lunes, 25 de abril de 2016

La sevicia mediática contra el proceso de paz en Colombia

Por Nelson Lombana Silva

La estrategia de los Estados Unidos denominada “guerra de cuarta generación”, tiene pilar fundamental en los medios masivos de comunicación. A través de ellos, desarrolla toda su brutal política imperialista y de rapiña. Al respecto, al parecer la CIA y el Pentágono tienen toda una red mediática para desinformar y crear condiciones propicias a las acciones vandálicas que suele desarrollar los Estados Unidos a nombre de la “libertad” y la “democracia”.



Todo indicaría que medios como Caracol, RCN, El Tiempo, El Espectador, harían parte de este engranaje mediático para desinformar y crear ciertas condiciones previamente establecidas.


Estos medios masivos han estado en contra del proceso de paz que se desarrolla en la Habana (Cuba) entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC – EP) y ahora con el ELN. Hacen todos los esfuerzos porque la sangre inocente del pueblo colombiano siga bañando su rica geografía. Su incomunicación rampante es permanente, desconsiderada y dramática.


Es una verdadera sevicia permanente contra un esfuerzo que se hace de transitar por los senderos de la patria sin el miedo de ser asesinado por el simple hecho de pensar diferente al régimen capitalista. ¡Qué infamia!


Lo más reciente: El arribo del comandante guerrillero fariano, Hernán Darío Velásquez, El Paisa, a la Habana para contribuir al proceso de paz. En vez de destacar este gesto de paz, los medios masivos irracionalmente se van lanza en ristre y vierten todo el veneno a todo un público analfabeto, desinformado y alienado, con el único propósito de arengar la violencia, el odio y la sed de venganza.


Sacan del archivo de la inteligencia militar todos sus consabidos montajes, los maquillan con alta dosis de sensacionalismo y lo proyectan con extrema espectacularidad.


Para quienes tenemos un mediano conocimiento mediático, sabemos lo que se cuece al otro lado de la cámara, en la rotativa o tras el micrófono, no podemos más que expresar nuestra profunda indignación por la forma perversa como estos medios envenenan al indefenso pueblo de forma tan miserable y ruin. 


Qué papel de zapa tan perfecto le hacen a las multinacionales, transnacionales, al gobierno nacional y al imperialismo de los Estados Unidos estos medios de comunicación y estos periodistas de medio pelo como Darío Arismendi y demás yerbas del establecimiento. Producen asco.


Ante esta incomunicación la respuesta debe ser el fortalecimiento de los medios alternativos de comunicación, trabajar con ellos en el establecimiento de la verdad y nada más que la verdad.


Colombia entera se debería regocijar en clara lógica, que el comandante guerrillero de las FARC – EP, haya viajado a la isla de la libertad, Cuba. Aplaudir este valeroso gesto, destacarlo con letras de oro en la dinámica de querer construir la paz con justicia social que hace más de 50 años venimos añorando.


No lo puede hacer, precisamente, por la mezquindad del aparato mediático de la burguesía colombiana y el imperialismo norteamericano. Este gran gesto de paz del comandante Hernán Darío Velásquez, El Paisa, es presentado como un hecho de guerra y repiten semejante mentira hasta que la hacen verdad. No en vano dijo Eduardo Galeano al referirse a estos medios y llamarlos: Medios de Incomunicación.


A pesar de la criminalidad mediática, hay que destacar la presencia de este comandante guerrillero en la isla, es un aporte importantísimo a la paz con justicia social que se construye paso a paso, quitando vacas muertas atravesadas a la vera del camino como el papel mediático. Anteriormente,  se decía que la religión era el opio del pueblo, ahora se podría decir que son los medios masivos de comunicación sin el mínimo espacio de equivocación. Mientras no haga una legislación que obligue a estos medios a ser democráticos, objetivos e imparciales, será muy difícil creer en la noticia hecha mercancía que manejan estos pulpos de la información. Con todo, la verdad se abre paso.


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