El mundo mágico de la literatura nos recuerda el pasado

Carátula obra literaria. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva

Cuando era estudiante del colegio Carlos Blanco Nassar en el municipio de Anzoátegui (Tolima), se me ocurrió preguntarle al profesor de literatura, qué era literatura. Luis Alfonso Chala, profesor bajito, contextura delgada y descendencia indígena, me miró extrañado y después de muchos ambages me dijo que “era el arte de escribir correctamente”.

Aquel concepto me pareció demasiado academicista, diríase “ortodoxo”, sobre todo cuando comencé a relacionarme con la literatura de connotados escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Miguel de Cervantes Saavedra, Germán Castro Caicedo, Pablo Neruda, Rubén Darío, Arturo Alape, Alejo Carpentier, Ernest Hemingway, John Reed, Graham Grenne, Eduardo Caballero Calderón, etc.

Hoy me parece que la literatura es un universo mágico que mezcla con increíble majestuosidad lo real con lo irreal, podría ser lo que Gabo llamaría Surrealismo Mágico. La Cruda realidad se combina con la creación humana de una forma maravillosa robusteciendo el humanismo. Es más: La literatura nos recrea el pasado, aquel tiempo que considerábamos olvidado. No lo hace de cualquier manera, lo hace con arte y estética.

Por estos días, el profesor Leonel Osorio Cardona, licenciado en biología y química, hace rato escritor, dio a conocer su nueva obra literaria. Se trata de una serie de cuentos y crónicas que retrata la vida de personajes anzoateguienses con sencillez y estructura literaria. Cada cuento o crónica retrata una historia del pueblo, pueblo, con sutiliza y espíritu literario. Se llama la colección de cuentos y crónicas: “La cita no pactada”, relato éste que me hizo recordar la novela “el amor en los tiempos del cólera” de Gabriel García Márquez, cuando el enamoramiento viene en el otoño de ambos.

Este libro se imprimió en febrero de 2017 en los talleres de Caza de libros – Fundaproempresa en Ibagué, Tolima, Colombia. Tiene 17 temas diferentes, los cuales están recogidos exquisitamente en 158 páginas.

Para quienes somos de este municipio o tenemos alguna relación con él, la lectura de esta obra literaria es casi obligada. Al recorrer las páginas los recuerdos se agolpan, la nostalgia brilla inmaculada y de tener pellejo de escritor inspiraría la ampliación del texto. Es un texto idealista, como diría el mismo autor: “Pura literatura”.

Sin embargo, tiene mucho de historia, de anécdotas cuando se era feliz e indocumentado como diría nuestro Nobel de literatura. Que bello que se conozca este municipio anclado en una de las estribaciones de la imponente cordillera por el empuje de personas de alta sensibilidad y humanismo como son los escritores, en este caso el profesor Leonel Osorio Cardona. Un orgullo de Anzoátegui (Tolima) para Colombia y el mundo. 

Carátula obra literaria. Foto Nelosi