficios.

Le puedo decir que conozco una persona que tiene trasplante de corazón y trasplante de pulmón, que se lo hizo en el Almeigera, era un señor que vivía o vive, entre la 18, entre la 19 y 21.

Ese hombre lo tiene todo. Todo se lo da el Estado, no tiene que trabajar, el Estado se lo pone todo.

-          Bueno, y lo negativo, ¿Cuál es según su criterio?

Si claro, hay cosas negativas. Hay cierta desigualdad en algunas cosas, las cosas en Cuba son bastante caras. Hay mucha escasez. Realmente somos un país pobre, quisiéramos tener más, pero con lo que tenemos, tenemos bastante.

-          Otra pregunta del millón: Se decía que moría Fidel, moría Raúl y se acababa la Revolución cubana…

No, no. Fidel somos todos. Aquí puede morir Fidel y murió su figura, pero quedan sus ideas. Es como decir: Murió Fidel y murió todo y entonces se acaba todo. Pura mentira. Estamos aquí para reafirmar que todo no era una mentira. Puede que él no esté, pero están sus ideas y lo que él creó. La función de nosotros ahora es mantenerla.

-          ¿Cómo va la actividad entonces para defender esas ideas e incluso, profundizarlas?

Hacer cada día más. No es difícil cuando lo mantiene en lo que tú deseas. No es difícil, no es difícil. Solo vives el día a día y te mantienes, ahora por ejemplo, estoy hablando con usted y le estoy diciendo mis ideales, yo pudiera decirle lo contrario. ¿Es la primera vez que viene a Cuba? Le va a encantar.



Esta es la clínica. Cira García es una mártir. Hay una escuela también con este nombre: Cira García Reyes.

-          Muchísimas gracias compañero por esta charla tan agradable, tan espontánea y  tan formal.

Bien. Lo recibe la guardia, lo deben estar esperando. Ese papelito que yo le di, con eso va a registro médico, ahí lo están esperando con su habitación. No se preocupe por la cancelación.


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