Por Nelson Lombana Silva
El Partido Comunista
Colombiano, Local Ibagué, prepara para el mes de mayo el seminario –
taller de organización, evento que busca esencialmente develar la
esencia y naturaleza del Partido que se prepara en julio a cumplir 86
años de edad, mostrando vitalidad y sentido de su misión histórica,
social, económica, política, cultural, ambiental e ideológica.
Partido clasista comprometido con el pueblo en su conjunto en la dura lucha por la construcción de la democracia y el socialismo en Colombia. Partido que contra viento y marea se sostiene a pesar de la cruda persecución de un régimen antidemocrático y excluyente como es el capitalismo altamente transnacionalizado.
Mirar su parte orgánica con realismo, objetividad y profundo espíritu crítico y autocrítico, siguiendo creativamente el pensamiento leninista, es el fundamento que inspira esta actividad política en la ciudad musical de Colombia, Ibagué.
También anima el interés de cerrarle el paso a todas las lacras del neoliberalismo que tratan de carcomer la estructura orgánica del Partido. Eso implica cerrarle el paso a la socialdemocracia que acecha como alimaña, el facilismo y el dogmatismo impositivo que laten agazapados en las sombras oscuras del oportunismo, pero sobre todo del bajo nivel ideológico y político.
Meter al Partido entre paredes de cristal como diría sabiamente Álvaro Cunhal con decisión y coraje, es compromiso de todo revolucionario que voluntariamente asumió la decisión de hacer parte del partido que en 1848 recorría a Europa como un fantasma, según Carlos Marx y Federico Engels, redactores principales del Manifiesto Comunista.
¿Es fácil ser comunista en el siglo XXI? Todo parece indicar que no. A diario somos avasallados por la sociedad virtual que nos pinta los medios masivos de comunicación. Repiten el mismo discurso: “Los comunistas son dinosaurios”. La arremetida es violenta y descarnada. Hay que tener carnadura de burro, como diría Gabriel García Márquez, para no ceder a esa sociedad de consumo que aparece ante nuestros sentidos con todo su esplendor.
En ese sentido, consideramos que la mejor manera de blindar el Partido, son acudiendo a la teoría, la práctica y recuperando la capacidad de asombro. La ética revolucionaria y la solidaridad, son dos elementos que hay que nutrir para entender en profundidad la misión histórica del Partido de la vida y el Partido de la esperanza. Somos constructores de una sociedad humanizada, por lo tanto, debemos actuar más con el ejemplo que con la palabra. Actuar así como lo propone José Martí.
Subir el nivel ideológico y político, igualmente, resulta tarea vital de los comunistas. Este es un partido científico, humanista y democrático. Hay que tener conciencia de ello. Todos los días hay cosas nuevas, pues todo está en permanente movimiento ya sea en la perspectiva evolutiva o involutiva. Pero lo cierto es que nada está quieto. Así las cosas, el que sabe, debe enseñar al que no sabe y lo debe hacer de buena manera, con profundo espíritu solidario. Mejor: Con conciencia de clase.
Se ha partido de un documento guía de discusión, está elaborado a manera de tesis, el cual debe ser estudiado y discutido en la célula, sus delegados llevar una síntesis al seminario – taller y allí, se aspira sacar un documento elaborado, el cual debe regresar a la célula para ser discutido y socializado con la comunidad ibaguereña. Decir y hacer.
Finalmente, hay que decir que el desafío de los comunistas es grande si se considera la serie de hechos que se vienen sucediendo uno tras otro y tan aceleradamente. Todo indica que estaríamos ad portas de la firma de un proceso de paz con los movimientos guerrilleros. ¿Cómo deben los comunistas asumir creativamente este momento?
Así las cosas, la idea es socializar las 37 tesis que conforman este documento. Cualquier aporte por pequeño que sea resulta importante, sobre todo si tenemos en cuenta la pedagogía de Paulo Freire, que dice: “Nadie educa a nadie, nadies se educa solo, todos se educan en comunión”.
Primera tesis
1. “El Partido Comunista Colombiano es una organización política de clase. Es la unión consciente, comprometida y organizada de hombres y mujeres que hacen parte de la vanguardia revolucionaria que impulsa los cambios estructurales y fundamentales en dirección de la democracia y el socialismo, observando tres elementos fundamentales: La línea política, el programa y los estatutos. Se inspira en el marxismo – leninismo, pero también en el pensamiento bolivariano y latinoamericano”.
¿Qué es una organización política de clase? Hay que acudir a muchas ciencias para llegar a una comprensión correcta. La historia, la antropología, la política, la sociología, etc, por ejemplo. El origen del hombre, su proceso evolutivo. Téngase en cuenta que el Comunista se guía por la ciencia, por los hechos que se pueden probar, poco o nada queda a la especulación. ¿Cómo estamos preparados?
“Es la unión consciente, comprometida y organizada de hombres y mujeres que hacen parte de la vanguardia revolucionaria…” ¿Somos conscientes del compromiso que “voluntariamente” asumimos al matricularnos en este Partido? ¿Tenemos conciencia de ello? ¿Cómo miramos el compromiso y el criterio orgánico? ¿Maquinalmente? ¿Científicamente? ¿Empíricamente? ¿Por simple intuición? ¿Qué significa ser parte de la vanguardia revolucionaria? ¿Qué es democracia? ¿Qué es Socialismo? ¿Conocemos perfectamente la línea política, el programa y los estatutos? ¿Qué implica ser marxista – leninista? ¿Cuál es el aporte bolivariano? ¿Cuál sería el pensamiento latinoamericano?
A partir de estos interrogantes y muchos más, podríamos hacer una interpretación aproximada de esta tesis. Interpretación que nos podría conducir por lo menos a cuatro escenarios: Ampliarla, disminuirla, sustentarla o negarla. No es suficiente con decir: “Es muy buena”. O por el contrario: “Es muy floja, muy mala”. Lo importante es decir por qué. Hay que sustentar. Es decir, argumentar.
Podríamos decir fácilmente, por qué se es liberal o por qué se es conservador. Pero, decir por qué somos comunistas, si resulta la cosa más compleja. Tenemos que argumentar y no de cualquier manera. Necesariamente toca guiarnos por la ciencia. Eso nos compromete a sustentar lo que solemos decir a diario. El comunista no habla por hablar, habla con pleno conocimiento de causa, sin pretender, desde luego, decir que el comunista es un sabelotodo. El comunista es ante todo un ser humano con capacidad de asombro. Quien no actúe así no es comunista, está en el lugar equivocado o sencillamente es un impostor. Así, repetimos sin dramatismo de ninguna naturaleza: No es fácil ser Comunista.
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