domingo, 22 de noviembre de 2015

Asesinado indígena en Coyaima (Tolima)

Resguardo Chenche
Por Nelson Lombana Silva

De varios impactos con arma de fuego (pistola) fue asesinado el indígena Rafael Poloche Briñez en el municipio de Coyaima (Tolima), el 21 de noviembre a las 6:20 de la tarde mientras se desplazaba de la plaza de mercado a su resguardo Chenche – Amayarco. El occiso estaba casado con la indígena Nelly Loaiza, la que trabajaba en la plaza de mercado ofreciendo la bebida típica de la región: La chicha.



Según se pudo establecer Poloche Briñez era simpatizante de la Unión Patriótica y el Partido Comunista. Si bien no militaba, estaba pendiente de las actividades que programaba y desarrollaba estas organizaciones políticas en la zona.


La comunidad al parecer está perpleja e indignada por cuento el indígena era una persona decente, honorable y callada. “Nunca oí hablar nada en su contra, era callado y decente”, dijo Armando Aguja miembro también de esta comunidad indígena.


Hace rato se viene denunciando la presencia en la zona de grupos paramilitares, los cuales al parecer se mueven como Pedro por su casa sin que las autoridades militares y policiales tomen cartas en el asunto. La injerencia de estos en el megaproyecto “Triángulo del Tolima” se acentúa por cuanto al decir de los indígenas la lucha de grandes terratenientes por desplazar a los indígenas nativos para quedarse con sus tierras es la constante. Todo indica que la comunidad indígena y campesina está a merced de la delincuencia.


El Partido Comunista y la Unión Patriótica deploran la muerte del compañero Rafael Poloche Briñez, expresan su solidaridad a la familia y llaman al gobierno a responder adecuadamente. Exigen una investigación para establecer los móviles del execrable crimen que enluta una vez más a las comunidades indígenas.


De igual manera, estas organizaciones políticas se solidarizan con las comunidades del municipio de Argelia (Cauca), las cuales fueron víctimas en el transcurso de la semana que termina de la acción militarista siendo asesinado un indígena y herido siete. El hostigamiento militarista se acentúa violentamente sobre las comunidades que añoran la paz con justicia social.



El gobierno debe pronunciarse y asumir una postura de paz y no de guerra.











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