lunes, 23 de noviembre de 2015

Ibagué (Tolima): Zona de reclutamiento paramilitar, mafia y corrupción

Panorámica de la ciudad de Ibagué, Tolima. Foto Nelosi.
Por Nelson Lombana Silva

Informe especial.- Ibagué, capital del departamento de Tolima, ciudad de 600 mil habitantes, vendría siendo zona de reclutamiento de hombres y mujeres jóvenes, especialmente, para engrosar las filas del paramilitarismo. Con engaño de supuesto trabajo en los llanos orientales, las víctimas allí son obligadas a integrar el bloque Meta de las autodefensas unidas de Colombia (Auc).



Así lo manifiesta la Defensoría del Pueblo en el informe 05 de 2015, presentado el pasado 18 de marzo de este año, al gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado Peñón, solicitándole tomar acciones sobre el particular. Al referirse el informe a la comuna tres de esta ciudad, señala: “Se está convirtiendo en zona de reclutamiento de personas por parte de presuntos grupos ilegales, principalmente grupos armados posdesmovilizados  de las AUC que actúan en los Llanos Orientales, particularmente en el departamento de Meta donde actúa el bloque Meta”.


Agrega el informe: “Es factible que miembros de esta organización armada ilegal (AUC), se estén reconfigurando en la ciudad y/o en el departamento o estén instaurando redes que recluten jóvenes, hombres y/o mujeres, con la intención de vincularlos a su estructura bien sea como combatientes, vigilantes, realizando trabajos forzosos u obligarlos a actividades de prostitución y explotación sexual, entre otras actividades ilícitas. Las tácticas que utilizan corresponden a ofertas de empleo o simplemente por la fuerza o amenaza de sus familiares, entre otras”.


Dicho informe relata que la joven Jenifer  Katherine Mora de 19 años de edad fue llevada de Ibagué al Meta con falsas promesas de trabajo, siendo detenida por miembros del bloque Meta, en octubre de 2014. Mediante operativo policial la joven recuperó su libertad. Señala el informe: “Las autoridades militares señalaron que en esa zona del Meta podría haber más tolimenses en cautiverio, retenidos con engaños por esta organización armada”.


Este no ha sido el único caso. El paramilitar apodado “El paisa” habría reclutado varias personas en el barrio Inem de la comuna tres de esta ciudad, el 22 de noviembre de 2014. Dice el informe: “El 22 de noviembre de 2014, se tuvo conocimiento que un hombre conocido con el seudónimo de “El Paisa” en el barrio Inem de la comuna tres de Ibagué reclutó a varias personas en su mayoría hombres  entre los 18 y 30 años; una de las víctimas fue engañada con una oferta de trabajo para labores de erradicación manual de cultivos ilícitos en dicha zona, pero al llegar al lugar fue forzado a hacer parte de un grupo armado presuntamente el autodenominado bloque Meta”.


Es más: A finales de febrero de 2015, fue encontrado el cadáver de Jhon Fredy Laiseca Reinoso con signos de tortura y desmembramiento de sus partes en el municipio de Puerto Concordia (Meta), límites con el departamento de Guaviare, quien había salido de su casa ubicada en el barrio Inem de la comuna tres de Ibagué, ilusionado con una oferta de trabajo, el 20 de octubre de 2014. Agrega el informe: “Los familiares recibieron un mensaje en el que afirmaban que habían asesinado al joven e indicaron el lugar para que fueran a recogerlo. Al hacer la verificación, hallaron el cuerpo de la víctima desmembrado”.


“Al menos diez hombres más entre los 20 y los 30 años de edad – agrega el informe de la Defensoría del Pueblo – habrían sido llevados a los departamentos de Meta y Guaviare con la oferta de realizar labores de erradicación de cultivos ilícitos. Estas personas que tenían experiencia en esa tarea, habrían sido contactadas entre los meses de enero y marzo de 2014 en un billar del barrio El Carmen de la ciudad de Ibagué denominado “Bola Ocho”.


Según este informe, entre el 27 de febrero y el 7 de marzo de 2015, las personas reclutadas fueron obligadas a llamar a sus familiares con el fin de averiguar la situación del barrio, después de conocerse la muerte de Jhon Fredy Laiseca. “Las familias de las víctimas fueron amenazadas con el fin de que no formularan la denuncia respectiva ante las autoridades”.


De enero 1º de 2014 a la fecha, el sistema de información red de desaparecidos y cadáveres (Sirdec), tiene un reporte de 126 denuncias de desaparición forzada, de las cuales 80 aparecen vivos, cuatro muertos y continúan desaparecidos 42, destaca el informe. Durante el 2014, se presentaron 139 muertes violentas. Durante el presente año, van 20. 


Por su parte, el Registro Único de Víctimas y la Red Nacional de Información de la Unidad de Atención  y Reparación Integral de Víctimas (Uariv), reporta que a diciembre de 2014, en esta ciudad se presentaron cerca de 713 hechos victimizantes que significaron el desplazamiento  forzado de la población  y 149 amenazas por parte de grupos armados al margen de la ley.


Según la Defensoría Regional Tolima, ha recibido trece declaraciones referidas a amenazas y 15 a desplazamiento forzado, familias victimizadas durante 2014. “Entre el primero de enero al 17 de marzo de 2015, se han recepcionado seis declaraciones por hechos victimizantes”.


El informe también recoge las amenazas contra los medios de comunicación alternativos, dirigentes del Partido Comunista y un docente. El panfleto circuló en diciembre de 2014, firmado al parecer por las Águilas Negras y el bloque Capital.


La situación actual de la ciudad musical de Colombia no es la mejor, por cuanto el expendio y menudeo del narcotráfico es la constante, el enfrentamiento entre pandillas y el desgobierno que hay tiene a esta población en estado de extrema postración. “La ciudad ha sido tomada por la mafia y la corrupción”, señala el electo alcalde de esta ciudad, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez.


Tal como lo ha venido denunciando el Partido Comunista, en el Tolima el paramilitarismo sigue intacto, a lo cual hay que sumarle la corrupción, el desempleo y la falta de justicia. Se impone la ley del más fuerte. Por eso, el informe de la Defensoría del Pueblo debe llamar la atención de los habitantes ibaguereños y de los tolimenses en general. Debe entender la complejidad del conflicto, apoyar la paz con justicia social, los diálogos de la Habana y la defensa del medio ambiente. Hay que recordar que la dramática situación que vive la ciudad es producto de decisiones políticas. Por lo tanto, la respuesta del pueblo debe ser política, es decir, la movilización, la organización y la unidad.








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