Uno de los principios leninistas de organización es la unidad. ¿Cómo se materializa en el Partido Comunista? Se materializa alrededor de tres elementos fundamentales: Los Estatutos, el Programa y la Línea Política. Es el eje fundamental que todo Comunista debe entender perfectamente y practicar permanentemente.
Esa práctica permanente se concibe en la acción política cotidiana, en la dinámica de la contradicción a partir de la diversidad de opiniones y la síntesis concretada por las vías democráticas. Los antiguos griegos utilizaban el método mayéutico, el cual consistía en preguntar y volver a preguntar para encontrar las contradicciones. Más adelante, se desarrolla el método dialéctico, mucho más estructurado y científico que abre las posibilidades al conocimiento científico.
El Partido Comunista se mueve en esa dinámica por cuanto se guía por la ciencia y la doctrina dialéctica. La unidad constituye fundamento para el desarrollo del Partido, rechazando categóricamente el fraccionalismo, el grupismo y el oportunismo. La unidad es básica, que no se asimila fácilmente, sobre todo si hay esfuerzo por entender la complejidad y acudimos a la simple percepción subjetiva individual. “Yo entiendo la unidad así y punto”.
Eso quiere decir que la unidad no es sinónimo de unanimismo u homogeneidad. Todos deben pensar igual y hacer lo mismo para poder decir que hay “unidad”. Resulta una forma mecanicista de mirar la unidad. Por el contrario. El concepto unidad implica reconocer la diversidad, la participación y la acción colectiva. Cuando se toma mecánicamente el concepto unidad, el dirigente está condenado al fracaso, mínimo a estrellarse con todo mundo.
En una comunidad, por pequeña que sea, hay diversidad en todos los campos posibles: Hay liberales, conservadores, Comunistas, de derecha, de izquierda, creyentes, no creyentes, nihilistas, anarquistas; flacos, gordos, altos, bajitos, hombres, mujeres, LGTBI, votantes, abstencionistas, líderes, lideresas, indiferentes, etc, etc. La pregunta elemental es: ¿Cómo manejar la unidad en esa comunidad? ¿Cómo mantener unida, organizada y armónica a esa comunidad?
Otros conciben la unidad alrededor de sí. Los demás conciben entonces que para materializar la unidad hay que ceder y no opinar. A todo decir sí. Para comenzar a comprender el sentido de la unidad hay que partir de reconocer la complejidad del ser humano en función social, sus intereses, sus perfectivas, sus aciertos y desaciertos. Manejar el principal elemento motor del desarrollo: La contradicción. Un ser humano no piensa exactamente igual a otro ser humano, pero sí pueden llegar a conclusiones conjuntas para invertir todas sus energías en una sola dirección. Claro, eso no es fácil y de eso debe tomar conciencia los Comunistas, con el fin de contribuir a la unidad del pueblo. Hay que tener clara la concepción antropológica del ser humano. A partir de allí, podría tenerse una idea mucho más clara acerca de la unidad.
En la preparación del seminario – taller de organización que vienen trabajando los Comunistas ibaguereños, la tesis 7 del documento de discusión, señala: “La unidad: La unidad del Partido se materializa alrededor de su programa, la línea política y los estatutos, en la acción política cotidiana como el resultado de la lucha de opiniones, del respeto a la diversidad de puntos de vista y de la síntesis concretada por las vías democráticas. La defensa de la unidad del Partido se apoya en estos principios leninistas, impidiendo el fraccionalismo, el oportunismo y el grupismo. La unidad no significa homogeneidad, trae consigo el respeto a la opinión personal, el consenso y la síntesis, tras de la cual debemos marchar todos y todas por cuanto es fruto de la discusión colectiva y el consenso mayoritario”.
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