La exagerada alza del gas domiciliario por parte de alcanos ha generado indignación entre los usuarios, en distintos municipios del departamento del Tolima. En la mayoría de casos el aumento fue superior al ciento por ciento. Un usuario que venía pagando en promedio $10 mil pesos, ahora le llega la factura por $30 y $40 mil pesos, señalan los afectados con profunda preocupación e indignación.
Se anuncia que una vez pase las elecciones del 9 de marzo, se disparará también las facturas del Ibal, es decir, del agua en Ibagué. Además, se le sigue cobrando el alumbrado público al pueblo. Así pagarán los candidatos de la oligarquía al analfabeta pueblo que votará por ellos como mansa paloma una vez más. Aún el pueblo no descubre que todas esas alzas e infamias son producto de decisiones políticas que toman esos candidatos de mil vallas, mil promesas y mil almuerzos que hoy pululan por calles y veredas prometiendo el oro y el moro frenéticamente. Se ignora la vigencia de la lucha de clases.
Alcanos no sacia sus apetitos aumentando la tarifa del gas domiciliario únicamente, como vampiro chupa sangre viene obligando al usuario a una revisión técnica con el cuento de que la anterior hecha hace cinco años quedó mal. Hay que desembolsar al parecer la suma que oscila entre $150 mil y hasta $400 mil pesos. Esa empresa coloca a los contratistas y todas las condiciones, el usuario solamente se debe resignar a pagar y a decir que es justo y de paso que viva la democracia. No tiene derecho a más.
Se cumple la denuncia hecha en su momento por Partido Comunista cuando advirtió que las multinacionales y transnacionales comienzan “regalando” sus productos mientras hacen quebrar la competencia y una vez sucede esto, disparan los precios inmisericordemente. La supuesta baja es una simple estrategia para hacer quebrar a las demás, sobre todo lo público. Bien dice el dicho: “Después del ojo afuera no hay santa Lucía que valga”.
Mientras esto sucede los candidatos de la derecha guardan cómplice silencio y tratan de desligar esta terrible cascada de impuestos con su costosa alharaca que más que una campaña es una compra descarada de la débil conciencia del pueblo. Por eso, algunas voces insulares e incluso, analfabetas políticas, llaman a que el pueblo reaccione y asuma una posición consecuente con su clase social y vote el 9 de marzo por los candidatos de izquierda o incluso, algunos proponen el voto en blanco.
El concejal Heber Humberto Sánchez, expresa: “Invito a todos los ibaguereños para que nos pronunciemos, para que rechacemos esa irresponsabilidad tan grande. Pero también debo manifestar que esa irresponsabilidad está en los congresistas del país y sobre todo en los congresistas tolimenses. No he escuchado que un senador o representante a la cámara salga a manifestarse en contra de estas alzas indiscriminadas de Alcanos. No los veo por ningún lado. Además, es el congreso de la república quien da los lineamientos a través de la comisión reguladora para que ellos hagan lo que les dé la gana”. (Más claro no canta un gallo, dice el dicho)
Henry Guzmán, líder comunitario del barrio La Gaviota de la ciudad de Ibagué, coloca los puntos sobre las íes y llama las cosas por su nombre a través de la siguiente sencilla pero clara reflexión: “Nosotros del pueblo que elegimos a esos gobernantes, a los que están allá echando bueno, hay que tener en cuenta lo siguiente:
“Esa es la mermelada que le da los gobernantes al pueblo. Ellos entre sí se repartieron miles y miles de millones de pesos, mientras tanto a nosotros como pueblo nos repartieron la carestía de los servicios públicos y el aumento de los impuestos”.
“Esa es la calidad de gobernante que el elector elige para que suba al poder a darnos látigo con los impuestos, la tarifas de los servicios públicos, con la salud que deja mucho que desear y así sucesivamente”.
“Todavía esos sinvergüenzas, descarados, vuelven otra vez a reelegirse para después darnos leña y chuparnos la sangre al pueblo a través de impuestos y costosas tarifas de los servicios públicos”.
“Señores (pueblo) despierten, estamos en el siglo XXI, como vamos a seguir de esclavos de unos sinvergüenzas de esos, despierten, despierte, despierten por favor”.
El Partido Comunista también ha dicho reiteradamente que la burguesía no maneja relaciones humanas sino intereses económicos, que a partir de la implementación del neoliberalismo todo se ha convertido como por arte de magia en mercancía y que toda mercancía se adquiere solamente comprándola y la compra solamente el que tiene dinero. Por eso, el terrible paseo de la muerte, porque el capitalismo ha convertido a la salud en eso, en mercancía.
Pero, también el Partido Comunista ha hecho propuestas claras para superar ese reinado de injusticias sociales: Ha propuesto la unidad, la organización, la politización y la lucha de los oprimidos contra los opresores como lo dijera José Antonio Galán. Solo el pueblo cuando sea poder se puede dar cambios de fondo. Es decir, mientras sigamos apoyando a los hijos de la oligarquía no habrá justicia social, solo habrá promesas, promesas y más promesas.
Así es que no es de poca monta, ni es una propuesta más convocar al pueblo a votar por los candidatos de izquierda. Implica comenzar a romper con la ideología dominante e implica igualmente, comenzar a pensar por sí mismo, es decir, con autonomía e independencia. Es más: sentido de clase.
Por eso surgió la Unión Patriótica, por eso el Estado diseñó el criminal genocidio asesinado a más de cinco mil de sus mejores cuadros y por eso hoy reaparece la Up con vitalidad y coraje llamando al pueblo tolimense y colombiano a continuar en la lucha. Hombres como Carlos A. Lozano Guillén, la compañera Aída Avella Esquivel o Lilia Solano, para solo colocar un par de ejemplos, son forjados en ese molde, son probados en la lucha. Ellos y ellas, solo piden una sola oportunidad.
Frente al caso del exagerado cobro de las facturas de Alcanos, el concejal conservador Pedro Mora, que ha tenido como “machete” para llegar a esta corporación el tema de los servicios públicos, sale a la radio a decir que ante el exagerado cobro hay que actuar en derecho y sumisamente esperar que de allí salga la justicia que todos deseamos.
Eso nunca sucederá. La razón es elemental. Las leyes las hacen los ricos no pensando en el bienestar del pueblo, sino obviamente pensando en sus intereses de clase. Jamás un rico va a hacer una norma que se vuelva contra él, siempre las normas están concebidas y diseñadas para frenar todo reclamo justo del pueblo. En otras palabras: Para reprimir al pueblo.
Así las cosas, o Pedro Mora es demasiado ingenuo o es demasiado servil a los intereses de la oligarquía, a esa clase social a la cual él no pertenece pero que al parecer le satisface las cadenas de la sumisión. Esa mentalidad de ser pobre y pensar como rico lo lleva a actuar así. En vez de convocar al pueblo a lucha callejera, la convoca a la resignación, a esperar eternamente que venga la solución del cielo. Morirá no llegará esa justicia idealista y romántica.
En cambio, el Partido Comunista y la Unión Patriótica, no dudan en convocar al pueblo ibaguereño y tolimense a la movilización callejera, a castigar a los candidatos de la derecha, los verdaderos responsables, negándoles el voto y haciéndolo por los candidatos de izquierda. Hay que organizar en los barrios y las veredas los comités de usuarios de los servicios públicos para estudiar el tema con amplitud y estudiar las decisiones a seguir. La unidad del pueblo es el camino.
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